04.02.2010 |
El ingeniero Álvaro Bermúdez, integrante de la comisión multipartidaria de Energía en representación del Partido Colorado, manifestó a En Perspectiva que Uruguay se encuentra en un “estado de indefensión” en materia energética. El ex director de Energía durante el gobierno de Jorge Batlle señaló que el país “no posee alternativas firmes” y que es imposible hacer una planificación cierta de su capacidad de generación debido a que el componente hídrico de su matriz energética es muy dependiente de la situación climática. Sin embargo, se mostró optimista con respecto al funcionamiento y los resultados de la comisión que integra y constató importantes acuerdos entre sus integrantes. Asimismo, enfatizó el concepto de eficiencia e hizo hincapié en la necesidad de ahondar en el uso de energías renovables así como en la discusión de la energía nuclear. “Todo esto termina en que seamos competitivos, a nivel regional y a nivel mundial”, resumió.
JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
A menos de un mes para el cambio de gobierno, representantes de los distintos partidos políticos avanzan en las comisiones de trabajo que analizan puntos sensibles como educación, seguridad, cambio climático y energía.
Este último grupo trabaja para entregar al presidente electo, José Mujica, un documento consensuado antes del 1º de marzo.
Entre los puntos centrales que se vienen conversando se destacan cambios en la matriz energética y planes para bajar la dependencia con el petróleo.
¿A qué conclusiones se ha llegado hasta ahora? ¿Por dónde pasan los puntos de acuerdo y desacuerdo en este grupo de trabajo? ¿Hay aspectos comunes que podrían comenzar a aplicarse a partir del 1 de marzo?
Para hablar de estos temas, vamos a conversar con el ingeniero Álvaro Bermúdez, ex director de Energía durante el gobierno del ex presidente Jorge Batlle e integrante de la comisión multipartidaria en representación del Partido Colorado (PC).
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JAE – Hay mucha tela para cortar seguramente, muchos elementos que tienen que ver con la disponibilidad de energía, con los costos. Pero antes de entrar de lleno al trabajo que viene realizando esta comisión, ¿hay consenso sobre la disponibilidad de energía con que cuenta el país? ¿Hoy está despejado el panorama?
ÁLVARO BERMÚDEZ:
No. Desde el punto de vista energético, si bien circunstancialmente Uruguay está pasando por una situación hídrica favorable, dentro de las condiciones normales esto tendría que darse en buena parte del año y no ha ocurrido así desde hace unos cuantos años. A mi me tocó una crisis muy importante, a este gobierno le tocaron dos crisis muy importantes. Pensemos que en el año 2008 se gastaron 900 millones de dólares comprando energía en la región; todas las exportaciones de carne que tuvimos este año sólo hubieran servido para cubrir lo que tuvimos en 2008. La situación es grave.
JAE – Pero me refiero en el corto plazo, para este año el panorama está despejado.
AB – Dependemos exclusivamente de la situación hídrica y eso es una situación muy comprometida para el país. No es que nosotros pensemos que sea una situación terminal ni mucho menos, el problema está en que cada vez que tenemos un problema medianamente importante en el tema hídrico tenemos que ir a lo que usted conoce como “recursos firmes”, empezamos a comprar petróleo, gas oil en grandes cantidades –además normalmente en épocas en que es difícil conseguirlo– y entonces nos empezamos a endeudar duramente y derivamos recursos que tendrían que ir a la educación, la seguridad o la salud, hacia la energía sin ningún retorno.
JAE – ¿Y por qué califica de “grave” la situación?
AB – No sólo yo la califico de grave, también Fernández Huidobro, por ejemplo, ha sido muy claro en estos términos y muchos otros del Partido Nacional (PN) y del PC sin duda.
La situación es que estamos en un estado de indefensión, no tenemos alternativas firmes de energía ni podemos hacer una planificación cierta de nuestra generación debido a que tenemos un componente en la matriz que es muy dependiente de la situación climática. Por eso las propuestas van en ese sentido, en ver cuáles pueden ser las alternativas firmes.
JAE – O sea que va a haber que incorporar nuevas fuentes de energía, hay que despegarse del petróleo lo más posible.
AB – Sí.
