domingo, 22 de noviembre de 2009
EFICIENCIA ENERGÉTICA
DIVERSIFICACIÓN Y USO EFICIENTE DE LA MATRIZ ENERGÉTICA ES SUSTENTO DE UN PAÍS PRODUCTIVO
La Ley 18.597 sobre Promoción del Uso Eficiente de la Energía establece un marco jurídico que habilita seguir con esta política de Estado. En este período de Gobierno, capitales privados están invirtiendo en materia energética, en el territorio nacional, más de USS 500 millones. La nueva Norma implica incentivos tributarios, más información a los clientes, creación de un Fideicomiso Uruguayo de ahorro y eficiencia energética.
El Director Nacional de Energía del Ministerio de Industria, Ramón Méndez, acompañado por el Gerente del Proyecto de Eficiencia Energética, Alfonso Blanco, presentaron los contenidos de la Ley 18.597 de Promoción del Uso Eficiente de la Energía, promulgada el 21 de setiembre de este año.
La Ley brinda el marco jurídico institucional necesario, con el objetivo de que la eficiencia energética sea uno de los componentes de la política que en esa área se está desarrollando en Uruguay.
Las experiencias energéticas en este período de Gobierno lograron que organismos como la CEPAL, Naciones Unidas, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial, consideren en forma unánime a Uruguay como un país modelo a imitar en América Latina, en políticas de introducción de eficiencia energética.
La Ley consolida y crea nuevas herramientas que permitirán más transformaciones en materia de eficiencia energética. En ese sentido, Méndez explicó que ser eficiente es no perder ninguno de los beneficios que se puedan tener, tanto sociales como productivos. En este período de gobierno, se está registrando una inversión privada en materia energética de más de USS 500 millones, en todo el territorio nacional.
Por su parte, el ingeniero Blanco indicó que el proyecto de Ley se presentó en junio del año pasado. Su aprobación le otorga al país un marco jurídico a largo plazo, el cual se constituirá en política de Estado.
Los beneficios de la eficiencia energética son, entre otros, el ahorro de divisas para Uruguay; el fortalecimiento de la seguridad del suministro; la asignación eficiente de la infraestructura energética; así como la reducción de la dependencia energética del país. Asimismo se logra un aumento de competitividad de la producción nacional; una mejora en el desempeño ambiental del sector energía; y la reducción de emisiones de efecto invernadero.
El especialista sostuvo que existe un potencial de ahorro para el sector industrial de más de un 12%, parte que se puede utilizar para mejorar la eficiencia y la competitividad. Lo mismo ocurre con el resto de los sectores, con potenciales de ahorro más significativos aún. El objetivo es desencadenar acciones que derriben barreras y para ello el marco institucional será la herramienta apropiada.
Una de las barreras es la falta de información hacia los consumidores, así como una cultura adversa del uso eficiente de los recursos energéticos. Ello se debe a que se consideraba que el consumo no estaba asociado a factores medioambientales que afectan directamente a la economía.
También se cuenta con un mercado reducido donde no se tiene una oferta de capacidades para el desarrollo de la eficiencia energética, asociado a una no capacitación específica técnica para abordar la temática.
El país tiene una falta de incentivos y un régimen tributario, que en ocasiones, es adverso a la eficiencia energética. En ese sentido, la Ley incluye la creación de una institucionalidad necesaria, con la aplicación del derecho a la información a los clientes, sobre un recurso que es escaso.
De esta forma, se desarrollará un etiquetado y estándares mínimos de eficiencia energética, incentivos tributarios, así como la creación del Fideicomiso Uruguayo de ahorro y eficiencia energética.
Los impactos de la incidencia indirecta de la Ley en las tarifas de los usuarios implican, por ejemplo, ahorrar un peso de cada $ 1.000 invertido en un tanque de nafta cargado. Los ahorros generados representan 10 veces el monto de la inversión inicial.
De esta forma, se busca reducir el costo país, generar más divisas y riqueza a nivel nacional. Esa situación implica seguir trabajando para que Uruguay sea un país con un 50% de abastecimiento energético a partir de energías renovables, siguiendo el objetivo pautado para el año 2015.