viernes, 11 de diciembre de 2009

Críticos de Uruguay aplauden y premian documental “El Juez y el General”

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El exitoso documental chileno norteamericano “El Juez y el General” obtuvo dos importantes reconocimientos de la crítica especializada en Uruguay.
La cinta recibió los premios “Mejor Film del Festival Internacional de Cine Documental de Atlántida” y el “Premio de la Crítica Uruguaya”.

Basado en las investigaciones sobre derechos humanos que realizó el Juez Guzmán en Chile, el trabajo fue realizado por el cineasta magallánico Patricio Lanfranco y la periodista norteamericana Elizabeth Farnsworth.

A su llegada a Santiago, Patricio Lanfranco manifestó su satisfacción ante estos nuevos premios “especialmente viniendo de Uruguay, que no sólo es uno de los países más democráticos de América Latina, sino que además es la cuna de Mario Benedetti”.
Cabe recordar que “El Juez y el General” fue finalista de los Premios Emmy en Estados Unidos, ganando además la Mariposa de Plata en Holanda, el Premio Pukañawi en el Festival de Sucre, Bolivia, más el premio “Cine Otro” de Valparaíso.
Además recibió el reconocimiento del Sindicato de Directores de América (DGA) por “logro sobresaliente en la Dirección documental” posicionándolo como uno de los cinco mejores documentales del mundo.

El reporte con esta noticia fue entregado por el también cineasta magallánico Alejandro Ferrer, quien vive en Chicago, Estados Unidos y que mantiene un diálogo constante con Lanfranco.

Criado en Punta Arenas entre 1959 y 1970 y de profesión economista, Lanfranco posee una dilatada trayectoria en el ámbito de la televisión nacional con incursiones además en el campo de la música.

“El Juez y el general” (The judge & the general) una producción de Chile y Estados Unidos, ha recibido premios en Chile, Bolivia, Holanda y Estados Unidos durante 2008 en reconocimiento a la calidad de la cinta.

El documental sigue el proceso de investigación judicial que inició el entonces Juez Juan Guzmán contra el ex dictador Augusto Pinochet, luego de que se establecieran en 2003 las mesas de diálogo para abordar las violaciones a los DD.HH., que acordaron designar jueces para indagar exclusivamente estos casos.

Respecto a este proceso, Lanfranco destacó que “esto significó que casos que estaban dormidos durante 30 años empezaron a agilizarse y uno notó que en las tribunales empezó a haber un desfile de militares convocados en calidad de testigos, procesados o acusados”.