viernes, 3 de diciembre de 2010

LATU, un poderoso motor del desarrollo

Quedaron inauguradas ayer las nuevas instalaciones del Parque Tecnológico y de Eventos del Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU).

El hecho no debe ser visto como una mera ceremonia más o menos protocolar en la cual autoridades de gobierno proceden a cortar cintas, a pronunciar discursos más o menos previsibles y a levantar copas brindando por el suceso.

Antes bien, sin abandonar las características formales y cumpliendo a cabalidad con el protocolo, el acto fue propicio para destacar una realidad que a todos debe enorgullecernos.


El Laboratorio Tecnológico del Uruguay, heredero del viejo Laboratorio de Análisis y Ensayos (LAE), se ha convertido, desde no hace mucho tiempo, en la institución pública (de derecho privado) por excelencia ocupada en transferir tecnología al sector productivo.

Tradicionalmente, el LATU fue el organismo nacional de referencia en lo que tiene que ver con controles, medidas y certificaciones; esa es ­y sigue siéndolo­ su función primordial. Pero paralelamente a una mejora en esa tarea específica, el organismo ha ido incorporando otras funciones y desarrollando otras tareas de mucha mayor relevancia, para pasar a ser un soporte para el desarrollo del conocimiento en el sector industrial, de servicios y logística.

Y la tarea del LATU no se limita a esto, sino que es, también, un lugar de formación de mano de obra calificada, mediante un acuerdo con UTU, con la Anep y la Udelar, que posibilita el desarrollo de cuatro carreras de carácter terciario.

No hay que olvidar que si bien Uruguay sigue siendo fundamentalmente un país agroexportador y que los precios de nuestras materias primas se mantienen en buen nivel, lo que explica la relativa bonanza económica que estamos viviendo, hay sectores de actividad ajenos al agro o, mejor dicho, independientes del sector primario, que están mostrando un vigoroso desarrollo, creando puestos genuinos de trabajo calificado y generando riqueza.

Por primera vez es posible advertir cómo, desde el gobierno, se promueve y se impulsa el desarrollo de sectores no tradicionales. He ahí una política de Estado que se concreta en hechos claros. Por otra parte, toda la gestión del LATU demuestra que es posible implementar acciones coordinadas entre el sector público y el privado.

El presidente Mujica ya lo había expresado sin ambages mucho antes de que su nombre sonara como posible candidato de la izquierda: "Quiero una burguesía nacional fuerte y comprometida con el país".
No olvidemos que el programa de gobierno del Frente Amplio no es un programa socialista, por más que el socialismo como forma de organización social integre el pensamiento de la mayoría de los partidos y grupos que conforman el Frente Amplio; no se plantea en ningún momento la transformación revolucionaria de la sociedad ni el cambio de propiedad de los medios de producción.

El LATU está desempeñando, pues, un papel fundamental en lo que tiene que ver con el crecimiento con equidad. Esa es la clave de un gobierno progresista: apostar al desarrollo económico, fomentar los emprendimientos productivos, facilitar la inversión, al tiempo de velar por el bienestar de los asalariados y adoptar medidas que tiendan a mejorar la distribución de la riqueza y del ingreso.

Fuente: http://www.larepublica.com.uy/editorial/433786-latu-un-poderoso-motor-del-desarrollo