GOBIERNO GARANTIZÓ mayor aumento para SALARIOS
SUMERGIDOS aunque atado a no perjudicar nivel de ocupación
El gobierno presentó los criterios básicos para negociar salario y busca que los aumentos no perjudiquen el empleo ni generen presiones inflacionarias.
Por Pablo Fernández y Miguel Noguez
Primer tiempo. Empresarios y trabajadores conocieron los criterios para negociar salarios.
Cuando un partido clásico termina empatado, habitualmente los jugadores de cada bando declaran a la prensa su impresión del encuentro resaltando lo positivo para su cuadro. Ayer el comienzo de las reuniones para instalar las reglas de juego de la discusión salarial fue similar.
Los trabajadores y empresarios escucharon al gobierno y luego declararon su conformidad con los planteos. Unos, el empresariado, resaltando la visión del gobierno con un escenario internacional "menos favorable" que puede permitir aumentos salariales más ajustados; y los otros, el movimiento de trabajadores, alentados porque los aumentos salariales acompañarán el crecimiento del país cuyas expectativas fueron aumentadas un día antes.
A pesar de ello ambas partes coincidieron en algo: la negociación va a ser más complicada y entreverada que las pasadas rondas. Esto se debe a que se estrenará un nuevo marco jurídico (Ley de Negociación Colectiva) y a que el gobierno pretende que se incluyan otros elementos y variables para determinar las fórmulas de aumento salarial.
Visiones espejo
El asesor jurídico de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Uruguay (Cncsu), Juan Mailhos, se mostró conforme con que la próxima ronda de negociación respete diferencias entre los sectores a negociar.
"Hay sectores que han sido ganadores y otros perdedores. Los niveles de crecimiento indican actitudes prudentes y (el gobierno) está en la línea de lo que piensa el sector empresarial en ese sentido", aseguró el empresario.
No obstante, indicó que se ve con "preocupación" la insistencia de ampliar la discusión negociando condiciones de trabajo. "Todas las sugerencias tienen costos para las empresas, habrá que ver qué está dispuesto a poner el gobierno. ¿Por qué hablamos de salud y seguridad en el trabajo y no decimos quién va a ser el que se haga cargo de las medidas dispuestas?", afirmó Mailhos.
La misma visión fue compartida por el presiente de la Cámara Metalúrgica, Miguel Oliveros, quien declaró a Ultimas Noticias que avizora una negociación "más complicada que la anterior si no hay una sintonía más fina" entre las autoridades de Economía y Trabajo.
Oliveros aseguró que la primera impresión que se llevó al retirarse de la reunión fue que los anuncios de Economía fueron "bastante realistas" con la situación por la que atraviesa el sector industrial, pero no así con las intenciones de Brenta. Según explicó se resumen en más costos para las empresas. "Una no fue espejo de la otra", concluyó.
Del lado sindical el dirigente del Pit-Cnt, Milton Castellano, comentó a la prensa que lograron obtener un paso positivo desde el punto de vista conceptual. Sin embargo afirmó que todavía es necesario "afinar más el lápiz y agregar más contenidos" para tener claro qué indicadores plantea el gobierno para determinar los aumentos contemplando la realidad sectorial.
A su vez manifestó que si bien es bueno llevar la negociación a un plano sectorial, las autoridades deben garantizar un reparto de las ganancias acumuladas para todos los sectores. "Queremos una estructura salarial que beneficie a todos. Buscamos que en un momento de crecimiento muy importante de la economía que va a seguir sostenido la torta se reparta en forma equitativa", subrayó Castellano.
Inflación y competencia
El gobierno fue claro: considera a la inflación como "el peor de los impuestos" a la ciudadanía. Así lo dijo Lorenzo en varias oportunidades. Por otro lado, las autoridades de Estado entienden que el crecimiento del país esta "fuertemente" condicionado al sector exportador y en ese sentido se comprometieron a mantener la competitividad frente al escenario internacional.
Por eso ayer, el ministro de Economía afirmó que en la negociación salarial se deberá tener atención en que los aumentos acordados no afecten la competitividad. Esto será controlado por el MEF. "La negociación debe hacerse cargo de un dilema entre la evolución de los salarios y competitividad en los sectores que están expuestos a competencia internacional", dijo el ministro.
En cuanto a lo referido a la inflación, Lorenzo explicó que se deberá tener "principal preocupación" en evitar que los aumentos salariales generen presiones inflacionarias. Esto también será especialmente vigilado por el MEF. Masoller dijo que en el pasado período las presiones inflacionarias fueron "fuertes" y que los aumentos salariales estuvieron "significativamente" por encima del Índice de Precios al Consumo (IPC). "El riesgo persiste y se debe ser muy cuidadoso en conciliar los acuerdos en materia salarial con las metas de inflación fijadas por el BCU", puntualizó.
Salarios sumergidos
El compromiso del gobierno para aumentar sustancialmente los salarios mínimos fue ratificado. Lorenzo dijo que hay un "compromiso explicito" pero puntualizó que los incrementos se garantizarán mientras no haya "manifestaciones evidentes que afecten los niveles de ocupación" de los sectores involucrados.
Además el ministro se comprometió a reducir el complemento de la cuota mutual. Afirmó que está dispuesto a que desaparezca, en forma gradual, una vez finalizado del período de gobierno.
Indicadores y componentes
La intención del gobierno para que las negociaciones salariales tomen en cuenta mayores aspectos sectoriales y reflejen con más detalle la realidad de cada sector será alentada con el suministro de nuevos indicadores. El objetivo es que los negociadores empresariales y laborales incluyan nuevos componentes y variables que formen parte de la formula salarial.
Lorenzo adelantó que encargaron al Banco Central del Uruguay (BCU) que realice expectativas de empleo para tener una estimación del crecimiento o los niveles de actividad del mes corriente.
A su vez, en términos de sector encargaron a la Dirección General de Impositiva (DGI), al Banco de Previsión Social (BPS) y a Uruguay 21 que aporten información sobre evolución de puestos de trabajo formales, ventas realizadas por los distintos sectores y sobre las exportaciones de cada uno de los sectores negociadores. "Es una batería de indicadores que queremos poner a disposición de los negociadores para mejorar la discusión e incluir otras variables", afirmó el ministro.
El director de la asesoría macroeconómica del MEF, Andrés Masoller, explicó en su informe que la heterogeneidad de los sectores no fue contemplada en el período pasado por el concepto de recuperar el salario perdido en el período 2000-2005.
El jerarca recordó que sólo 10 de los 230 acuerdos (en cada una de las tres rondas) incluyeron algún tipo de indicador de desempeño sectorial, algún tipo de indicador de ventas asociado a los aumentos salariales, indicador de ocupación, evolución del tipo de cambio e indicador de producción.
Actualizar categorías
La necesidad de que se modernice la clasificación de las categorías laborales fue uno de los puntos que el ministro de Trabajo, Eduardo Brenta, mencionó como elemento "central" a tener en cuenta. Brenta aseguró que será una de las funciones "principales" del Consejo de Salarios, porque desde el gobierno se considera que existe un "importante atraso" motivado por el desarrollo y la incorporación de nuevas tecnologías, que han generado la caída en desuso de varias clasificaciones laborales con las que aún se discute en la negociación colectiva. En este sentido, el secretario de Empleo del Pit-Cnt coincidió con Brenta y consideró que la "evaluación" de tareas que se quiere instrumentar es necesaria porque las categorías que están vigentes en la actualidad tienen más de 40 años.
Miércoles 12 de Mayo de 2010
Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.uy/prints/act01.html