sábado, 10 de julio de 2010

Mujica instó a trabajar por un Estado "vigoroso, fuerte y puro músculo"


Función pública. Anunció leyes nuevas que serían "garantía y no traba" de una reforma estatal

El presidente de la República, José Mujica, volvió a insistir en las necesarias reformas para poder alcanzar un Estado "vigoroso, fuerte y puro músculo", entre otras cosas, como forma de garantizar la necesaria distribución de la riqueza.


Presidente. "No va a ser sencillo" y "si los trabajadores no entienden, es imposible caminar. En la audición "Habla el Presidente", que se trasmite por la emisora M24, el mandatario dijo que va a costar implantar el "sentido de pertenencia" en los funcionarios públicos, quienes deberán comprender que "el honor de trabajar en el Estado es tener que ver con la suerte general de la nación entera".

En la parte central de su alocución, Mujica volvió a referirse a la necesaria transformación del Estado. Dijo que cuando habla de estos temas "alguna gente se siente como ofendida y como dolorida. Y el problema no es de carácter personal, ni mucho menos, es con los funcionarios públicos, que en definitiva no son otra cosa que la consecuencia de una hipertrofia mucho más genérica y grande, que viene en brazos de nuestra propia historia, de nuestra propia construcción nacional".

"Hay gente que sueña con leyes, que cree que los cambios en una sociedad necesitan un alud de leyes, y no es que las leyes no tengan importancia, más allá de que la tienen, y ¡ay de los hombres! si no existen garantías de derecho que en alguna medida nos reglen, nos regulen, nos ordenen, nos acoten".

En ese marco, dijo que el pasado lunes comenzó en el Consejo de Ministros la discusión de "cambios fundamentales" que, en el fondo, modifican la forma de encarar filosóficamente la función pública.

"Hay más de 500 grupos económicos en este mundo que superan largamente el PBI de estados como Uruguay y tantos otros. Nadie vota, no tienen himno ­aunque suelen tener bandera­, no ocupan un asiento en las Naciones Unidas, pero vaya que tienen poder", afirmó Mujica.

"¿Cual es el futuro de gobiernos como los nuestros? ¿Tendremos que ocuparnos pura y exclusivamente de alfombrar el ingreso de grandes inversores que vengan de afuera, a veces tratándolos mejor que los que están acá? ¿Y cómo vamos a terciar ante ese fenomenal poder en las sombras, que es real y que pesa más que cualquier Estado?", preguntó.

"Solamente teniendo estados vigorosos y fuertes, solamente teniendo estados puro músculo, que en definitiva pongan los límites, cuiden la cancha, establezcan las reglas y garanticen que la multitud inmensa de pequeñas realizaciones y de pequeñas empresas, que son en definitiva las que terminan distribuyendo la riqueza, las que comparten, las que dan respuestas a la inmensidad de los puestos de trabajo, aunque no son las que manejan mayor cantidad de valores, estén amparadas, puedan subsistir, puedan existir; y la única garantía es que existan estados fuertes, vigorosos, que no renuncien a su prerrogativa, pero que no sean un peso para la nación sino que sean exactamente lo contrario, que sean un acicate para la nación".

Mujica dijo que "es por eso que inevitablemente tiene que haber estados fuertes, que obliguen a la convivencia mesurada, y no puede haber convivencia mesurada en una sociedad si la sociedad no reparte. No alcanza con multiplicar los panes y llenar los vasos, porque la práctica está demostrando que el derrame por sí solo no arregla nada". Señaló que en los últimos años hemos visto que hay países donde la economía crece "y al mismo tiempo puede crecer la pobreza".

Para el mandatario, "tenemos que darnos cuenta de que para tener un Estado fuerte y con músculos, tenemos que tener un Estado que esté a leguas de ser un Estado burocrático. Es un compromiso de carácter central. ¿Lo entenderemos? ¿Podremos colocarnos por encima de la visión sectorial? ¿Nos podremos poner la celeste? Este es el gran desafío que tenemos por delante", sostuvo.

El Presidente considera que "el gran cometido del Estado es servir, empujar, ser un burro de arranque para la esperanza de la nación entera. No estados que succionan, sino estados que empujan, que ayudan, que multiplican la energía creadora de la gente".

Más adelante, dijo que "si no tenemos un pensamiento orientador, la realidad nos llevará para cualquier parte, padeceremos la historia, construyendo apenas historieta". Por estas razones el lunes pasado se inició esta discusión en el Consejo de Ministros, "que paradojalmente, por los carriles que anda, nos lleva a tener que hacer algunas leyes nuevas, pero que mucho más tendremos que devastar un conjunto de leyes que se han transformado en trabas y no en garantías".

"Hay que multiplicar las garantías y no las trabas. Pero la realidad más profunda es iniciar un proceso que significa una larga lucha para cambiar nosotros mismos. A nadie le tenemos que achacar las dificultades que tenemos que vencer nosotros mismos, que son nuestras. Tenemos que asumir, tenemos que tener sentido de responsabilidad, no debemos edulcorar, pero esto no significa ni odiarnos, ni despreciarnos, ni antagonizarnos, significa el intento de superarnos", remarcó.

"Descuento que no va a ser sencillo y que la primera discusión hay que tenerla con los trabajadores. Y que si los trabajadores no entienden, es imposible caminar. Y que no se convence a prepo a nadie. Por eso este proceso va a ser muy arduo y apenas lo iniciaremos, pero toda la apertura que estamos practicando es para que algunas cuestiones centrales se transformen en un acervo de la nación y no en un acervo meramente partidario".