viernes, 16 de marzo de 2012

El esqueleto encontrado ayer confirma la existencia de un cementerio clandestino

Apareció un cuerpo en Toledo a 50 metros de Julio Castro

Un nuevo esqueleto fue encontrado ayer en el Batallón 14 de paracaidistas de Toledo. El cuerpo estaba a cincuenta metros del lugar donde hallaron los restos del maestro Julio Castro. A seis días del acto del perdón, el cuerpo parece confirmar la existencia del cementerio de “Arlington”.


Era la una de la tarde. El sol golpeaba firme sobre Toledo cuando el equipo de antropólogos liderado por José López Mazz vislumbró los primeros rastros de enterramiento mientras una pala retroexcavadora realizaba un trabajo "grueso". Una hora y cuarenta minutos más tarde aparecieron los primeros huesos de un esqueleto humano. Estaba entero, cubierto por una capa de cal, con un enterramiento de características similares a las del maestro Julio Castro, hallado hace cinco meses, a solo cincuenta metros. A medida que las horas pasaban y la limpieza de la zona aumentaba, los expertos comenzaron a apreciar restos de ropa y bolsas de arpillera.

La aparición dio por tierra con la versión tantas veces sostenida de la "Operación zanahoria" y fortaleció la teoría de que el siniestro cementerio de "Arlington" existió y que los cuerpos comienzan a contar su historia.

Al mediar la tarde, el secretario de la Presidencia, Alberto Breccia, se acercó al lugar y confirmó el hallazgo, al tiempo que informó que el presidente José Mujica asistirá hoy, al igual que los familiares de desaparecidos, una vez que el equipo de antropólogos haya terminado la tarea de limpieza de la zona.

El secretario de la Presidencia dijo en rueda de prensa que "desde la aparición de los restos de Julio Castro este lugar, que ya era de altísimo valor arqueológico, pasó a ser de máximo interés arqueológico".

Por su parte, López Mazz contó a Telenoche los detalles del hallazgo. "Se encontraron a cincuenta metros de donde fue hallado Julio Castro. En un lugar de excavación que llamamos Trinchera 199 se produjo el hallazgo de un esqueleto que, de acuerdo a lo que se puede ver, está en posición articulada. Esto quiere decir que fue una persona enterrada directamente allí", afirmó. Asimismo, agregó que "no se puede determinar si es un hombre o una mujer. Puede haber mujeres grandes y hombres pequeños. Debemos esperar el ADN que nos dé las garantías a todos y que no se especule, que no se dañe a nadie y no se genere expectativa".

Si bien -como dijo el experto- todavía no se sabe si se trata de un hombre o una mujer, a seis días de que el gobierno asuma su responsabilidad por el crimen de María Claudia García de Gelman, la posibilidad de que sus restos hayan sido encontrados cobra fuerza. De hecho, las excavaciones en el Batallón 14 fueron retomadas el año pasado ante la aparición de nuevos testimonios que aseguraban que la joven argentina podía estar sepultada allí. El juez Pedro Salazar fue quien dio la orden de excavar y la aparición de Castro llevó al gobierno a hacer una nueva apuesta por el equipo de antropólogos, al cual le extendió el plazo para continuar sus investigaciones. Ayer, poco antes de las 18 horas, Salazar se presentó en el lugar junto al fiscal de la causa, Ariel Cancela, así como el juez y la fiscal de Pando. Consultado por la prensa, el magistrado afirmó que "se trata de un enterramiento primario, en principio se habría levantado con la pala retroexcavadora. En el día de mañana se va a continuar con el trabajo".

Además de la posibilidad de que se trate de los restos de María Claudia García, las autoridades también manejan con fuerza la teoría de que se podría tratar de Elena Quinteros. Testimonios de presos políticos ubican a la maestra en el Batallón 14 y su nombre también se manejó como posible. Sin embargo, la cercanía con los restos de Castro y el hecho de que no se esperara localizar su cuerpo también lleva a pensar en un cementerio clandestino, por lo que las posibilidades se amplían. Allí existía una antigua plantación de robles propiedad del español Francisco Vidiella, quien introdujo en el país la industria vitivinícola a gran escala. De acuerdo a los informes recabados desde el año 2000 por la Comisión para la Paz instaurada por el ex presidente Jorge Batlle, se considera que allí estuvo emplazado "Arlington", un nombre que durante la dictadura los militares utilizaban en forma irónica en referencia al cementerio norteamericano donde sepultan a los veteranos de guerra.

El lugar, que ayer lucía rodeado por efectivos militares armados, está cubierto por una maleza que el equipo de López Mazz ha retirado de manera sistemática para poder excavar. La zona donde aparecieron los cuerpos se ubica a unos 50 metros de la vía del tren, en la periferia del predio militar cercano a una cañada que atraviesa el camino La Cantera de Suárez. López Mazz explicó a los medios de prensa que el equipo de antropología realizará un trabajo de limpieza cuidadosa de la zona con el objetivo de no eliminar cualquier tipo de evidencia existente en la zona. Los trabajos primarios todavía no permitieron determinar la causa de muerte.



Un caso paradigmático

El de María Claudia García Irureta Goyena es uno de los casos más paradigmáticos en la búsqueda del destino de los desaparecidos. Argentina, fue secuestrada en 1976, embarazada a término y con 19 años de edad. Trasladada a Montevideo, fue recluida en la sede del Servicio de Información de Defensa (SID), donde desde la semana pasada está ubicado el flamante Instituto de Derechos Humanos, en Bulevar y Palmar.

Se supone que tras nacer Macarena, madre e hija estuvieron juntas por mes y medio hasta que María Claudia fue asesinada por el ex policía Ricardo Medina, según informó el ex presidente Jorge Batlle. Macarena recuperó su identidad en el año 2000.



“Operación Zanahoria”

La ubicación del cuerpo cubierto de cal encontrado ayer en el Batallón 14 puso en duda la teoría de la existencia de la "Operación zanahoria", destinada a borrar los indicios de los desaparecidos en territorio uruguayo. El descubrimiento dejó claro que en ese predio había más restos, además de los de Julio Castro.

Según afirmó en 2006 el hoy procesado Gilberto Vázquez, en previsión de que en algún momento llegase una investigación para conocer su destino, y siguiendo órdenes del entonces comandante en jefe del Ejército, Hugo Medina, y del ex presidente Julio María Sanguinetti, militares procedieron a desenterrar los cadáveres para luego volver a inhumarlos de pie. Sobre ellos habrían plantado árboles. El ex represor aseguró que aproximadamente veinte cuerpos fueron removidos en el marco de este plan.

Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.uy/