viernes, 18 de junio de 2010

URUGUAY Y LA ORGANIZACION DEL MUNDIAL DE SUDAFRICA

Por Enrique Pintado |*|

Desde que asumí funciones como ministro de Transporte y Obras Públicas junto a mis compañeros de equipo ­con la anuencia de Presidencia, los partidos políticos y las comisiones parlamentarias especializadas en el tema­, establecimos como objetivo central de nuestra gestión sentar las bases para consolidar a Uruguay 2015 como polo logístico regional. Misión presentada como una política de Estado que promueva el desarrollo productivo del país, la atracción de inversiones sustentables, la creación de puestos de trabajo calificados y el logro de la equidad social.

Infinidad de veces, y con razón, compañeros y ciudadanos me han preguntado qué quiere decir concretamente transformar a Uruguay en polo logístico regional e internacional. La organización de los mundiales y en particular el de Sudáfrica nos brindan la oportunidad de "aterrizar" comparativamente este objetivo estratégico. Cuando hablamos de logística hay que pensarla como un conjunto de operaciones que aseguran organización, servicios, suministros, comunicaciones, conectividad y transporte integral e integrado fluvial, terrestre y aéreo.

Cada cuatro años, una vez designada la sede del próximo campeonato del mundo, la FIFA establece al país organizador una serie de requisitos directamente relacionados con la infraestructura y logística operacionales. La accesibilidad al país, ciudades sede y estadios son condiciones insoslayables que solicita se cumplan en tiempo y forma. Pero a partir de estas exigencias y de la organización logística previa con que cuente cada país, es el propio Estado el que debe planificar dónde, cómo y con qué fondos se realizarán las obras necesarias. Por eso cuando pensamos en el desarrollo del modo ferroviario de carga debemos prever con anticipación y mínimo margen de error cuál será la eficiencia y productividad de los trenes. Si las cadenas productivas más importantes del país (madera, granos, minería) no utilizan el ferrocarril por su alto costo o por su mala conectividad con los puertos exportadores, tendremos hermosos trenes absolutamente vacíos. Al planificar el modo ferroviario tenemos que considerar también la cooperación e integración regional, donde será indispensable lograr acuerdos de complementariedad con los países vecinos y de la región.

La misma lógica de planificación logística se aplica al concepto de transporte integrado y multimodal. El transporte aéreo es un ejemplo de ello, donde la mínima descoordinación puede afectar la imagen del país en el exterior o perjudicar a miles de usuarios del servicio. Quienes viajan en avión siempre tienen una motivación que requiere seguridad, calidad y certeza en los tiempos. Los empresarios, turistas, trabajadores, estudiantes, profesionales, delegaciones deportivas, sociales o culturales, o las personas que con gran esfuerzo utilizan los vuelos aéreos para reencontrarse con sus familiares residentes en el exterior; suben al avión con la cabeza o el corazón a contrarreloj. Toda falla en las conexiones puede implicar horas de postergaciones. En su debut mundialista con Francia un retraso en los vuelos de tres horas impidió que el seleccionado uruguayo hiciera el reconocimiento previo del campo de juego de Ciudad del Cabo. Imaginen la multiplicación de ese mínimo efecto en otros usuarios si tales dificultades se produjesen reiteradamente. Algo similar sucede con el transporte carretero de carga. De nada sirve incentivar la renovación de la flota camionera modernizándola tecnológicamente si cuando llega con mercadería perecedera, con fecha de vencimiento o cadena de frío a puerto, se encuentra con demoras administrativas o logísticas que pongan en riesgo la exportación. Si el excesivo tráfico de carga pesada por una misma ruta implica un alto costo presupuestal estatal de mantenimiento, no quedarán recursos para invertir en carreteras alternativas o en nuevas de redes de interconexiones aéreas o fluviales. Sin un pensamiento estratégico integral e inteligente que apunte al largo plazo jamás podremos ser competitivos como centro de distribución regional de cargas. En los últimos 10 años China desplazó a EEUU como principal comprador de Latinoamérica y ha iniciado sus primeras inversiones en la región. Este no debe ser un dato menor al considerar los escenarios de mercado futuro y al diseñar el polo logístico que queremos desarrollar en Uruguay.

