domingo, 6 de septiembre de 2009

Los ingresos de Lacalle como tema de campaña



VIERNES, 04 DE SEPTIEMBRE DE 2009
Penurias de un ex presidente
Fabián Werner
La prédica nacionalista por la eliminación del impuesto a las jubilaciones altas tuvo un retorno inesperado para Luis Alberto Lacalle. Su contrincante José Mujica le pidió que done su cuantioso beneficio, pero el candidato blanco dijo que no puede, porque es el único ingreso que tiene.


La serie de desatinos que cometió el candidato blanco Luis Alberto Lacalle hace algunos días motivó a la dirigencia de su partido a buscar mecanismos para rodear al presidenciable y salir del atolladero. Así fue que se le asignó a su compañero de fórmula Jorge Larrañaga la tarea de salir a contrarrestar los empellones del binomio de la izquierda, pero eso le valió el mote de “perro faldero” por parte del candidato frenteamplista José Mujica.
El incidente pasó, y Lacalle volvió a hincarle el diente a uno de sus temas preferidos: la reforma tributaria, en particular el impuesto de asistencia a la seguridad social (IASS). Esta nueva andanada de anuncios respecto a la eliminación de este tributo llevó a Mujica a decir que, en realidad, la preocupación del ex presidente blanco era personal, porque le molesta que le apliquen un descuento tan importante a su jubilación de 164 mil pesos mensuales.
Al finalizar la caravana que recorrió varias zonas de Montevideo, el domingo 30 de agosto, el candidato único del Partido Nacional se mostró molesto, y lanzó un desafío: “Si no hay conformidad con las jubilaciones muy altas, como son las que tenemos algunos que ocupamos cargos de importancia, y como en todas partes del mundo tenemos un retiro especial, yo lo intimo (a Mujica) a que mañana lunes presente un proyecto derogando los artículos que le dan la jubilación especial a los presidentes. Si quieren pueden hacerlo porque tienen mayoría. Lo intimo a que lo haga”.
Así sobrevino un nuevo desatino, ya que los artículos que Lacalle le propuso derogar a Mujica ya fueron eliminados de la legislación vigente por la ley 16.713, de setiembre de 1995. Quizás no lo tuviera presente porque él sigue beneficiándose del literal C del artículo 35 del acto institucional Nº 9 de la dictadura militar, que establecía una causal especial de jubilación anticipada para quienes hubieran ejercido la Presidencia de la República. Todos los presidentes que vinieron luego de la dictadura se acogieron, naturalmente, a este beneficio, que les permite cobrar el 85 por ciento del sueldo que percibían cuando estaban en el cargo. Así es que el colorado Julio María Sanguinetti renunció a su sueldo de senador para seguir percibiendo alrededor de 180 mil pesos nominales, Lacalle 164 mil y Jorge Batlle 204 mil pesos mensuales.*
Ante la propuesta del candidato blanco, Mujica replicó que estaba dispuesto a volver al Senado para votar esa norma, ignorando también que ya no está vigente. Incluso llegó a proponer que en lugar de una jubilación a los ex mandatarios se les entregue una “medalla honorífica”, y le propuso a Lacalle que, mientras tanto, done lo que percibe por este beneficio. “(…) puede hacer la donación. Si él quiere la puede donar, tiene toda la cancha abierta para donarla, le hacemos una medallita y todo”, declaró el postulante de la izquierda. Y además prometió: “Si salgo presidente yo lo voy a donar, esté tranquilo que lo voy a donar. Ahora, él lo puede hacer ya porque él fue presidente”.

