viernes, 9 de julio de 2010

"ESTA ACTUACIÓN HONRA A LA IDENTIDAD DE LOS URUGUAYOS"


Víctor Hugo Morales reflexionó sobre los logros de la selección uruguaya en
Sudáfrica. "El minuto final contra Holanda fue epopéyico, homérico, fue todo lo que uno quiere de la vida, dejar hasta la última gota de dignidad, de vergüenza, de
transpiración en pos de una ilusión".


“Creo que ha sido una etapa maravillosa del fútbol celeste cuando jugaron las
eliminatorias en algunos reportajes que me hacían en Montevideo yo arriesgaba que este
seleccionado podía pasar a octavos, estar en cuartos de final porque hubo en algunos
partidos como contra los brasileños atributos muy serios que en el vaivén de las
eliminatorias no se apreciaron cuando se hizo el balance total sobre todo teniendo en
cuenta el partido con Argentina”, afirmó Víctor Hugo Morales en el programa En
Perspectiva.

“Pero ya Uruguay mostraba una capacidad de anticipo y un fútbol de una velocidad, con
dos o tres jugadores muy interesantes por otra parte, empezando por Pablo Forlán, por
Diego Pérez, por Suárez, que lo colocaban como un equipo mucho más amenazante en el
campeonato del mundo de lo que se pensaba después de las eliminatorias”, agregó.

“Lo corroboró, jugó siempre de regular para arriba, en algunos partidos como el de
anoche muy bien, dio gusto ver la entrega, la capacidad táctica del equipo, la decisión
con la que encararon a un seleccionado como el holandés que aquí se veía ya como una
especie de cuco que podía doblegar fácilmente a Uruguay como prácticamente al resto de
los seleccionados salvo a los tres o cuatro equipos más poderosos del mundo”,
reflexionó.

Me sentí orgulloso, me sentí pleno, representado, y feliz de ver esta evolución que ha tenido el fútbol uruguayo. Yo relaté otro que era más lento, más posicional, menos
ofensivo, menos anticipador del juego en cualquier sector como lo hace desde algunos
años sobre todo ahora con la batuta del maestro Tabárez. Quiero decir que estoy
felicísimo por lo que ha hecho”.

“En la Argentina todo el mundo ha hecho una fuerza tremenda por el fútbol celeste, hay una gran admiración, siempre digo que los uruguayos somos una pasión no correspondida de los argentinos, aunque eso se ha ido curando con el tiempo a mí me parece que no hay tanta contra en Uruguay de lo que hace la Argentina por aquello del país grande y el país chico. Pero del otro lado en la Argentina el amor por lo uruguayo, el gusto que les provocaba que la selección celeste anduviera tan bien, me parece que ha sido enorme y lo he podido recabar en todos los contactos que tengo periodísticamente con mi programa, tanto el deportivo como el de interés general, por lo cual me parece que es una síntesis ese reconocimiento internacional porque para nosotros es muy fácil pasa por el orgullo, por la visita cariñosa de los viejos duendes maravillosos del fútbol uruguayo que parecían estar flotando en este campeonato del mundo para impulsar a los jugadores a conquistas verdaderamente muy importantes”.

“Viene ese partido por el tercer puesto, ojala que Uruguay pueda terminarlo con otra
dignísima actuación que no necesariamente tiene que contener una victoria pero que le
pueda poner un broche de oro si es posible a esta actuación absolutamente inolvidable
que honra al fútbol, a la historia, y a la identidad de los uruguayos”.

Morales cree que esta selección marca un antes y un después en los últimos 40 años de
las selecciones uruguayas. “Yo en las eliminatorias ya había advertido en el fragor de la competencia, las eliminatorias son muy difíciles porque tienen esos partidos
visitantes que casi siempre con un empate uno se va contento pero la derrota anda
rondando como una sombra. Los partidos de local se complican contra los débiles porque se cierran atrás contra los grandes porque son peligrosos como Brasil, como Argentina, entonces esto no deja ver muchas veces la capacidad real que tiene un equipo”.

“Estoy contento de haber constatado que esas posibilidades del fútbol uruguayo son
ciertas porque es bueno pensar que esto no es una casualidad y que ahondando en la
tarea que se ha realizado, creyendo en estos jugadores, en la mística que por otra
parte le han trasmitido yo diría que hasta los otros deportes mirándose en el fútbol
por toda la trascendencia el relieve que alcanza hay un futuro interesantísimo
también”.

“Esto vale la pena ponerlo en un cofre de aquellos que contienen derrotas honrosas como la del 54, maravillas incomparables como las del 50, y episodios entusiasmantes como los del Mundialito; esta etapa va también a un cofre de cristal, embalsamamos de alguna manera esta alegría y la guardamos para todos los tiempos. Nosotros somos de espíritu nostálgico y un poco melancólico y es probable que nos acompañe esto durante muchísimos años y se convierta en parte de una historia que para mí era el cuadro de la selección celeste del 50 en todas las gomerías, en todos los bares, crecí mirando esa figura y seguramente muchísimos chicos de hoy van a crecer años y años viendo en todos los sitios la fotografía de estos muchachitos orientales que han sido un poco próceres del deporte”.

Morales tuvo palabras de elogio para el técnico Celeste. “El planteo de Tabárez ha sido magnífico, estupendo. En el partido contra Ghana quedó el recuerdo de cómo lo ganó pero Uruguay lo tendría que haber ganado yo estaba muy fastidioso en ese partido porque decía “perder por penales esto me va a dar una bronca tremenda, me va a dar mucha rabia, frustración”, porque Uruguay jugó, tuvo dificultades, fue un partido estupendo en el que hubo chances de perder, de ganar, de recuperarse, pero su partido fue ejemplarmente planteado”.

“Lo de Uruguay ha sido ejemplar, ha sido magnífico, redondito por donde se lo mire,
perfecto hasta en la conducta. Yo tenía miedo que ayer por ese problema que había con
un jugador de Holanda alguno pegase un moquete y se armase un revuelo, hubo ahí alguna cosita pero era para dejarlo así intacto este recuerdo, no mancharlo con nada. Y me parece que en ese sentido también fueron responsables porque ellos sabían posiblemente, la información al jugador siempre le llega, que había un gol nada menos que definidor del partido que no era lícito y se lo bancaron y siguieron peleando y los minutos finales el minuto final fue epopéyico, fue homérico, fue todo lo que uno quiere de la vida dejar hasta la última gota realmente de dignidad, de vergüenza, de transpiración en pos de una ilusión”.

“No se rindieron nunca, fíjense ustedes que Argentina el reproche más grave que yo le
hago al equipo de Diego es que después del 2 a 0 de Alemania se relajó, se echó a
morir, como el jugador de tenis que ya ve que el partido está perdido y la tira a la
tribuna, como el boxeador que se deja golpear en la cara porque está con rabia porque
las cosas no le han salido, así actuó la Argentina. Uruguay injustamente estaba 3 a 1,le pudieron poner el partido 4 a 1 y seguía luchando con una seriedad que a mí me
parece que también es digno que se remarque”.

“Uruguay ha recuperado ciertas formas de alegría y esto, para quien está pendiente
permanentemente del Uruguay pero tiene que verlo a distancia, es algo como para
celebrar la vida”.