sábado, 13 de agosto de 2011

Instituto Cuesta Duarte reclama mejorar ingresos y capacitación para redistribuir crecimiento

02.08.2011

Un estudio difundido por el Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT reveló que el 56% de los trabajadores uruguayos recibe menos de 10.000 pesos al mes por su actividad laboral principal. Entrevistado por En Perspectiva, el director de dicho instituto, Milton Castellano, manifestó que “pese a todo el esfuerzo que se ha hecho y a la recuperación del salario en los distintos niveles, el problema de los ingresos todavía sigue siendo un factor que debemos corregir”. El sindicalista agregó que “seguir apuntando a los salarios más sumergidos es mejorar la calidad de vida” y subrayó: “El tema de los salarios mínimos pega en una necesidad de mejorar los ingresos y la capacitación, que son hoy por hoy dos aspectos centrales si queremos seguir desarrollando en forma sustentable este crecimiento que tenemos en estos últimos años”.




JUAN ANDRÉS ELHORDOY:

“Pese al importante proceso de recuperación salarial y de los ingresos que se viene registrando en el país durante los últimos años, en 2010 los ocupados que en su ocupación principal no alcanzaron un ingreso líquido mensual de $ 10.000 fueron 813.000, lo que representa un 52,6% del total. Por lo tanto, más de la mitad de los ocupados percibieron menos de 10.000 pesos en la mano, lo que configura una clara muestra de lo sumergidas que siguen estando la mayor parte de las remuneraciones en el país”.



Esta es una de las conclusiones de un estudio que difundió ayer el Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT, bajo el título “Los diezmilpesistas en 2010”.



Vamos a recibir a partir de este momento a Milton Castellano, director del Instituto Cuesta Duarte.



Estamos hablando de un trabajo que surge con base en datos de la Encuesta Continua de Hogares 2010 que divulga el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que llega a la conclusión de que hay 813.000 personas que por su trabajo principal no ganan más de 10.000 pesos en la mano. ¿Cómo evalúan esto en relación a, por ejemplo, el crecimiento de la economía y de los salarios?



MILTON CASTELLANO:

Yo diría que confirma dos preocupaciones del movimiento sindical. Preocupaciones relativas a cómo mejorar la calidad de la vida de los trabajadores y del pueblo uruguayo en general y cómo mejorar eso que tanto requerimos y reclamamos todos los uruguayos, que es una mejor distribución de los ingresos. Estas cifras confirman que, pese a todo el esfuerzo que se ha hecho y a la recuperación del salario en los distintos niveles –en el año 2004 un trabajador de servicio de seguridad ganaba 8 pesos la hora y hoy está arriba de los 40–, el problema de los ingresos todavía sigue siendo un factor que debemos corregir. Uruguay hoy es un país caro, es bastante difícil vivir con menos de 10.000 pesos en la mano.



JAE – Estamos hablando de la Encuesta Continua de Hogares, en la que las personas declaran ganar determinado monto, o sea, no hay una investigación precisa. Digo esto porque hay muchos casos de gente que declara menos de lo que gana, por un tema de aportes y demás. ¿Eso está contemplado en el estudio?



MC – Eso está contemplado. En Uruguay, los trabajadores que subdeclaran, o que están en régimen de informalidad o de precariedad, o incluso aquellos sectores que esconden salarios para no pagar IRPF, generalmente son minoría en las estadísticas. Es mucho mayor la informalidad, por ejemplo. Uruguay tiene 1.600.000 trabajadores cuentapropistas, tanto informales como formales, de los cuales cerca del 30% está en condiciones precarias, incluso ahí es donde se paga menos de 10.000 pesos. Por tanto eso está contemplado, más allá de que esta es una encuesta que refleja la realidad; si usted sale a la calle o al interior se va a dar cuenta de que efectivamente esos promedios están en esos guarismos.



JAE – Sí, justamente en el informe se destaca que en términos de proporción los diezmilpesistas se concentran en el interior, son un 65% del total de ocupados en el interior del país.



MC – Generalmente los trabajadores del interior siempre han ganado menos que los de Montevideo, con esa falsa dicotomía de que aparentemente en el interior la vida es más barata…



JAE - …Eso no es una falsa dicotomía, de hecho los propios datos del INE dicen que el costo de vida es menor.



MC – A esta altura, salvando algunos instrumentos como el transporte y en algunos casos los alquileres, el resto está muy similar a Montevideo, como por ejemplo los gastos de alimentación, los consumos de las tarifas públicas, el combustible, la ropa, todo eso. Pero, de cualquier manera, sin duda en el interior hay una percepción de que se vive con menos dinero.



JAE – Por otra parte, en el informe se menciona que se toman en cuenta los ingresos por la ocupación principal. La pregunta es si el estudio revela el doble trabajo, o el triple llegado el caso, para mejorar el nivel de ingreso.



MC – No, toma la base de ocho horas. Puede haber casos no solo de doble trabajo sino también de jornadas más extenuantes. En algunos sectores, por ejemplo de servicios, sobre todo los servicios personales como limpieza, seguridad, muchas veces las jornadas de trabajo son más extenuantes, de diez, doce horas, para mejorar esos ingresos. Pero acá estamos hablando de una distribución sobre la base de un trabajo de ocho horas. Sin duda que puede haber otros casos, pero lo concreto y yo diría que una de las cosas más importantes es que este es un factor fundamental si queremos distribuir mejor los ingresos. Al final de la presentación hicimos una simulación sobre en qué punto del famoso índice Gini estaríamos si se superara el salario de 10.000 pesos. Y sin duda una de las formas de mejorar la distribución de los ingresos es mejorar los salarios más sumergidos.



