lunes, 4 de abril de 2011

El Conrad: detrás de las noticias

Por Florencio Luzardo


PUNTA DEL ESTE, Uruguay, 3 Abr (UYPRESS/Florencio Luzardo) – La crónica de lo que sucedió ayer en la cena en el hotel CONRAD con 1200 empresarios uruguayos, argentinos, brasileros y de otros países, con todo el gobierno uruguayo, ocupó las primeras planas de todos los medios de prensa nacionales. Hay cosas muy interesantes detrás de esas noticias.

Observando los rostros de los protagonistas, las reacciones de los invitados, las presencias pero también las ausencias y el clima general al finalizar la actividad.

La sala estaba llena y tuvieron que poner mesas en el hall para instalar a todos los que pagaron 250 dólares por estar. De eso se trataba, de estar, de mostrarse y de escuchar al gobierno. Lo recaudado era todo para el homocentro regional de Maldonado, Cerema (Centro de Rehabilitación de Maldonado), el Hospital Departamental de Maldonado, y PORTSALEU (Centro para el tratamiento de enfermos con Leucemia). Entre las entradas vendidas, las empresas auspiciantes y el remate de una obra donada por el escultor Pablo Atchugarry se recaudaron más de seiscientos mil dólares.

El remate recaudo fondos para el programa Juntos de la Presidencia de la República. Hasta aquí todo perfecto, luego vienen las tensiones.

Habían transcurrido 14 meses desde el anterior encuentro, en el mismo lugar y casi con los mismos participantes. Había expectativa. Además se agregó una novedad poco usual en este tipo de reuniones, los empresarios tomaron la palabra, elaboraron un mensaje que se leyó antes del inicio de los discursos del vicepresidente Danilo Astori y el presidente José Mujica.

Previamente el presidente de la Cámara Argentino-Uruguaya de Comercio, Juan Carlos López Mena, que tanto el año pasado como este fue el promotor de la iniciativa habló brevemente dando la bienvenida y el agradecimiento y reconoció los logros pero también los problemas sociales de la pobreza.

El mensaje de las Cámaras - bastante extenso por cierto, - reconoció los logros que el país tuvo durante el primer año del gobierno de Mujica. Son impresionantes y ni siquiera en la más frondosa imaginación de hace un año alguien podía estimar que el país crecería el 8.5%, su PBI superaría los 40 mil millones de dólares, 78 mil uruguayos más saldrían de la pobreza, la indigencia bajaría por debajo del 1% y la desocupación promedio del año alcanzaría el 6%, el menor guarismo desde que hay registros.

Las inversiones nacionales y extranjeros se mantienen firmes – señal de que el mensaje de febrero del 2010 fue bien recibido, y sobre todo la realidad económica y social salta a la vista. Los uruguayos consumieron el año pasado la cifra record de 28.550 millones de dólares. Lo más interesante del mensaje de las cámaras empresariales uruguayas fue cuando llegó la parte más tradicional: el lamento.

Bastaba ver el poco entusiasmo de las autoridades sentadas en dos filas en el estrado, junto a los presidentes de la Cámaras, o sus gestos para percibir el hartazgo de los lamentos de siempre. Algunos presidentes de Cámaras empresariales, sonreían. Astori tomaba nota.

Según se supo en la actividad el documento de las Cámaras fue redactado por el economista Gustavo Lisandro, el principal referente en Economía de la fórmula electoral del Partido Nacional en la campaña del 2009. Algún ministro le pareció algo insólito. ¿El lamento era empresarial o político?

Así que a la expectativa natural por los discursos oficiales, se le sumaba la respuesta. No se trató de algo grosero, frontal, sino de un lamento sutil, a la uruguaya.

En una de las primeras mesas estaban los ex presidentes Julio María Sanguinetti, Luis Alberto Lacalle, los gobernadores de Buenos Aires, Daniel Scioli y de Santa Fe Hermes Binner, representantes del los partidos políticos uruguayos, junto a la senadora Lucia Topolansky.

Le tocó el turno a Astori. Adoptó la actitud de un hombre de Estado, agradeció incluso los lamentos de las Cámaras, naturalmente que con otras palabras y le desarmó a los más interesados en un choque, todas sus expectativas. Uno a cero para el gobierno.

