Regreso. Un programa capacita y supervisa iniciativas de uruguayos que vuelven de España con emprendimientos Los cursos incluyen asesoría jurídica, comercio electrónico y marketing | w Ley de Retorno permite ingresar pertenencias | w Gobierno español apoya a emigrantes que piensan irse
S. AUYANET Y V. RUGGIERO
Volver al país es complicado para las más de 100 familias que, cada mes, regresan desde España. Una fundación uruguaya y una española brindan cursos, apoyan e incluso subvencionan a quienes retornan con un emprendimiento personal.
Mario Larrosa tenía en Uruguay una distribuidora de vinos y una fábrica de cabañas de palafito, que él mismo gestionaba. A partir del año 2000, los primeros atisbos de la crisis comenzaron a sentirse. Para cuando se fue a España a buscar oportunidades en 2003, ya no le quedaba nada. Vivió siete años en Islas Canarias encarando distintos oficios, entre ellos el de soldador de tanques para una importante empresa española. Enviudó y, a pesar de que tenía trabajo, mandó a sus hijas a Uruguay para que estudiaran en la Universidad de la República. "No podía pagar tantas matrículas de universidad en España", contó a El País.
La crisis en España lo devolvió a Uruguay el año pasado con una idea fija: tener su propio emprendimiento, una vez más. El proyecto se llama "¿Y por qué no?" y es un local de tapas "a la española", dice con una tonada que denuncia los años en ese país.
El año pasado, Mario encontró que su idea -instalarse con un puesto en el Mercado de la Abundancia- podía recibir supervisión y asistencia por su condición de recién regresado de España a través del "Programa Modelo Migratorio de Retorno Voluntario basado en el Desarrollo de la Capacidad Empresarial", que ejecuta la organización Fundasol en colaboración con la fundación Crea, de España.
Similar fue el caso de Marcela Sosa. Llegó a Uruguay hace apenas dos meses, después de vivir 16 años en Barcelona, y ya tiene en marcha, junto a su hermana, su propio emprendimiento. Según comentó a El País pocos días después de llegar a Uruguay fue al Ministerio de Relaciones Exteriores porque estaba "perdida" y se sentía "extranjera". Allí la contactaron con Fundasol.
Hizo los cursos y diseñó su proyecto: "La Toreada", un restaurante que abrirá en pocos meses en la esquina de Carlos María Ramírez y Filipinas. El nombre del local y el menú -que incluirá tapas catalanas y comida mediterránea- traslucen los años que vivió en la madre patria.
EL PROGRAMA. Se trata de una serie de talleres para no más de 20 personas que se repite entre dos y tres veces al año, y al que se presentan, en general, unos 40 postulantes, según explicó Fabián Laguardia, uno de los coordinadores de Fundasol. El programa comenzó en 2008 y hoy se imparte en Uruguay, Colombia, Ecuador y Bolivia. Las capacitaciones son en marketing, Internet, jurídica, comercio electrónico y otras áreas esenciales para mantener una empresa.
Se realiza con profesionales uruguayos y españoles. Para acceder hay que pasar por una entrevista, luego de la cual se analizan los elementos que tiene para llevar a cabo la empresa y ver cómo se puede vincular esa idea y esas capacidades con lo que aporta la fundación. "Termina funcionando como una incubadora de ideas", señaló Laguardia.
Posteriormente, el proyecto es supervisado durante un año. En algunos casos, incluso, se les facilita acceder a un préstamo para iniciar el negocio.
"La interacción es muy buena, porque incluso se comparten experiencias con los compañeros del curso, que vienen de la misma situación que vos", contó Pablo Torielli, quien planea tener una empresa de construcción en seco especializada en "drywalls" o paredes de yeso. Al igual que Torielli, Gary Stadler -un uruguayo que volvió al país hace tres meses huyendo de la crisis española- también planifica en Fundasol su empresa para construcción en seco. "Tomé contacto con la fundación a través del cónsul uruguayo en España. Apenas llegué me anoté y empecé mi proyecto: `Stadler construcción en seco`. Es un sistema constructivo moderno. En España funcionaba muy bien, pero con la crisis fue lo primero que cayó" relató.