ÚNICO INGRESO. “Si él puede hacerlo, que lo haga. Yo no, porque es el único ingreso que tengo.” Tal fue la respuesta de Lacalle a Mujica, el lunes 31, luego de entrevistarse con las autoridades del Círculo Policial.
Con esta curiosa contestación, el líder herrerista volvió a poner sobre la mesa un asunto que le complicó la campaña electoral de 1999, y sobre el que todavía se tejen conjeturas: su situación patrimonial. ¿Su jubilación como ex presidente es, realmente, su único ingreso? Si así fuera, las finanzas del actual candidato nacionalista sufrieron un dramático deterioro en los últimos años, ya que en 1999 admitió ingresos que superaban el millón y medio de dólares.
En aquel momento, quien puso el tema sobre la mesa fue su contrincante en la interna del Partido Nacional, Juan Andrés Ramírez, lo que determinó una debacle electoral de los blancos. El tema también fue objeto de una amplia cobertura periodística, lo cual molestó al dirigente herrerista.**
Para desmentir aquellas afirmaciones de Ramírez, Lacalle decidió presentar a la opinión pública una especie de declaración patrimonial, un documento firmado por él y su esposa, María Julia Pou, con su cuñado Gonzalo como testigo y la constancia notarial del escribano Jesús Martinicorena.
Según declaró Lacalle, por aquellos días era propietario de un apartamento en Montevideo tasado en 120 mil dólares, dos terrenos (sin ubicación ni superficie especificada) valorados en 145 mil dólares, una fracción de campo de 344 hectáreas valorado en 158.862 dólares, la mitad de 1.043 hectáreas de campo en Florida y una casa en Montevideo que valía 525 mil dólares. También declaraba poseer dos vehículos, el derecho de uso de un tiempo compartido, un condominio con su hermana Inés y diversas “donaciones” realizadas por su suegro Alejandro Pou de Santiago (entre ellas bonos del Tesoro por 121.416 dólares).
Entre sus ingresos, Lacalle señalaba los alquileres de sus casas en la Barra de Maldonado y en la calle Echevarriarza de Montevideo, la renta agropecuaria por venta de lana por 60.183 dólares y la renta forestal por la empresa Euskar Forestal sa. El subtotal de ingresos por este concepto en el período 1989-1995 alcanzaba los 961.226 dólares. Sumándole los ingresos por la función presidencial y los bonos del Tesoro, el total llegaba según la declaración a 1.677.485 dólares.
Varios fueron los cuestionamientos que se escucharon por aquellos días luego de que Lacalle presentó el documento sobre su situación patrimonial. La ausencia de datos precisos sobre sus cuentas bancarias, las donaciones de su suegro y las rentas forestales y laneras, se encontraban entre los puntos que generaban dudas y nunca fueron aclarados, porque el ex mandatario nunca volvió a hablar del asunto.
Si por aquellos días Lacalle tenía tantas y tan diversas fuentes de ingreso, ¿cómo es que ahora sólo le queda su jubilación como ex presidente? Si así es, ¿qué fue lo que ocurrió con las propiedades que le generaban rentas, y que ya no posee? ¿Las enajenó y tampoco percibe ninguna renta por el dinero obtenido con esas ventas?
Mientras se discute en Uruguay sobre la jubilación presidencial, única fuente de ingresos de Lacalle, el candidato del Partido Nacional culmina su visita a Chile. Allí estuvo varios días para recoger experiencias sobre las políticas que el gobierno socialista de Michelle Bachelet lleva adelante para combatir la pobreza y la indigencia.

* El presidente Tabaré Vázquez no tendrá derecho a este beneficio por la derogación mencionada, por lo cual sólo podrá cobrar un máximo de 24 mil pesos, que es el tope que fija la legislación actual. Una de las propuestas electorales de Lacalle en materia de seguridad social es eliminar estos topes jubilatorios.
** Su situación patrimonial derivó incluso en un juicio penal por difamación e injurias que Lacalle inició contra el periodista Carlos Peláez. Sin embargo, el líder herrerista desistió finalmente de la demanda cuando Peláez reivindicó su derecho a probar sus afirmaciones y pidió que se levantara el secreto bancario de Lacalle y su esposa Julia Pou.

Fuente: http://www.brecha.com.uy/alter/index.php?option=com_content&task=view&id=1517&Itemid=83