sábado, 30 de enero de 2010
Uruguay-1930: Charrúas completan fiesta con éxito ante Argentina
La primera Copa Mundial de fútbol tuvo por escenario a Uruguay a mediados de 1930 y se saldó con una explosión de júbilo de la hinchada local, cuando su selección conquistó el título al vencer a Argentina.
La euforia por organizar la cita inicial se completó con la victoria 4-2 sobre su vecino en la final, celebrada en el majestuoso Estadio Centenario de Montevideo, el 30 de julio de ese año.
En mayo de 1929 la Federación Internacional de ese deporte (FIFA) eligió al país suramericano como sede de la lid, una idea acariciada desde el surgimiento de la entidad, en 1904, y consumada gracias al esmero del francés Jules Rimet.
Para el dirigente deportivo francés el balompié podía fortalecer los ideales de una paz permanente y verdadera -pocos años después de concluida la Primera Guerra Mundial-, por lo que propuso la creación de un torneo universal.
Los títulos en los Juegos Olímpicos de 1924 y 1928, junto a la celebración del centenario de su independencia en 1930 impulsaron la designación de los uruguayos para albergar la justa, en detrimento de varias naciones europeas.
La noticia no logró muy buena acogida en el Viejo Continente, y hasta dos meses antes del inicio del certamen sólo habían confirmado su presencia equipos de América.
Sin embargo, las gestiones de Rimet -entonces presidente de la FIFA- permitieron que Francia, Rumanía, Yugoslavia y Bélgica participaran en la competencia junto a los anfitriones, Argentina, Brasil, Paraguay, Chile, Perú, Bolivia, México y Estados Unidos.
Los 13 seleccionados fueron encuadrados en tres grupos de tres integrantes y uno de cuatro, cuyos ganadores clasificaban a las semifinales.
El once francés atesora el honor de la victoria en el partido inaugural, al imponerse 4-1 al cuadro mexicano y partir como puntero de la Zona 1.
Sin embargo, sus aspiraciones se vieron frustradas luego de las derrotas ante chilenos y argentinos, a la postre triunfadores de esa agrupación.
La llave 2 dejó como vencedor a la escuadra yugoslava, que se aseguró la primera posición con éxitos frente a los brasileños (2-1) y bolivianos (4-0).
El apartado 3 tuvo como dominador a Uruguay a costa de Rumanía y Perú, a los cuales batió por 4-0 y 1-0, respectivamente.
Entretanto, los estadounidenses no afrontaron muchos problemas para deshacerse por sendos 3-0 de paraguayos y belgas en el grupo 4.
FINAL RIOPLATENSE En su encuentro semifinal contra el plantel norteamericano, la albiceleste volvió a patentar su potencial ofensivo al imponerse por 6-1.
Un día después los charrúas aplastaron por el mismo marcador a los yugoslavos -única selección europea que sorteó la primera fase-, con lo cual quedó pactado el clásico rioplatense en la disputa por el título.
Cerca de 80 mil aficionados acudieron al Centenario para presenciar la primera final del que con el tiempo se convertiría en el segundo mayor evento del deporte universal.
El equipo anfitrión salió dispuesto a sellar de la mejor manera su fiesta mundialista y se puso en ventaja a los 12 minutos, con un gol de Pablo Dorado.
Sus adversarios llevaron el vértigo a las gradas cuando dieron vuelta a la pizarra con dianas de Carlos Peucelle (20) y Guillermo Stabile (37), para irse delante al descanso.
En la segunda parte, los locales acudieron a la naciente garra charrúa y consiguieron la remontada, en virtud de las anotaciones de Pedro Cea (57), Victoriano Iriarte (68) y Héctor Castro (89).
Tras consumar la victoria, el capitán José Nasazzi recibió el trofeo, de cuatro kilogramos y 30 centímetros de altura, de manos de Rimet.
La tercera posición correspondió a Estados Unidos, actuación que nunca más ha podido igualar.
Individualmente lo más significativo resultó la actuación del argentino Stabile, líder goleador, con ocho perforaciones en apenas cuatro partidos.
El Mundial de Uruguay también pasó a los archivos por ser el de menor cantidad de escenarios, pues apenas tres instalaciones, todas en Montevideo, albergaron los 18 desafíos celebrados.
Otro hecho curioso aconteció en el duelo Argentina-Chile, que enfrentó a los dos directores técnicos más jóvenes en la historia de esas lides, Juan José Tramutola (27 años) y Gyorgy Orth (29), respectivamente.
Artículo escrito por Frank Marín Vergara deportes@prensa-latina.cu
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