JAE – ¿A qué punto ha llegado el trabajo de esta comisión? ¿Qué cosas ha resuelto? ¿En qué cosas ha habido consenso entre los partidos políticos?
AB – Yo le puedo hablar en términos generales, por un tema ético también, porque nosotros vamos a terminar con un informe al presidente electo, el 1º de marzo.
Pero le puedo ir adelantando que en el tema de energía y en el grupo de energía somos todas personas que estamos hace rato en el tema, nos conocemos muy bien, sabemos cuáles son los puntos conflictivos, y por supuesto hemos avanzado en los puntos en los cuales tenemos amplios acuerdos. Y tengo que destacar que realmente el grupo se ha desarrollado de una forma muy interesante, muy correcta. Ayer estaba Lucio Cáceres, estuvo acompañándonos por primera vez, y él destacaba que eso solamente lo había visto en países europeos.
Así que pienso que podemos esperar un acuerdo de largo plazo entre los distintos partidos y eso puede beneficiar muchísimo al país.
JAE – ¿Pero cuáles son hasta ahora los puntos de acuerdo que se alcanzaron?
AB – Tenemos muchos puntos de acuerdo en energías renovables por ejemplo; pensamos que es muy importante cruzar ideas, el tema de la biomasa, el desarrollo de la eólica hasta un punto. La energía eólica tiene características muy beneficiosas si lo vemos en ahorro de agua, pero no hay otra manera de ahorrar energía en el momento en que genera, no podemos prever cuando se genera. Y tiene por supuesto una introducción de inestabilidad en la red que hace que no podamos pasar de un cierto porcentaje del consumo total de energía del país.
JAE - ¿De cuánto es?
AB – Depende del país, pero en nuestro caso podríamos hablar de un 15%, tal vez un 20%, pero más allá de eso no podemos porque si no vamos a tener problemas graves de estabilidad. Eso ya lo indica la experiencia en Europa, hubo un apagón general gravísimo, histórico, justamente a partir de la energía eólica.
JAE – ¿Qué otros puntos de acuerdo alcanzaron?
AB – El tema es bastante amplio y lo hemos dividido en partes. Lo hemos dividido en la parte de la demanda, luego la oferta, luego el impacto social y por último vamos a discutir la parte probablemente más espinosa que es la parte institucional. ¿Por qué es la más espinosa? Porque evidentemente las propuestas institucionales tienen puntos de vista muy distintos de cómo solucionar esto desde el punto de vista institucional.
JAE – ¿Ahí están las diferencias que uno puede suponer que hay entre los partidos?
AB – Así es.
JAE – ¿En ese aspecto?
AB – Yo creo que sí. Puede haber diferencias en muchas otras cosas pero ahí…
JAE - …pero el más importante, el quid de la cuestión, es ese.
AB – Probablemente sí. Por ejemplo nosotros defendemos mucho la ley eléctrica , salvo el artículo 27 por el cual también tenemos algunas diferencias, pero…
JAE - …¿cuál es ese artículo?
AB – El artículo 27 es el famoso artículo por el cual muchas veces uno pasa calor en el exterior, porque tendríamos que detectar cuáles son los electrones que vienen de Atucha, de Río Tercero o de Angras y rechazarlos en Salto Grande.
JAE – Claro, usted alude a una polémica porque por un lado la generación de energía nuclear está prohibida en Uruguay pero cuando se importa energía por ejemplo de Argentina no se puede distinguir si esa energía es producida en la central nuclear de Atucha, y lo mismo ocurre con las centrales de energía atómica en Brasil.
AB – Exactamente. Ese evidentemente es un punto de charla, vamos a ver cómo lo encara uno y otro.
Pero hablemos de los acuerdos. En renovables hay un amplio espectro. Esto llega a un punto importante cuando estamos hablando de números. Cuando vamos a hablar de números y de energía firme ahí sí vienen alternativas importantes que hay que encarar necesariamente, si no siempre vamos a seguir en una situación de indefensión y terminamos pagando carísimo, como pagamos en 2008 hasta 400 dólares el MW/hora que es algo punitivo para el país y que nos hace inviable. Porque todo esto termina en que seamos competitivos, a nivel regional y a nivel mundial, con nuestros productos, que no tengamos que comprar galletitas de Argentina por ejemplo porque cualquier industria basada en el uso intensivo de energía se vuelve prohibitiva y entonces no podemos competir. Básicamente es eso, no le vamos a poder dar trabajo a los chicos, se nos van a seguir yendo…
JAE - …eso ya ha ocurrido.
AB – Sin duda.
JAE – Pasó con una planta de silicio, unos inversores brasileños tenían pensado instalarse acá.
AB – Muy buen punto porque yo eso lo viví con José Villar, que estaba como ministro de Industria – primero estaba Pedro Bordaberry y después Villar– y esa era una inversión importantísima que nos daba la posibilidad de exportar silicio a Estados Unidos, porque tenemos una cuota vacía, podemos perfectamente venderle una gran cantidad. Este inversor venía, lo fabricaba en el país, usaba recursos propios, generaba un desarrollo importante en el lugar donde decidiera instalarse, y no le pudimos dar certeza energética en ese momento. El problema no es solamente el precio.
JAE - No fue solamente una cuestión de precio, ¿también estaba el tema de la garantía?
AB – Exacto, porque él quería firmar un contrato de 18 años de provisión a un precio relativamente estable.
JAE – ¿Y esa inversión a dónde se fue?
AB – A Brasil, por supuesto. Que también tiene sus problemas, no nos olvidemos los cortes de energía en San Pablo, la gran caída hace poco cuando salió de servicio Yacyretá, ustedes estaban hablando antes de una gran represa que se está haciendo. ¿Por qué? Porque el crecimiento inmediatamente demanda más y más energía.
También esto es muy importante: son dos perspectivas distintas. Si nosotros pensamos en un Uruguay industrial, donde el Ejecutivo piensa en un país en crecimiento permanente, atrayendo capitales, usando los capitales propios, generando trabajo, divisas, es una posición que necesariamente demanda cada vez más energía, y firme; no podemos estar esperando a que sople viento, que tengamos agua, que haya sol o sea de noche, tiene que ser algo permanente.
Otra puede ser una política en la cual nosotros decidamos quedarnos con el viejo país agropecuario, seguir con el país de pequeños servicios; porque si vamos a hacer hoteles cinco estrellas... por ejemplo Santo Domingo, que es una pequeña isla al lado de Haití, consume casi dos veces más que nosotros.
JAE – Eso es por efecto del turismo.
AB – Exactamente. Cada Conrad, cada Milton es una planta de Conaprole.
JAE – La comisión ya trató el tema demanda, eso está claro, hay un crecimiento tendencial que salvo algún cambio brusco se va a mantener en el tiempo. ¿Cuáles son las conclusiones a las que llegó la comisión?
AB – Hay un estudio encarado por la Dirección de Energía, que contrató al Instituto Bariloche –donde se crea la mayor cantidad de físicos e ingenieros nucleares en la Argentina–. Se hizo un buen estudio de tendencia pero con hipótesis que nosotros en algún caso no compartimos, tampoco los comparte el mismo gobierno, se hizo de una manera muy particular para ver qué resultados daba. Da dos curvas muy distintas que difieren en el orden de 800 kilotoneladas equivalentes de petróleo, dependiendo de si se aplica un gran sistema de eficiencia energética, en todos los órdenes, o si seguimos con un crecimiento vegetativo que para mi gusto es bastante pequeño porque está por debajo del PBI.
Por eso yo insistía anteriormente en que la política tiene mucho que ver en esto, el tono que le dé el próximo gobierno –y los próximos– al país va a incidir directamente en el tema de energía.
JAE – Se habla mucho de demanda, se habla mucho de oferta, pero tal vez –y quizá aquí introduzco una opinión– se habla menos de eficiencia energética, aunque es un concepto que también ha estado presente. Claramente hay estudios, recomendaciones –no sé si la población está suficientemente enterada de esas recomendaciones– que se hacen por ejemplo desde el proyecto de eficiencia energética. Por ejemplo la diferencia que significa el uso de bombitas incandescentes en comparación con las fluorescentes, hay una disminución del costo muy importante; UTE lo promovió cuando lanzó ese plan para distribuir dos bombitas por hogar, pero quedó por ahí. Yo no sé si el asunto es suficientemente conocido a nivel de la población. ¿Cuál es la impresión que tiene usted a propósito de este tema? ¿La gente sabe exactamente de qué manera aprovechar la energía a nivel del hogar?
