Trabas. Analizan normas del BCU y obligación de contratar uruguayos en zonas francas
Lucía Baldomir
El cambio de normas para las empresas financieras radicadas en Argentina y el cierre de las operaciones en la región de otras firmas están impulsando el interés de algunos brokers por radicarse en Uruguay para atender a sus clientes.
En las últimas semanas tanto los ejecutivos de Zonamérica como los del exclave Aguada Park han recibido contactos de empresas financieras interesadas en instalar representaciones en el país, así como de asesores en inversión o brokers que analizan la posibilidad de operar desde Uruguay.
"Ruido se está escuchando, las consultas son varias, diría que media docena las han hecho en el último mes, pero de ahí a definiciones de concretar todavía no", dijo a El País el director de la zona franca Aguada Park, Roberto Yanuzzi, exclave que inaugurará sus oficinas el próximo 24 de marzo.
Yanuzzi especificó que "hay empresas que están cerrando sus operaciones en América Latina como Wachovia y en esos casos los que buscan soluciones son los propios brokers".
Lo mismo percibió el abogado y socio de Ferrere, Diego Rodríguez, que dijo a El País que "algunos clientes nos han planteado que consideran mudar parte de operaciones y empresas a Uruguay, instituciones de primera línea con carteras interesantes; algunos bancos ya lo están haciendo".
Para Rodríguez una de las causas de la motivación de las empresas o brokers es la modificación de normas que hizo el Banco Central Argentino que, sobre fines del año pasado, limitó la actividad de las oficinas de representación no permitiendo, entre otros puntos, captar recursos financieros de clientes de ese país para la entidad representada.
"Muchas de estas representaciones en banca privada se basaban en clientes argentinos con inversiones en el exterior" pero con la nueva normativa "ninguno va a poder seguir registrado así", lo que "genera un cambio en la forma en que los bancos estructuran su negocio de banca privada".
Según el abogado de Ferrere, varias de estas empresas están interesadas en operar bajo el régimen de zonas francas pero ven como una traba inicial la obligación de contar con un 75% de personal uruguayo y 25% de extranjeros, dado que el grueso de la operación vendría desde el exterior con personal de otro país.
Una excepción se hizo cuando Merril Lynch se instaló en Uruguay en donde el grueso de la operación era manejada por argentinos. Sin embargo, pasado un lapso el gobierno hizo un plan de readecuación para volver a los estándares previstos por la ley.
Según Rodríguez, "sería bueno tratar de aprovechar esta oportunidad que se está dando para captar empresas y hacer algún tipo de excepción para que se puedan instalar porque las personas que vienen podrán no ser tantas pero tienen un poder adquisitivo alto que se traduce en un fuerte consumo para el país".
Consultado al respecto el Director de Comercio, Fernando Antía, dijo a El País que el gobierno está abierto a hacer una excepción tal como lo prevé la ley (15.921 en su artículo 18) "siempre y cuando las circunstancias justifiquen" la modificación de la exigencia de contar con un 75% de personal de nacionalidad uruguaya y un 25% de extranjeros. "Así ha sido en el pasado en algunos casos, pero fueron situaciones en transición".
El interés por las zonas francas surge, más allá de los aspectos tributarios, porque desde allí se concentran los servicios para no residentes.
El gerente general de Zonamérica, Jaime Miller, -que también ha recibido consultas en este sentido y cree que podrían llegar inversiones desde Argentina y Brasil- mencionó que más allá de las trabas por el porcentaje de uruguayos y extranjeros que deben trabajar en las empresas hoy, otro de los puntos que miran los interesados son las nuevas normas del Banco Central.
Entre estas figura una comunicación de la autoridad monetaria que obliga a contar con un registro de clientes.
"Preocupa el alcance de esa información y que se pueda acceder al barrer porque se puede cumplir sin perjudicar la transparencia", dijo Miller. En los hechos, en el mercado se teme que se pueda salir a la "pesca de datos" sin ningún motivo particular, lo que "no genera confianza en los inversores que prefieren la privacidad".
Consideró que "sería oportuno que se revisara porque podríamos perder oportunidades de inversiones de empresas que son atractivas desde el punto de vista del empleo que generan como de todo lo que se desparrama luego al resto de la economía".
Dentro de Zonamérica hay 55 empresas financieras operando que dan trabajo a más de 1.500 personas con sueldos "bastante altos", según Miller que agregó que "aportan al Banco de Previsión Social, al Impuesto a la Renta de las Personas Físicas y consumen, lo que implica que son una interesante fuente de ingresos fiscales para el gobierno". Además "representan una fuente de trabajo para economistas, administradores de empresas y contadores que pueden trabajar en el back office de estas empresas que en Uruguay dan soporte a los brokers".
Si bien todavía los negocios no se han concretado la apuesta es grande. Por lo pronto, Zonamérica prevé la construcción de un edificio destinado exclusivemente a lo fianciero. (El País)