Quien viaja, sea por el motivo que sea, también requiere servicios. Alojamiento, alimentación, operaciones bancarias, recreación, vestimenta, tiendas y eficientes vías de telecomunicación. La calidad y potencia de la banda ancha o la conectividad satelital pueden definir que un inversor elija uno u otro país para desarrollar un emprendimiento productivo. Tampoco aquí puede haber cortoplacismo ni improvisación. En la organización del Mundial, Sudáfrica enfrentó este dilema respecto a las telecomunicaciones. Tuvo que sopesar si las exigencias de conectividad de la FIFA constituirían o no una inversión a largo plazo que beneficiaría a la población. Se planteó en cuánto tiempo sus propios ciudadanos estarían en condiciones de mejorar de tal modo su calidad de vida como para utilizar provechosamente los cambios tecnológicos exigidos. Tener conexiones satelitales de alta complejidad cuando por ejemplo la población aún no accedió al uso generalizado de Internet o teléfonos celulares implica que el Estado deba absorber altos costos de transición.

Se trata entonces de ir ligero pero no apurados. Pensando la gestión del servicio público con el rigor y profesionalidad que todos deseamos. Dando pasos firmes, coherentes con las definiciones políticas del gobierno y sin crear falsas expectativas en los objetivos ni en los plazos.

La experiencia del primer gobierno del FA nos permite continuar con obras de logística e infraestructura ya iniciadas. Entre otras, seguir con la mejora de infraestructura y servicios de los puertos de Nueva Palmira y La Paloma; pensar la modernización de tres aeropuertos de localización estratégica como lo son el de Colonia, Salto y Rivera, y continuar con la obra de renovación e inclusión de nueva tecnología en el tramo ferroviario que conecta Rivera con Montevideo.

La organización del Mundial de Sudáfrica es una de las tantas experiencias de logística e infraestructura comparativas que podemos utilizar para aprender qué se toma, qué se deja y qué aspectos requieren ser adaptados a los contextos y realidades locales y regionales.

* En estos primeros 100 días de gestión hemos tomado acciones para darle impulso al objetivo Uruguay Polo Logístico Regional e Internacional 2015:

* Se está transformando la Dirección de Planificación Estratégica, Logística e Inversiones en una Dirección Nacional, dotándola de más recursos y contando con el trabajo conjunto del subsecretario P. Genta y dos nuevos directores. Todos ellos, junto al personal asignado, son personas capacitadas y muy competentes, renovadoras, con alta capacidad de trabajo y fuerte compromiso con el objetivo a alcanzar. Pretendemos darle a esta Dirección un rol protagónico en el liderazgo del proyecto.

* Dinamizamos el trabajo de la Comisión Nacional de Logística creada en 2009 y que cuenta con representación de todos los actores involucrados, dejando de lado fútiles competencias sectoriales para pensar el país en grande. Es una comisión de integración interministerial que además cuenta con la representación del sector privado a través de la inclusión de todas las cámaras importantes que tienen que ver con el transporte, el comercio, la comunidad portuaria, los negocios de importación-exportación, transporte y manipulación de mercadería.

* Esperamos que este año el Parlamento considere conveniente aprobar la creación del Instituto Nacional de Logística, de integración público privada, y que al igual que INAC y el Inavi ayudará a consolidar a Uruguay como centro regional de distribución de cargas.

* La facilitación del comercio exterior es un objetivo estratégico para esta administración y para ello estamos impulsando la instalación de la ventanilla única en coordinación con los distintos actores privados y estatales involucrados en este proceso.

* Articulamos una estrategia de desarrollo tecnológico y de infraestructura en forma conjunta con los ministerios que integran el Gabinete Productivo.

* Propusimos la creación de un grupo de trabajo plural con representación política, sindical y empresarial que trabajará en la elaboración de planes de acción y procesos concretos para llegar al objetivo 2030 a partir de un documento base confeccionado por el BID.

* Iniciamos el estudio de todas las cadenas productivas del país y la proyección de desarrollo futuro de cada sector.

* Mantuvimos contactos bilaterales con países de la región para generar contextos de intercambio y cooperación.

Es cierto, recién empezamos. Pero en estos temas no se trata de soplar y hacer botellas. En la cancha del Uruguay Polo Logístico Regional, y cuando aún está en juego el mundial de Sudáfrica, ya estamos pensando en Brasil 2014. No tenemos certeza sobre si lograremos alcanzar el objetivo propuesto, pero den por cierto que en estos años de gestión no escatimaremos esfuerzo alguno para transformar este desafío en una causa nacional.

|*| Ministro de Transporte y Obras Públicas.
FUENTE: LA REPUBLICA