Jueves 16 de Abril de 2009 11:11
La asociación para la producción responsable de soja-RTRS- por su sigla en inglés, tuvo su origen en la Unión Europea, la presión de los consumidores hizo eco en organizaciones y políticos que hicieron promesas a sus electores en el sentido de dar seguridad para el consumo de soja, oleaginosa que de modo oculto está presente en el 80% de los productos alimenticios que se ofrecen en las góndolas de los supermercados del planeta.
La organización fue adquiriendo carácter global, se extendió a 17 países y en la actualidad está compuesta por 101 organizaciones. Los miembros sentados a esta gran mesa redonda tienen una variedad que en un principio se descartaría que pudieran compartirla: organizaciones ambientalistas, otras que trabajan en el desarrollo social, productores, importantes corporaciones que fabrican alimentos, otras que industrializan la soja, aceiteras, cámaras de comercio, y hasta la propia Monsanto.
Miguel Hernández, secretario ejecutivo de la RTRS, dijo ayer en Montevideo que la organización se ha ido globalizando y que agrupa a todos los actores de la cadena sojera. El objetivo central de esta organización es poder cambiar el paradigma que existe sobre el cultivo que más se ha extendido en los países del Mercosur, en las últimas dos décadas. La mala imagen del cultivo de soja al que se le atribuyen valores negativos con relación al medio ambiente y a su impacto social han generado la necesidad de que productores, industriales y consumidores se hayan sentado a discutir un modo de producir soja, que sea amigable con el ambiente, seguro y que no impacte negativamente en la trama social de la ruralidad.
Delegación
Hernández encabezó una delegación que hizo contacto con actores locales vinculados a la producción de soja como la Asociación Rural del Uruguay, la Cámara de Semilla y el INIA. Las gestiones apuntan a conseguir la adhesión de organizaciones uruguayas en la asociación global. El máximo dirigente de la RTRS comentó sobre la buena receptividad que tuvo el planteo frente a los dirigentes uruguayos, Brasil, Argentina y Paraguay, tienen nutridas e importantes miembros en la RTRS.
El próximo mes se pondrá a consideración de la asamblea de las organizaciones, en San Pablo, un protocolo de medidas que serían la base de los estándares de producción de soja de modo responsable. El borrador ha ido elaborándose con suma transparencia y es el reflejo de un acuerdo conseguido entre las partes de la cadena.
Existe gran optimismo para que se apruebe el documento que incluye exigencias para los productores, comerciantes e industria aceitera, como el buen trato laboral a sus trabajadores, cero trabajo infantil, buen relacionamiento social con las comunidades, evitar talas de montes nativos, uso responsable de agroquímicos, entre otras. Cabe destacar que esta organización es neutra desde el punto de vista de los modos de producción por lo que no condena el uso de Organismos Genéticamente Modificados. Fuente: La República
