INNOVACIONES TECNOLÓGICAS
Dos desarrollos de ingeniería aplicada capaces de resolver problemas nacionales y que permiten a la Universidad de la República captar ingresos por concepto de derechos de propiedad intelectual fueron presentados este martes 12 como ejemplo de integración entre la academia y el sector productivo y muestra de los avances que se constatan en el país en materia de innovación tecnológica.
Uno de los desarrollos es un “adquisidor de datos meteorológicos”, es decir un estación de medición de velocidad y dirección de los vientos, y otro un bio-reactor para la industria láctea. En el primero trabajó el Instituto de Ingeniería Eléctrica de la Facultad de Ingeniería y en el segundo el Instituto de Industria Química de la misma casa de estudios.
Ambos desarrollos fueron presentados en el marco del evento “Transferencia Tecnológica Universidad – Sector Productivo”, organizado por la Facultad de Ingeniería y la Fundación Julio Ricaldoni.
Participaron de la conferencia el ministro de Industria, Energía y Minería, Roberto Kreimerman, el subsecretario de esa cartera, Edgardo Ortuño, la subsecretaria de Educación y Cultura, María Simon, el rector de la Universidad de la República, Rodrigo Arocena, y el decano de la Facultad de Ingeniería y el presidente de la Fundación Héctor Cancela, entre otras autoridades.
Kreimerman sostuvo que los dos proyectos constituyen una muestra de los “cambios cualitativos” que se registran en el país, sobre todo de la mayor -aunque todavía insuficiente- integración entre el sector productivo y la academia.
Para transformar al país hacen falta estrategias que profundicen en ese camino, sostuvo, apuntando que el crecimiento registrado en los últimos años en “nuevos sectores” industriales, como el biotecnológico, el naval, el automotor, entre otros, es indicativo de los “nuevos tiempos que corren”. “Se están creando nuevos productos en la cadena de valor, y estos desarrollos son ejemplos muy valiosos de ello”, consideró.
“Los frutos de la investigación en ciencia y tecnología no se alcanzan de un día para el otro. Hay que tener perseverancia”, dijo por su lado la subsecretaria Simón.
“No todos los problemas se resuelven con dinero, hay que crear recursos humanos y conocimiento, crear un equipo e incorporarlo en las carreras de grado, y eso lleva años. Lo fundamental es el recurso humano con formación temprana e investigación”, añadió.
La jerarca resaltó el papel jugado por la Fundación Ricaldoni en “tender puentes” entre el sector productivo y el académico, “algo esencial para progresar”.
“Uruguay no quiere invertir en mano de obra barata sino en mano de obra calificada”, subrayó, y observó que el déficit que puede presentarse en ciertos sectores de personal calificado “es un problema positivo, que plantea desafíos interesantes al país”.
Arocena, en tanto, destacó la apuesta de la Universidad a la innovación, a través del Sistema Nacional de Investigación y el desarrollo de carreras volcadas hacia el sistema productivo.
Héctor Cancela explicó a su vez que la Facultad de Ingeniería y la Fundación Ricaldoni tienen “una estrecha relación con el medio productivo en asesoramiento, ensayos, convenios para desarrollar proyectos, convenios estratégicos de largo plazo y capacitación”.
Hasta el momento las empresas uruguayas recurrían en escasa medida a la academia, pero el panorama está cambiando ,dijo.