AB – Es un punto fundamental y lo hemos discutido ampliamente, el tema de la eficiencia fue básico. Yo fui el signatario del primer contrato que tuvimos con el Banco Mundial (BM), justamente a quien vamos a entrevistar nuevamente ahora en el hotel Columbia. El tema de la eficiencia energética en Uruguay comienza con esa firma con el BM y un fondo fiduciario que se estableció durante mi mandato. Luego este gobierno lo desarrolló de una forma muy interesante, ha hecho mucho en el tema de eficiencia energética. Lo que tenemos que hacer quedó bien claro desde un inicio, aprovechar las experiencias de otros países que están más avanzados que nosotros, como México, Brasil y también en Europa. La gente va tomando conciencia en la medida en que uno va trabajando a través de los medios y de la educación primaria y secundaria. Eso termina en un concepto –como con el tema del tabaco o el medio ambiente–, que se ha manejado a nivel de la escuela primaria y va formando generaciones que son más cuidadosas, viene de abajo hacia arriba, viene del nene que le dice al papá “no tires tal cosa porque afectas al medio ambiente”, “cambiá las lamparitas”.
JAE - ¿Pero es suficiente lo que se ha avanzado en este concepto de eficiencia? ¿La población está suficientemente informada sobre caminos posibles para ahorrar energía, para buscar otras alternativas?
AB – No, aún no, aparte el tema de eficiencia trasciende el hogar, aunque se comienza por allí. Una herramienta que nosotros quisimos imponer en su momento, y que todavía no está bien impuesta, es el etiquetado. El etiquetado es una herramienta muy interesante para el momento en que uno va a adquirir por ejemplo un electrodoméstico, o una empresa va a definir la compra de equipos de producción.
Es interesantísimo el resultado inmediato. A veces uno compra un “chuveiro”, que puede ser muy barato pero seguramente no es muy eficiente. De repente tenemos que comprar un calefón que es más caro pero el calefón puede llegar a tener muchos beneficios a largo plazo para el cliente, a la larga vamos a gastar muchísimo menos energía y vamos a tener el mismo servicio; y si además ese calefón está hecho con elementos que son amigables al medio ambiente entonces estamos dentro de la caja de eficiencia energética que nosotros queremos.
Hay cosas muy prácticas en eficiencia, el concepto principal es mantener el confort. Esto no es ahorro energético, es eficiencia energética. Nosotros podemos estar acá con aire acondicionado y un gasto definido pero tenemos un doble vidrio que nos permite bajar las pérdidas y por lo tanto bajar el consumo teniendo el mismo confort.
JAE – Está el ejemplo de en invierno colocar burletes en las ventanas como una cuestión básica para ser más eficiente en el calefaccionamiento de los hogares.
AB – Justamente. El doble vidrio da muchos beneficios: aisla efectivamente, aisla acústicamente, aumenta nuestro confort y por supuesto baja el consumo.
El tema es que cuando se va a encarar un nuevo edificio tendríamos que poder ofrecer algún tipo de ventaja a quien está diseñando y a quien está construyendo respecto a la utilización de materiales modernos para que esto sea realmente una realidad. Si no siempre terminamos con los perfiles de aluminio más baratos, con el vidrio simple, y si pudiera ser sutil mejor porque entonces bajan los costos. Entonces tiene que haber una política de eficiencia energética y en eso estamos todos de acuerdo: el Partido Independiente (PI), el PN, el PC y por supuesto el Frente Amplio (FA). Pero es un trabajo largo, hay que introducirlo también en la Facultad de Arquitectura, en la Facultad de Ingeniería, es un trabajo que se tiene que hacer desde estos planes de eficiencia energética y va primero en la educación, luego en los medios y luego la gente inmediatamente reacciona.
JAE – ¿Y esta comisión va concluir con alguna recomendación en este sentido?
AB – Sin duda.
