viernes, 1 de mayo de 2009

Mujica convocó ayer a "una revolución cultural"




La República jueves, 30 de abril 2009
Más de 700 personas asistieron al acto del precandidato en el Palacio LegislativoMujica convocó ayer a "una revolución cultural"

El precandidato presidencial del Frente Amplio, José Mujica, convocará a todos los partidos políticos a que se fije como causa nacional lo que él llamo la "revolución cultural". Reconoció como una carencia "de hace 50 años" la profundización del intelecto.

Presentaciòn. José Mujica compareció ayer de saco y con una simbologìa muy similar a la que utiliza Tabaré Vázquez.

José Mujica convocó a iniciar en el país una "revolución cultural" que "sin dudas determinará que se pospongan otras necesidades sociales" y que además promoverá que "se distribuya conocimiento en el pueblo y no sólo riqueza". Más que decirlo, lo reclamó ante más de 700 personas que minutos antes de las seis de la tarde, hora a la que estaba pautado el inicio del acto, ya ocupaban el salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo, al punto que era dificultoso trasladarse por la sala.
En el grupo convocado ayer a una reunión que Mujica definió como "un encuentro con personalidades de diferentes disciplinas cuyas contribuciones estarán a la orden de quienes conduzcan los destinos del país en el próximo período de gobierno", se encontraban, entre otros, el historiador Benjamín Nahum, el antropólogo Daniel Vidart, la politóloga Constanza Moreira, la socióloga Susana Mallo y los economistas Pedro Buonomo, Jorge Notaro, Guillermo Pomi y Gonzalo Rodríguez Gijena.
Entre el nutrido grupo que desbordó el Salón de los Pasos Perdidos, también estuvieron figuras de la cultura como José Carbajal, "el Sabalero"; Braulio López y Pepe Guerra, "Los Olimareños"; Mario Carrero; los actores Julia Amoretti, Jorge Denevi y Carlos Aguilera y el escritor Washington Benavidez. También los antropólogos Renzo Pi Ugarte y Carlos Gómez Haedo.
Mujica aseguró que la profundización en la sociedad del conocimiento, la educación y la cultura "es una batalla que no hemos venido dando en por lo menos 50 años. Es una lucha pendiente que tenemos todos", gritó.
No fue un clásico acto de campaña electoral. Por lo menos eso decía el texto de la invitación al evento. Y lo proclamado en el papel se cumplió.
No se escucharon críticas a la oposición, no hubo anuncios electorales explícitos ni mucho menos, ni párrafos que llevaran a diferenciar al candidato oficial del Frente Amplio de los discursos de las otras dos opciones electorales de la izquierda.
Existieron no obstante menciones específicas de José Mujica a lo que para él significan los tiempos electorales que corren, los que calificó de "malditos" y "benditos".
"Son malditos estos tiempos electorales porque nos ponen a correr contra otros", pero advirtió: "Sepan que no correré a costa de la unidad del cuadro". Y son "benditos porque nos permiten una convivencia civilizada".
Volvió a restarle importancia al supuesto caso de que no sea el elegido en las próximas elecciones internas, aunque puso dos condiciones: "buena fe y entrega total. Eso es innegociable para que pueda permanecer en el puesto que sea", remarcó.
Mujica convocó al resto de los partidos políticos a sumarse a la "revolución cultural" que propuso en la noche de ayer, sin "ánimo de chicanas políticas".
Destacó que "hay que convencer a la oposición de que el conocimiento, la educación y la cultura, los ejes de este acto, deberán ser una causa nacional".
"No quiero que cuando hablamos de las escuelas de tiempo completo me salgan con que sale tanta guita ponerlas en funcionamiento, ni tampoco llevaré aquello de que me vengan con que se necesita el 10% del PBI para la educación. Hay que echar mano a la creatividad, capaz que vamos a tener una Universidad de sandalias, arriba de un cojinillo. Eso es lo de menos", dijo.
