La adopción internacional está habilitada en Uruguay, pero requiere una serie de procesos que deben cumplirse a raja tabla. El INAU realizó aclaraciones ante las llamadas que recibió el organismo por la situación de los niños en Haití. La presidenta, Nora Castro, dijo que la adopción es la última opción que se maneja en las catástrofes.
El Instituto del Niño y del Adolescente del Uruguay (INAU), junto a Unicef y el Instituto Interamericano del Niño, Niña y Adolescentes (INN), realizaron una conferencia de prensa este lunes para explicar los mecanismos de las adopciones internacionales.
La presidenta del INAU, Nora Castro, dijo que antes de autorizar las adopciones de niños haitianos, se debe evitar el desarraigo físico, cultural y familiar.
Señaló que si en épocas de paz son absolutamente necesarios los requisitos, con más razón en esta situación de emergencia.
“Dando los pasos para resguardar los derechos de estos niños, como los derechos de otros niños y otros países en situación similar. Las propias instituciones que operan a nivel de campo están trabajando en el traslado fronterizo y las evacuaciones para evitar el riesgo circunstancial, que en definitiva son adopciones encubiertas, que son ilegales”.
Desde Unicef manifestaron la preocupación de los niños haitianos que han sido separados de sus familias y se asegura que 500.000 niños fueron afectados por el terremoto del pasado 12 de enero.
El representante del organismo en Uruguay, Gustavo de Armas, dijo a El Espectador que se trabaja intensamente en la reconstrucción de Haití.
De Armas afirmó que si bien no hay cifras oficiales se sabe que durante las catástrofes se dan casos de adopción ilegal, tráfico de niños y secuestros.
“La adopción internacional representa el último eslabón de una larga cadena que hay que recorrer en este momento, hay muchos pasos a dar en la recuperación de Haití, en afrontar las consecuencias del terremoto, las consecuencias sobre los niños y sus familias y pasos que deben ser dados siguiendo la formativa internacional en la materia, la Convención sobre derechos del niño, el convenio de la Haya sobre adopción internacional y, naturalmente, tratando de asegurar el interés superior de que el niño sea efectivamente respetado”.
“Respecto a las acciones que venimos desarrollando desde Unicef para afrontar las consecuencias del terremoto, simplemente decirles que desde la semana pasada venimos trabajando muy fuerte con las autoridades haitianas y con el resto de las agencias en las principales áreas de asistencia. En este momento, la respuesta está concentrada en la provisión de medicamentos, en el acceso a agua potable y en alimentación. Naturalmente, en este contexto, muchos niños y adolescentes están separados de sus familias y no tienen acompañamiento. Por eso la protección de los niños y la creación de centros de acogida y tratar de indagar el vínculo con su familia para lograr la revinculación con sus familiares, nos parece fundamental”.
Mientras tanto, la directora del Instituto Interamericano del Niño, Nina y Adolescentes, María Dolores Aguilar destacó la importancia de reencontrar a los menores con algún integrante de su familia.
Aguilar dijo a El Espectador que si bien muchos niños perdieron a ambos padres durante el terremoto, pueden ser criados por algún tío, hermano mayor o familiar haitiano.
“La protección integral de los niños, son elementos que tenemos que tener muy claro, antes de tomar cualquier tipo de decisiones, el artículo 10 de la Convención habla sobre asegurar bajo cualquier circunstancia, la reunificación familiar, hemos de cumplir ese principio. Un tercer artículo que está en la Convención habla sobre evitar traslados ilícitos y hace una descripción de la que tenemos que hacer una interpretación clara. El artículo 20 habla sobre los cuidados especiales y alternativos en cuidados de emergencia”.
Fuente: http://www.espectador.com/1v4_contenido.php?id=172482&sts=1