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JAE – Hay preguntas, reflexiones, datos. Por ejemplo: “Se considera que el 85% de la energía eléctrica utilizada en una lámpara incandescente se convierte en calor, solamente el 15% en luz”, que es en definitiva para los que la compramos y la usamos. Federico, de Rocha, dice: “¿Todavía no entienden que el crecimiento permanente en un planeta con recursos finitos es imposible?”, es una reflexión para dejar planteada y vamos a retomarla enseguida.
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JAE – Han llegado muchas reflexiones de la audiencia pero nos quedábamos con el comentario de Federico, de Rocha, a propósito de ese crecimiento permanente del planeta y esos recursos finitos.
AB – Sí. Es un concepto muy importante. Sin duda estamos creciendo como población en el planeta de una forma muy importante, porque el crecimiento no es lineal, pasamos rápidamente de 2.000 a 4.000 a 6.000 millones. Y evidentemente tenemos que apuntar a recursos que realmente nos permitan mantener el planeta, pero que a la vez sean reales para que nuestros hijos y nietos puedan vivir igual o mejor que nosotros, esperemos mejor.
En ese sentido es muy importante empezar a olvidarse de los fósiles. Además los fósiles le costaron al planeta cientos de millones de años para producirse y los estamos gastando en pocas generaciones. Entonces es importante el tema de introducir por ejemplo energía nuclear, que permite no afectar el medio ambiente en absoluto y tener una perspectiva de generación de largo aliento.
JAE – Ahora nos ubicamos en las fuentes pero para cerrar este asunto de la eficiencia energética hay otro mensaje que hace referencia a que “hay que empezar por los vendedores, que en general no saben nada”.
AB – Claro, ese es otro tema. En la experiencia que tuvimos con el BM –en 2004 nos enviaron una cantidad de expertos y después yo también di algunas conferencias en IRAM, en Argentina– intercambiando información nos dijeron que es muy importante que quien comercie, quien importe los productos y quien los compre en el medio, o fabricados en el medio, tenga conciencia de este aspecto de la eficiencia porque en definitiva todos nos beneficiamos, él también se va a beneficiar vendiendo productos de calidad. El público tiene que ser asesorado en ese sentido. El etiquetado es una simple etiqueta que aparece en el producto, con distintos colores y que después uno puede profundizar, y uno sabe inmediatamente con qué producto se está enfrentando, rápidamente divide la elección.
Entonces esto es muy importante como ayuda inmediata al cliente y también –como decía el oyente– porque el comerciante empieza a tener una tendencia hacia productos más eficientes y más conservadores del medio ambiente.
JAE – ¿Por qué defiende usted la energía nuclear en materia de generación?
AB – Yo defiendo la energía nuclear como podría defender el carbón si tuviéramos carbón, pero no tenemos. Uno puede decir que tampoco tenemos uranio, pero no, el tema es muy distinto en el caso nuclear. La energía nuclear puede ser una buena salida porque es una gran utilizadora de recursos, el uranio se utiliza en pequeñas cantidades y da grandes cantidades de energía. Podemos tener un horizonte muy largo de utilización de uranio, sobre todo con la renovación, y nos podemos independizar. España por ejemplo, cuando hizo sus últimas centrales, le puso al lado todo el combustible de los 40 años de vida y se independizó absolutamente de energía durante 40 años. Y hay países, países pequeños como el nuestro, que tienen 40% de energía nuclear y son gente que puede determinar una competencia a nivel internacional que nosotros no.
JAE – ¿Y Uruguay no es demasiado chico para tener una planta de energía nuclear?
AB – No, le aseguro que hay muchos casos de pequeños países como Holanda, o sobre todo Armenia que tiene más de 40% de energía nuclear en su matriz y eso los independiza terriblemente de presiones horribles que pueda recibir. Hay una cantidad de otros países pequeños que tienen energía nuclear, la han desarrollado y no han tenido ningún tipo de problemas sino más bien ventajas.
JAE – ¿Qué se dice de este tema en la comisión interpartidaria?