Señales
La iconografía del acto, los símbolos que rodearon el encuentro, estuvieron ayunos de toda partidización. Hay que señalar que una disposición de la Comisión Administrativa del Palacio Legislativo determinó hace ya algo más de dos meses la prohibición de gráficos electorales dentro del edificio.
Tres gigantografías respaldaban visualmente al precandidato oficial del Frente Amplio. Una reproducción de la bandera uruguaya que pendía desde los balcones del Salón de los Pasos Perdidos hasta casi llegar al suelo y, a sus costados, dos soles "amanecidos" del mismo tamaño.
El atril desde donde habló tenía similares características a los que se usan en las instancias discursivas oficiales del actual Poder Ejecutivo: de frente ovalado y de acero inoxidable. "¿Ahí tengo que subirme para hablar?", dijo Mujica sorprendido y poco acostumbrado a dirigirse al público desde un lugar determinado. Generalmente lo hace caminando de un lado a otro.
Cuando fue convocado a hacer uso de la palabra lo aplaudieron de pie. Saludó, tomó agua y respiró profundo. Quizá para romper el hielo apeló al viejo recurso dialéctico de iniciar la oratoria con una chanza. "Ante esta presentación tan solemne, un poco de jocosidad". Allí habló del saco que llevaba puesto en lugar de la clásica campera azul.
Confió ante todos que "es la segunda vez que uso este saco acá. La primera fue cuando vino Fidel Castro a Uruguay, cuando asumió por segunda vez la presidencia Julio María Sanguinetti", relató.
"Si este viejo usa eso ¬dijo en alusión al saco que portaba el líder cubano¬ yo también puedo ponerme uno". Setecientas bocas acompañaron la anécdota con risas cómplices.
Aunque era del mismo color azul que la campera de siempre, dijo que no se sentía muy cómodo con él. "Sé que todos hablarán mañana de este saco". Mucho no le cayó en gracia que uno le dijera que vestía la prenda al estilo del ex presidente argentino Néstor Kirchner; un saco de corte cruzado pero sin abrochar.
El entorno del Palacio Legislativo Mujica volvió a explicar por qué presentaba a su grupo de colaboradores en el Palacio Legislativo. "Hay una moda ¬dijo¬ de que este tipo de actos se realice en boliches con almuerzos de cubiertos caros. Nosotros pensamos que este es el lugar más representativo de la sociedad. Acá llegan todas las quejas, todos los dolores", destacó. "No hay mejor lugar".
Pero inmediatamente vaticinó que "llegará el día en que el Palacio esté obsoleto gracias al avance de Internet (porque desde la red) vamos a tener acceso a todos los libros, a todas las bibliotecas, a toda la música e incluso a todas las películas".
Pero si bien "todo el conocimiento" está en Internet, "allí no están todas las preguntas. Por eso es importante la capacidad de interrogarse, la capacidad de formular preguntas fecundas, que disparen nuevos esfuerzos de investigación y aprendizaje.
Y eso está allá abajo, marcado casi en el hueso de nuestra cabeza, tan hondo que casi no tenemos conciencia. Simplemente aprendemos a mirar el mundo con un signo de interrogación, y esa se vuelve la manera natural de mirar el mundo. Se adquiere temprano y nos acompaña toda la vida. Y sobre todo se contagia".
Dirigiéndose a los 700 asistentes al acto, Mujica ¬que los calificó como la levadura del conocimiento¬ les manifestó su deseo de zambullirse en la cultura "si ella fuera agua".
"¿Se acuerdan de Rico McPato, aquel tío millonario del Pato Donald que nadaba en una piscina llena de billetes? El tipo había desarrollado una sensualidad física por el dinero. Me gusta pensarme como alguien que le gusta darse baños en piscinas llenas de inteligencia ajena, de cultura ajena, de sabiduría ajena. Cuanto más ajena, mejor".