domingo, 9 de diciembre de 2012


Mujeres van en busca de la pureza

El 63% de las rioplatenses siente la necesidad de "desintoxicarse" de diversos estímulos de la vida moderna al menos una vez por semana, según un estudio.
No hace falta comer algo en mal estado para sentirse "intoxicado". A menudo, esa sensación proviene de estímulos sociales o emocionales más que de factores físicos o químicos. El vertiginoso ritmo de la vida actual, las demandas excesivas de productividad laboral, el exceso de tecnología y un clima social que en ocasiones puede resultar agobiante, o bien estresante, son algunas de las variables entendidas como agentes "tóxicos".
Por eso, son cada vez más las personas - y en particular, las mujeres- que emplean métodos para "purificarse" o bien "desintoxicarse" de este agotador devenir diario. Atendiendo a este panorama, un estudio realizado por la consultora de investigación y tendencias Trendsity para la firma Dove se propuso identificar cuáles son los factores de la vida actual que llevan a las mujeres rioplatenses a sentirse "intoxicadas" y de qué manera se materializa la búsqueda de la simpleza o pureza como formas de "detox". Para ello, se encuestó, a través de un cuestionario online, a 500 mujeres -250 de Uruguay y 250 de Argentina- de entre 25 y 45 años de edad. El primer resultado del estudio fue contudente: el 63% de las féminas siente la necesidad de "desintoxicarse" o "purificarse" de diversos estímulos, al menos una vez por semana.
EXCESOS Y TENSIONES. Pero, ¿qué es lo que causa esa sensación de estar "contaminado" por la rutina? En Uruguay, el primer factor que mencionaron la mayoría (61%) de las mujeres encuestadas fueron las exigencias sociales, mientras que en Argentina este lugar fue ocupado por el "clima social", entendido como "la mala onda", las noticias de los diarios y la TV, y la política.
En ambos países, el segundo escalón fue para factores alimenticios: consumir una dieta desbalanceada es determinante para que 44% de las mujeres se sientan intoxicadas; 33% mencionó en particular el consumo de alimentos grasos o fritos.
Los vínculos sociales, como las demandas familiares y otras relaciones afectivas, también son tema de preocupación, o, en este caso, de "polución", para el 43% de las uruguayas. Variables más impersonales, como el tránsito y el tiempo transcurrido en los medios de transporte, fueron mencionadas por el 42% de las encuestadas, mientras que el aire viciado de la ciudad fue seleccionado por un 27%.
El único factor que obtuvo casi idéntico porcentaje tanto en Uruguay como en Argentina fue la percepción de que el "exceso de tecnología" puede disparar la búsqueda de "detox". Para el 15% de las consultadas, la permanente conexión a Internet resulta más estresante que estar hablando continuamente por celular. Este resultado no es de extrañar, ya que explica una tendencia mundial emergente dirigida a practicar el llamado "detox tecnológico": mantenerse desconectado para priorizar el relacionamiento cara a cara con familiares y amigos, así como alejarse de la ciudad y los ajetreos de la vida moderna con escapadas a sitios que permitan el contacto con la naturaleza.
RECETAS PURAS. Ahora bien, ¿de qué otras maneras se manifiesta esta búsqueda de la "pureza" en la vida diaria? Para las encuestadas, la principal forma de compensar los factores cotidianos que las hacen sentir intoxicadas es conectarse con cosas sencillas que las gratifican. En el estudio, la mayor parte (75%) habló de reunirse con amigos y familia, mientras en segundo lugar quedaron las prácticas relacionadas con lo corporal. En esta área es que aparecen los baños de inmersión (52%) y la actividad física (47%); se trata de pequeñas pausas que funcionen como "paréntesis reparadores" que le permitan al cuerpo y la mente vivir un momento de placer y desconexión, para retornar renovados al ritmo demandante de la rutina urbana. Otra tendencia en ese sentido es "la necesidad de volver a las bases, a la `sabiduría de las abuelas`, a sus comidas, a lo artesanal, a lo hecho a mano, a las `recetas de toda la vida`", apunta el estudio.
En cuanto a las prácticas deportivas -la tercera estrategia de purificación y detox elegida entre las mujeres-, en Uruguay la mayoría (36%) elige la gimnasia, seguida por caminar (22%). Correr tiene 9% de adhesiones y hacer Pilates, 7%. El yoga y la meditación son casi inexistentes entre las uruguayas, a diferencia de las argentinas (representa el 7% y 6% de las elecciones). También en el vecino país aparecen usar la bicicleta, bailar y andar en rollers como prácticas asociadas a la purificación, prácticas que no se mencionan en Uruguay.
"La desintoxicación se traduce como la tendencia a reinvindicar lo simple y puro: disfrutar de vínculos afectivos duraderos con familia y amigos, de las pequeñas cosas que gratifican, de las pausas placenteras y también de la búsqueda a través del cuerpo", concluye el estudio. Y agrega: "Esta necesidad se relaciona con valorar lo netamente humano como antídoto contra la rapidez, la multifuncionalidad y la presión por la eficientización que muchas veces nos saturan"
Fuente: Diario El Pais de Uruguay