AB – El tema nuclear lo hemos tratado muy levemente porque hay una comisión sobre energía nuclear que propuso el presidente Vázquez, y que yo integro justamente representando al PC, y lo estamos discutiendo ya desde principios del año pasado. Por ahí se van a ir canalizando probablemente todas nuestras iniciativas. Pero en este informe también va a haber, por supuesto, un capítulo sobre energía nuclear.
JAE - ¿Definición?
AB – Propuestas, como por ejemplo nuestra propuesta, que está incluso en el programa de gobierno del PC, de las barcazas con energía nuclear que son ampliamente utilizadas desde hace creo que 40 años por lo menos en el norte de Rusia –yo trabajé 5 años en la Unión Soviética, después se volvió Rusia–.
JAE - ¿Cómo es la propuesta? Tengo aquí un artículo con imágenes, se ve una barcaza con una usina de energía nuclear adentro, ¿cómo lo explicaría brevemente?
AB – Ellos lo utilizan en cogeneración, utilizan la parte de energía eléctrica y también la generación de calor. Estas ciudades en el Ártico se aislan totalmente durante meses y no tienen recursos energéticos. Entonces se acerca una de estas barcazas, se le da calor para calefaccionar las casas –en el norte de Europa es muy común tener calefacción distrital: se calienta en un solo lugar y luego se distribuye por todas las casas– y energía eléctrica. Estas barcazas tienen unos pequeños reactores nucleares de 35 MW, a veces son 2 con lo que llegan a 70 MW de potencia que son las cantidades que quizás pueden ser muy útiles para Uruguay mientras se soluciona el problema final. Esto sería una solución…
JAE - …algo de emergencia.
AB – Es una solución de emergencia, que es lo que estamos buscando, lo que está buscando UTE, lo que está buscando el gobierno, salir de esta situación, tener un respaldo y no tener que caer en la compra de energía eléctrica a países que a la vez tienen carencia de energía eléctrica.
JAE – ¿Es más barato que por ejemplo una planta térmica?
AB – Sí, sin duda y aparte nosotros alquilaríamos estas barcazas y ellas volverían luego con el reactor completo, o sea que tampoco tendríamos problemas de residuo. Sería simplemente comprar una cantidad de energía, durante un cierto tiempo, con un precio muy bajo porque la energía nuclear está a la altura de la hidroeléctrica por ejemplo, o del carbón.
JAE – ¿Esta puede ser una propuesta a incluir en el trabajo de la comisión?
AB – Está incluida en el programa del PC…
JAE - …¿pero hay acuerdo entre los partidos políticos para avanzar con esta propuesta?
AB – Lo que ocurre es que eso ya es parte del tema interno, de lo que va a salir como documento al final, preferiría no ahondar en eso. Pero la propuesta está.
JAE – Fernando pregunta por la energía de hidrógeno.
AB – Eso es excelente. El hidrógeno en este momento va a ser seguramente el más desarrollado de los próximos años y ya hoy hay realidades importantes en transporte. Siempre hablamos de energía eléctrica pero nosotros gastamos muchísimo más en transporte, entonces hay que buscar sustitutos.
La energía nuclear y el hidrógeno se llevan muy bien. Si nosotros en un momento dado tenemos una central importante y tenemos un consumo que no es absorbido completamente por la demanda, podemos perfectamente fabricar hidrógeno y utilizarlo en celdas de combustible para transportarnos. Podemos tener un transporte limpísimo porque con celdas de combustible estamos consumiendo hidrógeno y la salida en el caño de escape sería agua. ¿Se imaginan los ómnibus de Cutcsa, los autos particulares? El nivel de polución bajaría dramáticamente.
El hidrógeno es algo que ya en Argentina se está desarrollando muy bien, en el sur hay granjas eólicas que producen hidrógeno y que alimentan carros eléctricos.
Es un tema que depende de que nosotros empecemos también a estudiar. En Tecnogestión, un laboratorio que se armó dentro del Ministerio de Industria y Energía que todavía sigue funcionando muy bien, teníamos un capítulo sobre el desarrollo de celdas de combustible.
