domingo, 6 de septiembre de 2009

Compromiso con uruguayos emigrantes

ESCRIBE: Jaime Trobo (Diputado del Partido Nacional)

Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.uy/columnistas/trobo0604.html

Nuestros compromisos con los uruguayos emigrados son una dimensión que tenemos con nuestros compatriotas y aquellos que no siéndolo viven en nuestro suelo. Por ello no admitimos que se pretenda identificar política e ideológicamente a algunos partidos como los exclusivos intérpretes de la diáspora.

El debate de estos días, disparado por la desesperada acción de la izquierda de promover una reforma constitucional para crear el "voto epistolar" cuyo único propósito es "adueñarse de los anhelos" de los uruguayos que viven en el exterior, nos obliga a realizar algunas reflexiones. Miles de compatriotas se han radicado fuera del país. Miles de uruguayos construyen su futuro en tierras lejanas o cercanas pero fuera del territorio. El país los extraña; pero también los necesita, necesita de su experiencia, de su perspectiva amplia, de sus éxitos, del ejemplo de los riesgos que asumieron y de la superación de los obstáculos.

Muchos compatriotas de la diáspora comparten con el amor a la patria, los ideales del Partido Nacional, el de la libertad, el de los derechos cívicos, el que cree en la gente y su capacidad para aumentar la riqueza del país corriendo riesgos y persiguiendo una sociedad próspera y justa.

Uruguay es una comunidad espiritual, como gustaba llamarlo Wilson Ferreira, que tiene un gran desafío, hacer crecer a su gente, a sus familias comprendiendo a todos sin exclusiones y procurar permanentemente la prosperidad. La experiencia de desencuentros que en algunas etapas ha vivido nuestra sociedad ha tenido un nuevo capítulo en el fenómeno de la emigración, y cuando hay quienes quieren levantar muros entre uruguayos, el Partido Nacional fiel a su sentido de patria amplia y profunda, ensancha el espacio de su actuación buscando a los cuatro vientos compatriotas dispuestos, sin mentalidad excluyente, a aportar su experiencia y compromiso con el futuro. Un Uruguay más grande que reciba a los hijos que se fueron, o que genere espacios para que quienes no vuelvan aporten desde allí su experiencia y compromiso. Por ello, sin perjuicio de las acciones que un gobierno del Partido Nacional realizará para recrear la esperanza en el futuro del Uruguay, nuestra colectividad debe trabajar intensamente para fortalecer sus vínculos con los que no están aquí. De ellos, de su experiencia, de sus desafíos, podremos aprender mucho para la acción cívica y para la acción de gobierno. No debemos renunciar a ello.