Algunas de las frases del comunicado con que Scotiabank de Toronto anunció la compra del Nuevo Banco Comercial y de la empresa de créditos al consumo Pronto! le hacen más publicidad al país como lugar para radicar inversiones que cualquier acción diplomática o promocional que pudiera estar al alcance de las autoridades. La llegada a la plaza bancaria de uno de los bancos más fuertes de América del Norte es un hecho a celebrar por el nuevo respaldo y la dinámica que significará para esta extendida y tradicional institución como el NBC, pero también es un muy buen aliciente para la captación de inversiones extranjeras en el país.
Una documentada crónica de la sección economía de Ultimas Noticias dio cuenta ayer de un hecho que merece algunas reflexiones. Es que el Scotiabank, importante entidad financiera canadiense, anunció la compra del 100% de las acciones comunes del Nuevo Banco Comercial, así como la adquisición de la financiera Pronto! Una operación multimillonaria -se habla de 300 millones de dólares- que subraya el ingreso por la puerta grande del banco canadiense al mercado financiero nacional. El monto de la transacción no fue revelado en los comunicados oficiales con los que compradores y vendedores anunciaron el acuerdo, pero la citada estimación procede de fuentes informadas. Tanto el NBC como la administradora de créditos pertenecían a la firma de inversión Advent International.
El Scotiabank se define como una de las principales entidades financieras de América del Norte y como el banco canadiense con más proyección internacional. El grupo del que forma parte tiene más de 70.000 funcionarios y 18.6 millones de clientes en los 50 países en los que opera. Con sede en Toronto, ofrece en todo el mundo servicios y productos bancarios a todo tipo de empresas y corporaciones, así como prestaciones de banca personal.
El Nuevo Banco Comercial, por su parte, es el cuarto banco privado uruguayo en términos de préstamos y depósitos, con una conocida y extensa red de sucursales en todo el país y una fuerte presencia en el mercado de las tarjetas de crédito. La red del Comercial está compuesta por 49 sucursales y 85 cajeros automáticos en todo el país. Es el único banco privado nacional con presencia en los 19 departamentos y el primer emisor de tarjetas de crédito. Cuenta con 710 funcionarios.
Pronto!, por su parte, tiene 480 empleados, 600 puntos de venta minorista, 37 sucursales y 200.000 clientes, en una situación de liderazgo en el mercado de los créditos personales.
Se trata entonces del ingreso al país de un banco con fuerte presencia en el mundo financiero internacional. Y de un desembarco que no es precisamente modesto, al significar la compra de dos entidades con vasta proyección en el mercado nacional. Según las informaciones que ha divulgado la prensa, el propósito de los compradores es de mantener al NBC y a Pronto! como entidades separadas, pero dinamizar su desempeño con el respaldo de fondos y know-how del gigante canadiense.
Con la compra del NBC, aún sujeta a la aprobación de las superintendencias bancarias de ambos países, Scotiabank amplía su red latinoamericana. La misma se había comenzado a extender por Centroamérica y el Caribe hace ya 90 años -las primeras oficinas fueron en Puerto Rico, República Dominicana y Panamá-, pero ahora está operando también en los mercados bancarios de Perú, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, México y Venezuela. Hoy cuenta en la región con 32.000 funcionarios, 1.889 sucursales y 2.605 cajeros automáticos, lo que señala con elocuencia la importancia del compromiso del banco canadiense con la región en la que ahora suma una presencia relevante en Uruguay.
Un primer comentario debiera señalar que esta inversión canadiense no solamente refuerza la estabilidad del Banco Comercial sino que es el preanuncio de un más dinámico despliegue de servicios bancarios en la plaza nacional. Y es también un paso alentador en materia de radicación de inversiones en Uruguay, algo esencial -como se ha señalado tantas veces- para mantener altos niveles de empleo y el ritmo de crecimiento que define a estos últimos años como los mejores en la historia económica reciente del país.
Ese país productivo que es la meta compartida de los uruguayos requiere sin duda de una fuerte participación de capitales extranjeros, algo que parece ignorarse en algunos sectores ideologizados. Porque es ostensible que muchas movilizaciones gremiales le hacen un magro favor al clima de inversión en Uruguay, donde se despliegan acciones -como las ocupaciones- que más bien volatilizan iniciativas que le aportarían al país mejores posibilidades de empleo y producción.
Con una sólida base financiera, Scotiabank no le causará a Uruguay problemas como los que se han vivido con otras instituciones también objeto de una transferencia de titularidad. Y esto es muy favorable para el país, para quienes trabajan en esas instituciones y para el Estado, siempre vulnerable ante cualquier dificultad en el mercado bancario. Además, el Scotiabank tiene una gran cartera de clientes internacionales que no dejan de tomar nota de su radicación en el país y la interpretan como una confirmación de las buenas perspectivas y las seguridades que aquí están a disposición. Y eso es algo que realmente sirve en un mundo muy competitivo en materia de radicación de inversiones.
El mismo comunicado de prensa que divulgó Scotiabank sobre su llegada al mercado nacional es un buen testimonio: "Uruguay -dice-ha tradicionalmente demostrado más estabilidad económica que muchos otros países de América del Sur y es conocido por tener avanzados sistemas de educación, legales y de seguridad social. Es de los pocos países de la región que pudieron exhibir crecimiento del Producto durante la crisis de 2009".
Una frase así, en el comunicado oficial de un banco de primera línea, le hace al país un favor que no está siempre al alcance de los desvelos diplomáticos o gubernamentales.
Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.uy/editoriales/ed081210E1.html