JAE – Estamos hablando de demanda, estamos hablando de ofertas con alternativas, y seguramente el tema costo le pesa a mucha gente. Estoy mirando por ejemplo un cuadro comparativo de los precios que se registran en la región y vemos claramente que Uruguay está despegado arriba. Por ejemplo, en materia de energía eléctrica a nivel industrial después de Brasil viene Uruguay, después viene Chile y mucho más atrás Argentina; a nivel residencial Uruguay está por encima de Brasil, es el país más caro de la región; en fuel oil es el más caro; en gas oil es el más caro; en nafta también; en gas natural se ubica después de Brasil pero es el segundo. Es decir, en el comparativo estamos “en el horno”. ¿Cómo se está analizando entonces este fenómeno? ¿Va a formar parte de las recomendaciones de la comisión algo que signifique bajar estos costos?
AB – Sí, sin duda, la discusión estuvo rondando esos temas. Pensamos que tiene que haber sustitutos importantes para el transporte y para la generación urgentemente, porque nuestra dependencia del petróleo es demasiada para un país pequeño como el nuestro. Pequeño en términos relativos, yo creo que es un país grande, que tiene muchas posibilidades, pero estamos en una condición en la cual siempre negociamos en una relación de inequidad con dos vecinos inmensos como Argentina o Brasil.
El tema de la globalización creo que nos ha beneficiado muchísimo en el mundo, pero sin duda recomendaciones de este tipo son bienvenidas por el gobierno; el gobierno ha sido hasta ahora muy permeable a nuestras propuestas. Los integrantes de la comisión de energía nos conocemos mucho y pensamos que va a ser un primer documento interesante. Me alegró mucho de que el presidente electo, José Mujica, haya pensado que este mecanismo pueda seguir más allá del 1º de marzo, me parece muy interesante. Habría que definir dónde estamos porque hay algunos cometidos que son exclusivamente del Poder Ejecutivo y otros que son del Poder Legislativo, y nosotros no podemos estar pisando los pies de uno y de otro, tenemos que definir un poco más.
Pero creo que estamos llegando a un nivel interesante en el cual podemos empezar a pensar como un país europeo, en el cual los partidos se pongan de acuerdo en ciertos puntos de políticas de largo alcance y entonces hoy desarrolle algo el FA, mañana el PC, pasado el PN y sigamos en grandes acuerdos de política que pueden beneficiar mucho al uruguayo y al país.
JAE – ¿Pero en particular usted dice que el presidente electo está interesado en que esta comisión siga trabajando después del 1º de marzo que vaya conexión con el Poder Ejecutivo, con el Ministerio de Industria y Energía como una comisión asesora?
AB – Yo estoy en la oposición, estoy esperando la idea del presidente y sin duda la seguiremos porque nos parece muy positiva, nos pareció muy positivo desde el inicio. Vamos a decirlo claramente: cayó muy bien.
JAE - Pero podría darse el caso de que, ya asumido el gobierno de José Mujica, los partidos de la oposición sigan colaborando en esta comisión por ejemplo.
AB – Esa es la idea. Solamente el carácter de la comisión es el que hay que aclarar desde el Poder Ejecutivo.
JAE – Usted hacía mención al uso de la energía a nivel del transporte. ¿Qué alternativas pueden surgir? ¿Los agrocombustibles tienen futuro, tienen perspectiva de crecimiento en el país?
AB – Sí, tienen perspectiva pero hay una cantidad de temas a solucionar y a acordar. Una cosa que sí podemos hacer rápidamente es por ejemplo volver un poquito más eficiente a nuestra flota. El tener elementos ineficientes y de muchos años, una flota muy antigua, implica una gran cantidad de consumo innecesario y también un ataque al medio ambiente. Entonces por ahí podríamos empezar rápidamente, como en el tema de eficiencia si empezamos a probar edificios inteligentes, a beneficiar a los edificios que tengan aberturas inteligentes y que sean muchísimo más eficientes.
Yo creo que esas son las cosas prácticas que podemos inmediatamente empezar a apoyar, y si todos los partidos de la oposición están de acuerdo y el gobierno quiere desarrollarlos, no va a haber ninguna interrupción con el apoyo, no va a haber ningún segundo camino, ni fracaso.
JAE – ¿A qué se refiere con ineficiente? ¿A la edad de los motores, a la cilindrada?