JAE – Sí, el estudio analiza tres escenarios: uno que apunta a que el conjunto de los ocupados diezmilpesistas pasaría a percibir una remuneración de exactamente 10.000 pesos líquidos; un segundo escenario en el que solo los ocupados formales pasarían a ganar este piso, y por último un tercer escenario que se basa en circunscribir esta mejora a los asalariados formales, que son aquellos cuyos ingresos se negocian en los consejos de salarios.



MC – Lo que tratamos de poner arriba de la mesa en esta investigación es que cuando decimos que queremos mejorar la distribución de los ingresos, ¿cómo hacemos?, ¿cuáles son las medidas para mejorarla?, ¿cuáles son las herramientas? Creemos en la política de mejorar los salarios más sumergidos. Este Gobierno ha mejorado el salario mínimo nacional. Hoy está en 6.000 pesos y va a estar en 7.200 el 1º de enero. Nosotros vamos a hacer un planteo a ver si el salario mínimo puede llegar a 8.000 pesos el 1º de enero. Seguir apuntando a los salarios más sumergidos es mejorar la calidad de vida y la mejor distribución de los ingresos. Eso posibilitaría que este crecimiento económico que está llegando a todo el Uruguay también tenga una mejor distribución.



JAE – ¿Cuándo se va a formalizar ese pedido de salario mínimo de 8.000 pesos a partir de enero?



MC – Se va a formalizar en el Consejo Tripartito Superior, suponemos que la semana que viene. Va a ser parte de la plataforma reivindicativa de la movilización general que va a hacer el PIT-CNT el día 18 [de agosto]. Sobre la base de esta información y este estudio, la central sindical va a seguir insistiendo en mejorar fundamentalmente aquellos salarios que hemos llamado “diezmilpesistas”, es decir, aquellos que están sobre el límite de los índices de pobreza.



JAE - ¿Qué dice usted a propósito de las advertencias de que por la vía de los aumentos de salarios se está expandiendo el consumo y afectando la macroeconomía?



MC – Nosotros estamos hablando de los salarios sumergidos, de los salarios de menos de 10.000 pesos, ahí no está concentrado el nivel de alto consumo que está teniendo el Uruguay. Por más que el trabajador uruguayo quiera tener un gran poder de consumo con un salario de menos de 10.000 pesos es bastante difícil poder hacerlo. Los niveles de consumo quizás se hayan disparado, entre otras cosas, por estas diferencias o brechas importantes en la distribución de los ingresos. Yo creo que la presión que puede generar el consumo todavía está lejos de generar problemas mayores en la medida en que la economía crezca a los niveles que está creciendo. Cuando nosotros hablamos por ejemplo de la “torta salarial”, lo que corresponde a los ingresos o los salarios de todos los uruguayos, buscamos que haya un mejor reparto en los distintos sectores de los trabajadores. Si usted lo ve por segmentación, los salarios más sumergidos están concentrados en aquellos con menos capacidades, con menos profesionalización, con menos educación y en aquellos sectores con menos calidad de trabajo, como los sectores de servicio, de comercio o el sector agrícola. No está concentrado en los sectores de alta calidad, está concentrado en aquellas cosas que nosotros queremos combatir, como la pobreza y la desigualdades que hoy existen en Uruguay pese al crecimiento que tenemos.



JAE – En el informe se señala que el combate a los ingresos sumergidos amerita un conjunto de medidas que no solo contemplen la reducción de la informalidad y precariedad laboral sino que también aceleren el crecimiento salarial que se viene registrando. Usted ya adelantó que se va a hacer un planteo para que el salario mínimo sea de 8.000 pesos y no de 7.200 como está previsto originalmente a partir de enero. ¿Hay algún otro elemento que forme parte de la plataforma que se va a plantear?



MC – Hay algunos elementos más. Por ejemplo, pensamos que hay que levantar también la asignación familiar a 1.200 pesos a partir del 1º de enero, hoy el piso está en el entorno de los 900 pesos. Hay necesidad de mejorar la capacitación profesional. Una de las formas de resolver la mejora del salario es el combate a los niveles bajos de calificación, la necesidad de dotar de mayor dinamismo al Inefop, a la formación profesional, a la formación educativa, a todo lo que signifique que el uruguayo quede más capacitado desde el punto de vista laboral para tener mejores remuneraciones. Entonces pensamos que el tema de los salarios mínimos pega en una necesidad de mejorar los ingresos y mejorar la capacitación, que son hoy por hoy dos aspectos centrales si queremos seguir desarrollando en forma sustentable este crecimiento que tenemos en estos últimos años.



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JAE – El estudio también revela situaciones por sector de actividad. En ese sentido, se afirma que en Servicios Comunales y Personales y en el sector Comercio, Restaurantes y Hoteles se da el mayor porcentaje de diezmilpesistas, que en ambos casos supera el 26%.



Los porcentajes más bajos están en Transporte y Comunicaciones con 4%; Establecimientos Financieros con 6%; Construcción con casi 8% y el sector de la minería que apenas supera el 0,1%.