A Uruguay le faltó fútbol y a Perú le sobró orden.
Uruguay no tuvo ideas para superar a un equipo incaico que tuvo como gran figura a su delantero, Paolo Guerrero. La Celeste tuvo ganas pero le faltó coordinación de juego, especialmente de ¾ de cancha en adelante. Edinson Cavani y Diego Forlán estuvieron opacos; el único delantero que siempre quiso fue Luis Suárez.
Perú es dirigido por el uruguayo Sergio Markarián, quien leyó el partido con más inteligencia que el entrenador compatriota Oscar W. Tabárez. Y se vio cuando pobló la mitad de la cancha con cuatro y, por momentos, hasta cinco volantes. El conjunto incaico se ordenó y apeló a la falta como recurso, no con mala fe. Y resultó tácticamente.
La sorpresa llegó a los 23’ cuando Adán Balbín habilitó con un pelotazo largo a Guerrero, quien con oficio picó entre los zagueros Mauricio Victorino y Diego Lugano, eludió con clase al arquero Fernando Muslera y definió. 1-0.
Uruguay no se desesperó con el golpe, y con individualidades más que con trabajo de equipo (lo que faltó toda la noche), llegó al empate, sobre el final de la primera parte: el lateral Martín Cáceres subió con el balón, encontró a Nicolás Lodeiro quien dejó tras gran pase a Suárez de cara al arco de Raúl Valverde para colocar el merecido 1-1.
La segunda parte mostró a los celestes con más ganas y apenas un poco más de juego. Maximiliano Pereira creció en su juego, subiendo por el carril derecho, y el capitán Lugano mejoró su tarea. Perú cortaba el juego con constancia y apelaba al contragolpe. Los delanteros Luis Advíncula y Guerrero continuaron inquietando con sus apiladas. En referencia a los cambios, fue importante el ingreso de Juan Manuel Vargas en Perú, e intrascendentes y tardíos los de Cristian Rodríguez y Abel Hernández en Uruguay, que ya no generaba juego.
Uruguay vuelve a jugar el próximo viernes a las 21:45 ante Chile, donde deberá mostrar más juego o, al menos, lograr una victoria para ser protagonista del grupo C.
