domingo, 22 de enero de 2012

Uruguay, en el mercado de carnes

Escrito en Argentina, aparecido en http://www.lanueva.com/edicion_impresa/nota/21/01/2012/c1l013.html


EN LOS últimos años, nuestro país ha perdido terreno en el mercado internacional de la carne bovina, resignando posibilidades en favor de otros abastecedores, incluidos vecinos como Brasil, Uruguay y Paraguay. Ello supone una declinación en los vínculos comerciales que sólo podrán restablecerse con una adecuada oferta que permita responder a la demanda de los compradores, en medio de un escenario propicio.

NO puede dejar de mencionarse el avance del Uruguay. Pese a su reducida superficie y con una población de 3.200.000 habitantes, ha consolidado una estructura ganadera que le permite no sólo abastecer satisfactoriamente el mercado interno (los orientales, como los argentinos, son apasionados por la carne vacuna) sino incursionar con éxito fuera de sus fronteras. A tal punto que, según estadísticas oficiales del año anterior, exportó carne bovina y ovina por valor de 1.652 millones de dólares, con un alza del 18 por ciento respecto de 2010, aun cuando en volumen se anotó una ligera merma, como consecuencia de la menor disponibilidad de cabezas por razones de la sequía que ocasionó una caída en los nacimientos en la primavera de 2009. Esto último repercutió desfavorablemente en las actividades de la industria frigorífica, algo similar a lo acontecido en la Argentina.


EN CONCRETO, los embarques uruguayos de carne vacuna ascendieron, en 2011, a 336.755 toneladas, habiendo sido los principales destinatarios la Federación Rusa, la Unión Europea, los países del Nafta, el Mercosur e Israel. Del sector ovino, donde Uruguay también cuenta con sólido prestigio, se enviaron al exterior 17.301 toneladas.


CON vistas al año que acaba de iniciarse, las perspectivas son alentadoras para el país vecino. Los informes del gobierno de Montevideo indican que habrá una sostenida demanda externa, que permitiría lograr elevados precios en las futuras ventas, así como en la hacienda en pie que se negocia dentro del territorio.


YA ES sabido que Brasil ocupa, desde hace varios años, el primer lugar entre las naciones exportadoras de carne vacuna. Mientras tanto, la Argentina no atraviesa su mejor período en el ámbito internacional, debido a la aplicación de reiteradas restricciones a la exportación; que no sólo significó el desperdicio de interesantes operaciones en mercados donde el prestigio de su producto viene de antaño, sino, también, dificultades poco menos que insalvables para establecimientos frigoríficos. El caso del reciente cierre de Swift en la provincia de Santa Fe (con unos 500 trabajadores afectados) es, sin duda, el ejemplo más contundente de los avatares por los que viene atravesando el sector cárnico, que únicamente podrán superarse cuando se cuente con políticas oficiales tendientes a reponer existencias capaces de responder al alicaído consumo interno y, sobre todo, a una atractiva demanda internacional.