VISIONES POLÍTICAS
En el lanzamiento del Plan Nacional de Juventudes, el ministro Olesker, expresó que el proyecto que recoge firmas para bajar la edad de imputabilidad de menores infractores se basa en la pena, en el estigma y en la marginación. Expresó que es “un plan bien contrario” a la apuesta que hace el gobierno, de creer en el dinamismo, en la capacidad creativa y transformadora de los jóvenes. En coincidencia se manifestó el ministro Brenta, quien observó “respuestas simplistas”.
El ministro de Salud, Daniel Olesker finalizó su exposición sobre el Plan Nacional de Juventudes y manifestó que hace unos 20 días se lanzó otro “plan nacional de juventudes”, por parte de sectores de la oposición, que promueven la rebaja de la edad de imputabilidad penal.
Afirmó que se trata de un plan “bien contrario a este que estamos lanzando nosotros, que se basa en la pena, en el estigma y en la marginación”.
Por el contrario, sostuvo que el plan que lanza el gobierno cree en el dinamismo de los jóvenes, en su capacidad diversa para pensar las cosas, en su capacidad de creatividad y transformadora.
En ese mismo sentido, el ministro de Trabajo, Eduardo Brenta, agregó que muchas de las políticas que conforman el Plan Nacional de Juventudes son además, la respuesta a las políticas que generaron una fuerte ruptura en la cohesión social de Uruguay durante décadas pasadas.
Brenta dijo que “buena parte de las respuestas simplistas que pretenden darse hoy, alternativas como la seguridad ciudadana y la relación con los jóvenes, responde a las políticas desarrolladas durante la década de los 90 en adelante, fundamentalmente, que generaron una fuerte fractura social en el Uruguay”, sostuvo.