En un discurso muy preciso y concreto Astori reafirmó el rumbo económico y social del país, las grandes metas de su desarrollo lo que no descarta cambios y ajustes para responder a los cambios de la realidad. Dos a cero para el gobierno. Uno de los rasgos característicos de esta administración ha sido su capacidad de dar respuestas rápidas y concretas a los nuevos problemas: crisis mundial, fluctuaciones del cambio, inflación.

Dejó claro que seguirán los estímulos a las inversiones y en todo caso se afinará el lápiz para que se correspondan con los objetivos estratégicos del país. Los excelentes resultados son de todo el país, de toda la sociedad y no sólo del gobierno. Aplausos y nuevo golazo del gobierno.

Un detalle importante: Astori agradeció y reconoció la importancia por la presencia de los líderes políticos de otros partidos y en especial de los ex presidentes. Como acostumbra Astori: precisión, sin sobrarle ni faltarle una palabra, la confianza surge de lo que dice y de los que sabe. Los argentinos aplaudían con particular entusiasmo.

Y le tocó el turno al presidente Mujica. Entre sonrisas dijo que Astori lo había dejado sin tema, es decir de un plumazo y una frase reafirmó los conceptos centrales del rumbo económico y social y a partir de allí –inspirado – porque a Mujica los ambientes “ajenos” y con cierto grado de expectativa externa lo inspiran. Se mandó un gran discurso.

Como siempre, sin lugares comunes, hablando claro de que había que conocer las reglas del capitalismo y que su esencia era producir y reproducir riqueza y que el Estado era el encargado de equilibrar las cosas y aplicar políticas públicas y definir reglas para la justicia social. Con humor y con esa capacidad de comunicación que todos le reconocen sedujo al auditorio. Durante los discursos de ambos gobernantes no se oía volar una mosca.

De Mujica quería escuchar certezas y se las llevaron, pero todos esperan algo más y también se lo llevaron. Habló de la eterna tensión entre la parte egoísta del ser humano, la que lo lleva a acumular riqueza, a defender su propia existencia y la de su familia y la otra, la solidaria, la altruista que busca defender la especie, la sociedad. En esa tensión vivimos los seres humanos.

Un discurso para los presentes, para los empresarios, pero también para los suyos, para la izquierda. Afilado como un buen facón. Y una periodista argentina comentaba, “es Martín Fierro”. Por favor que ahora no comience una discusión sobre el lugar de nacimiento de José Hernandez.

Grandes aplausos. Mesas enteras – sobre todo de argentinos – que aplaudían de pié. Y un clima excelente. Saludos, felicitaciones y el postre.

Algunos presidentes de algunas Cámaras – los de siempre – los que podrían grabar un CD y pasarlo en los reportajes, en las declaraciones y bajo la ducha con una sonrisa forzada. Son actores políticos-sociales, que no tienen la responsabilidad de los partidos y por lo tanto su plataforma es el peor corporativismo.

Y aquí no terminan los detalles: dos ministros no vivieron. Luis Rosadilla de Defensa estaba enfermo, Ana Vignoli del MIDES faltó sin aviso. Algunos integrantes de la mesa se preguntaban si tenía miedo de contagiarse con tanto empresario presente. Lo cierto es que faltó.

Intendentes, unos cuantos y con la confraternidad entre si que caracteriza a esos gobernantes sin importar a que partido pertenecen. Dirigentes sindicales, uno sólo del SUNCA. Estaban invitados, pero es posible que no esté entre sus prioridades acompañar al gobierno de izquierda cuando tienen que exponer y jugarse con las patronales…

Los diferentes sectores y actores fueron a la cena con expectativas diversas, el menú del CONRAD – que lo donó – no era una de ellas. El gobierno – si tiene que hacer un balance – salió impecable, los buenos empresarios y dirigentes empresariales que querían conocer de primera mano y en público la opinión al más alto nivel del gobierno, se fueron pipones, los llorones de siempre, se fueron a llorar a otro rincón. Ya no les queda espacio donde exprimir sus interminables glándulas lacrimales: ¿La OIT? ¿La Corte de Derechos Humanos de La Haya? ¿Esperar un nuevo año, para ver si sus agoreras previsiones se cumplen?

En una mesa de empresarios de la provincia de Mendoza, en uno de los tantos corrillos que se formaron al finalizar el evento, comentaban “nos vamos con la cabeza llena de campanas, de preguntas y entusiasmos. Esta noche aprendimos mucho”.

Florencio Luzardo

UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias