Lacalle: Mujica es la "conducción por la confrontación"
No hará peligrar el triunfo blanco por "un punto dialéctico"
Ya siente la banda presidencial a un palmo. Luis Alberto Lacalle, precandidato de la UNA, profundizó ayer su vaticinio de que la final estará entre él y José Mujica y que ambos representan concepciones de país diametralmente opuestas. Sin embargo, subrayó su compromiso de unidad partidaria y su respeto por su rival en la interna, Jorge Larrañaga.
Lacalle expuso ayer en el Congreso de delegados del Interior de Concordia Nacional, grupo que lidera el ex ministro Ignacio de Posadas junto a Gonzalo Aguirre y Analía Piñeyrúa.
Sobre la interna subrayó que es "competencia y no una lucha" y su estrategia es la de aceptar discrepancias pero no ataques a los compañeros del Partido.
Tras llamar a Larrañaga de "compañero y amigo" Lacalle dijo enfático que no está dispuesto a "poner en peligro la necesidad que tiene el país de que gane el Partido Nacional por ganar un punto dialéctico a los compañeros".
Auguró que en julio y para las elecciones nacionales de octubre se confrontarán "el país de Mujica y el país del Partido Nacional".
"Esa es la disyuntiva que se va a tramitar en el mes de julio", señaló.
La campaña, dijo, va a enfrentar "esas dos maneras de ver el mundo, la vida, la sociedad, la propiedad, la libertad".
Dijo que habrá "dos grandes polos dialécticos": la "conducción por la confrontación" de Mujica, a quien comparó con el ex presidente argentino Néstor Kirchner, para quien llevar las situaciones al borde es una forma de conducción, con "la conducción por mayor cooperación" que él postula.
Dijo que el estilo Mujica supone una "semilla" que "el país ya vio crecer entre el 63 y el 84, primero por el lado de los tupamaros y luego por el lado de la dictadura militar".
"Aquí, nunca más una sociedad en la cual buscar el enemigo, sea la razón del sistema", enfatizó. "Rechazamos la lucha de clases y la división entre patrones y obreros", agregó
El País Digital