El programa también trabaja con uruguayos que tienen familia en España con posibilidades de venirse. "Creemos que la situación en España no se va a acomodar hasta dentro de cuatro o cinco años y por eso es probable que más gente vuelva y necesite capacitación", explicó Laguardia. Y agregó: "muchos están viniendo con ahorros y maquinaria, entonces la idea es que puedan utilizarla acá para generarse ingresos lo antes posible".
"ABRIR LA CABEZA". Larrosa señala que más allá de que el programa "abra puertas" para que los emprendimientos sean exitosos, lo fundamental es que les permite "aterrizar" del todo en Uruguay. "Más allá de que salga o no, te ayuda a bajar a tierra lo que vos tenías en la cabeza boyando. Ese es el mayor aporte que hace porque uno puede estar trayendo ideas que no funcionan en estos marcos legales o en estos mercados. Vos volvés a este país y el proceso que hace tu cabeza es el mismo que hiciste al llegar allá. Tenés que adaptarte de nuevo".
Tal fue el caso de Marcela Sosa. "El curso me sirvió muchísimo para no darme la cabeza contra la pared. Aprendés cómo hacer las cosas para reducir las posibilidades de que te vaya mal. Además me ayudó a bajar las ideas que yo traía".
Las cifras
100 Es la cantidad de familias de origen uruguayo que retorna al país cada mes, según Fundasol. La mayoría llega desde España.
40 Es el número de personas que se presentan para cada curso de Fundasol. No todos tienen suerte, ya que ingresa un máximo de 20.
Ayudar a la pronta reinserción
El objetivo del programa de Fundasol es promover la participación de emigrados en el desarrollo productivo y social de sus países. No tiene costo.
Se ofrece una capacitación profesional por parte de consultores expertos. Se da un curso sobre la formación de empresas, asesoría técnica y jurídica sobre negocios. También se ofrece un crédito en caso de ser necesario.
"Estamos desbordados. Por cada curso de 20 personas se apuntan unas 40. Hay mucha gente a la que le decimos que no. El programa termina en 2011, pero apostamos a que más empresas se interesen para que podamos mantenerlo", explicó el coordinador Fabián Laguardia.
Puede conseguirse más información sobre estos cursos en la dirección www.retornoproductivo.com.uy
España los ayuda a que se vuelvan
La crisis en España golpea cada vez más y eso hace que familias uruguayas que buscaron refugio en ese país planeen el retorno. El Estado español, en algunos casos, subvenciona el regreso.
A través de una resolución del 11 de marzo de 2010 el gobierno español generó el "Programa de retorno voluntario de atención social". Son beneficiarios los inmigrantes que se encuentren en situación regular y estén en situación de carencia y vulnerabilidad social.
Además, deben haber residido en España durante los seis meses anteriores al momento de la solicitud, salvo situaciones de emergencia o excepcionales, debidamente acreditadas. Otro de los requisitos para quienes accedan es comprometerse a no retornar a España en el plazo de tres años a partir del momento de su salida. El programa orienta, brinda apoyo psicológico, financia pasajes y brinda ayuda económica a quien retorna.
Regresar con algo más que lo puesto
Desde 2008, una Ley de Retorno promueve el regreso de familias uruguayas al país. Todo uruguayo con más de dos años de residencia en el exterior puede ingresar libre de impuestos y gravámenes sus pertenencias personales y profesio-nales y, por única vez, un vehículo automotor, aunque no podrá transferirlo por cuatro años.
Durante este año, son más de 150 las familias que consultan a distintas asociaciones de uruguayos en el exterior para efectivizar su regreso, según publicó el diario Últimas Noticias.
También se señala que el incremento de la cantidad de personas que retornan a Uruguay se dio desde comienzo de 2009 cuando el sector de la construcción se frenó. Quienes más sufren la crisis son los "ilegales", impedidos de aspirar a una buena cantidad de empleos potenciales por no contar con los papeles.
El País Digital