AB – A la cilindrada, a lo antiguo de los motores. Hoy en día perfectamente podríamos tener ómnibus de mediana distancia o de largo alcance, como ya existen en el mercado, que pueden trabajar con diesel como siempre pero aprovechando un convertidor que después le permite tener motores muchísimo más eficientes y cuando está frenando está mandando energía a unas baterías.
Lo que le estoy diciendo es algo que está en el mercado en este momento, se puede comprar en Estados Unidos, y que además se ha utilizado en la ciudad de Rosario en los años 80. Un compañero mío de facultad lo desarrolló y hoy lo vende en Rumania y en otros lugares. No estamos hablando de cosas que están allá, simplemente es que hemos comprado mal y seguimos comprando mal. Pero lógico, esto yo lo entiendo también de los empresarios del transporte, si usted no me da pautas y no me da beneficios, ni incentivos, ni me orienta un poco en la compra, evidentemente yo voy a comprar lo más barato, lo más asequible, lo más a tiro que tenga.
JAE – La pauta desde el Estado se puede dar por la vía de algún subsidio para promover la venta de determinado producto o puede venir por el lado de un castigo vía impuesto para bajar el atractivo de vehículos que no son eficientes en materia energética. ¿Va por ahí la idea?
AB – También puede ser por el hecho de que si hay un empresario que quiere hacer un up grade, comprar productos mucho más eficientes, no se lo castigue tan terriblemente y se le dé créditos, se lo ayude en su gestión y se lo vea como algo positivo y no como algo negativo que va a competir mal con los demás que hoy tienen equipos más ineficientes, más polucionantes. Es un tema de la visión que se da de arriba, que de alguna manera siempre influye en todos los que estamos en el mercado.
La visión es muy importante, es tan importante como cuando usted toma una determinación desde arriba de largar mil presos a la calle, es una idea que usted está largando a la gente que puede tener consecuencias positivas, negativas o puede tener de las dos. En este caso hay que ser claro: si viene un empresario con transporte de larga distancia, quiere invertir en productos que son verdes ecológicamente, que nos van a beneficiar a todos y que además nos van a empezar a permitir trabajar con tecnologías más evolucionadas…
JAE - …¿eso no ocurre hoy?
AB – No, eso no ocurre, no hay ningún beneficio.
JAE – Quizás no ocurre en este gobierno, tampoco ocurrió en los anteriores.
AB – No, tampoco. Hay otros temas que se intentaron en algún momento de hacer más eficiente el diseño de las líneas de transporte, porque eso también es muy importante. Si uno toma un ómnibus aquí sabe perfectamente que a veces en un horario le pasan todos los ómnibus juntos y luego pasan 45 minutos sin que pase ninguno. Además tenemos ómnibus que son terriblemente grandes, que destrozan las calles, que son tremendamente ineficientes y a la vez son incómodos.
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JAE – ¿Está medido el impacto del ferrocarril una vez que se relance como instrumento de transporte?
AB – Muy buen tema, ese es un temón realmente.
JAE – Se supone que es más eficiente que el sistema actual que tiene el país.
AB – Vamos a decir una cosa negativa y otra muy positiva. La negativa es que prácticamente en ninguna parte del mundo hay ferrocarril que no se subsidie. La positiva es que es la mejor manera de transportar mercadería en cualquier país y en cualquier situación, sobre todo para nosotros. Nosotros tenemos una tradición de ferrocarril excelente, que hemos perdido con el tiempo, y hay que invertir muchísimo en infraestructura, ese es el punto débil por el cual todos los gobiernos han fracasado.
JAE – No se arranca de cero pero...
AB – Han visto el descarrilamiento del otro día. ¿Por qué es eso? ¿Por las máquinas? ¿Por el parque rotativo? No, es por las vías. Las vías están en un estado tremendo y son algo que el camionero no paga, por ejemplo; el camionero nos va consumiendo inversiones tremendas que se hicieron, por ejemplo en la época de Lucio Cáceres, que estamos perdiendo, pero el que usa el transporte de camiones no lo paga. En cambio en el ferrocarril hay que pagarlo.
Fuente: http://www.espectador.com/1v4_contenido.php?id=173367&sts=1