lunes, 11 de octubre de 2010

ESTELA BARNES DE CARLOTTO: "EL PRESIDENTE MUJICA ES UN HOMBRE DE LOS DERECHOS HUMANOS"

"Es una enorme satisfacción que José Mujica esté ejerciendo la Presidencia en el Uruguay de la manera en la que lo está haciendo, con su experiencia, su honestidad, su sentido crítico y realista". La Presidenta de la organización "Madres y Abuelas de Plaza de Mayo" Estela Barnes de Carlotto, dialogó con el Presidente de la República José Mujica sobre varios aspectos del trabajo a favor de los derechos humanos.

José Mujica recibió a Estela Barnes de Carlotto en su despacho de la Torre Ejecutiva, cuando falta apenas un día para conocer si la institución que preside, "Madres y Abuelas de Plaza de Mayo", finalmente recibe el Premio Nobel de la Paz. En ese auspicioso contexto, ambos compartieron sus opiniones sobre los mejores caminos para "revertir las cosas que dejaron las dictaduras en nuestros países".

Además, realizaron una evaluación de la realidad política de los países latinoamericanos. "Por suerte en la mayoría de los países hay presidentes como el ‘pepe’ Mujica, como Cristina, que tienen conciencia de que gobernar es mirar al pueblo y hacer lo que el pueblo necesita, porque son sus representantes".

"La justicia, la verdad, la memoria: esas cosas que son necesarias de mantener y revitalizar todos los días"

Barnes de Carlotto señaló que el Presidente Mujica "siempre es un apoyo para todas las tareas de las ‘Abuelas’; nos conocemos hace mucho y siempre fue un hombre de los Derechos Humanos". Sobre la Ley de caducidad de la pretensión punitiva del Estado, recordó que su aprobación repercutió con mucha pena en Argentina y en el movimiento que preside. "Nos pareció que someter al pueblo a la falta de justicia o la convivencia con los responsables de desapariciones y muertes es un agravio".

"Los argentinos hacemos votos para que esto se revierta", agregó.

Explicó que los responsables de éstos crímenes de lesa humanidad no suelen disculparse por su accionar anterior, tal como hoy ocurre en Argentina, donde los represores no se arrepienten por sus delitos. "Cuando hay caducidad, la memoria y la justicia tienen que existir, no se pueden esconder debajo de la alfombra", sentenció. "Esperamos que esa ley no exista más y los uruguayos tengan todas las garantías democráticas", añadió.

También sostuvo que si no se reclama hoy, lo harán los nietos, como ocurre con Macarena Gelman. En ese sentido, rememoró su caso y reconoció su militancia activa por los Derechos Humanos en ambas márgenes del Río de la Plata, como lo hicieron ya otros nietos.

"No hay odios ni venganzas -en esta militancia-, simplemente hubo un robo: les quitaron los padres, les quitaron su historia, les quitaron el derecho de sus abuelas a criarlos y ellos hoy reclaman eso desde su lugar, son las víctimas más frágiles de ese momento", concluyó.

Madres de Plaza de Mayo como galardonadas por el premio Nobel de la Paz
Sobre el comentado premio Nobel, Barnes de Carlotto sostuvo que las "Abuelas" lo viven con interés, mucha expectativa y emoción. "Se trata del premio Nobel de la Paz, que lo da esa vigencia por haber luchado, el reconocimiento de que las Abuelas hemos abierto caminos, restituyendo 102 nietos o el camino de la genética y tantas aperturas más, para que el mundo sepa qué es lo que pasó y que no se repita en ningún lugar del mundo. Si eso merece ser reconocido, estamos muy felices".
Reconoce que el premio tiene un ingrediente de oportunidad política que acompaña a los méritos, como por ejemplo el pasado premio al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. "Tuvo un efecto de compromiso para que se comprometa a consolidar la paz en el mundo".

Sobre las investigaciones concretas en el caso de apropiación de los hermanos Noble, hijos adoptivos de Ernestina Herrera de Noble, líder del conglomerado mediático "Clarín", Estela Barnes de Carlotto rememoró las trabas múltiples a un caso que lleva nueve años de estudios. En estos momentos, falta conocer si las pruebas realizadas por los institutos forenses argentinos de alta tecnología son válidos y a partir de ahí, comparar los ADN de los hijos vivos con los presuntos padres.