Los recursos públicos, según el Presidente de la República, son sagrados. José Mujica comprende que cada vez que se dilapida la hacienda estatal, castigamos a todos los uruguayos, pero sobre todo, a los más indefensos. Por eso, a lo largo de la jornada y en los distintos Ministerios que recorrió, abogó por derribar las liturgias propias de la función pública y volcar las experiencias acumuladas hasta hoy en reformas estatales.
Las distintas comparecencias públicas del Presidente de la República, José Mujica, en los diferentes Ministerios, sirvieron para explicar algunas líneas que se impulsarán durante su gestión. En especial, lo referente a la reforma del Estado. Para Mujica, los recursos públicos son sagrados y cuando son dilapidados, se castiga a todos los ciudadanos, en especial a los más indefensos.
La reforma, explicó el Presidente, es una reforma técnica, pero también es una transformación ética: el proceso comienza con nosotros mismos. No hay reforma posible si la gente que posee quince años de experiencia en su labor no se replantea su trabajo, dijo en el auditorio del Ministerio de Ganadería, durante esta mañana. En el Ministerio de Desarrollo, sostuvo que "todos somos trabajadores públicos y por tanto, tenemos una responsabilidad social. Debemos demostrar que se puede trabajar distinto."
"Ser un país derecho, que trabaje con ganas, nos va a servir para la vida al servicio de la reproducción de bienes para todos", dijo en la sede del Ministerio de Turismo. Ser un servidor público nos convierte en un trabajador para la gente, sostuvo el Presidente Mujica.