domingo, 5 de junio de 2011

Extremos climáticos a futuro

El nivel del mar subirá, se acercan ciclones y huracanes, y las inundaciones y sequías se sucederán, imprevisibles, en el país, dice la representante de la ONU.


Hoy, Día Mundial del Medio Ambiente, es poco lo que Uruguay puede hacer para frenar el cambio climático, aunque su contribución contaminante sea limitada.
LEONEL GARCÍA



Desde hace aproximadamente un lustro a hoy, todo lo que refiera a medio ambiente tiene inmediatas connotaciones más o menos apocalípticas. Fue entonces, en épocas del documental de Al Gore Una verdad inconveniente, que el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) realizaba unos pronósticos nada halagüeños para el futuro. Y por esta parte del mundo, a fines de 2006 científicos locales aseguraban que con el correr de este siglo Uruguay será un país más cálido (hasta 3° más de temperatura para 2080), más lluvioso (un 7% más de precipitaciones para 2080) y con riesgo de ver reducida buena parte de su zona costera (un aumento del nivel del mar de hasta 42 centímetros para 2100). Y estas previsiones, lo sabe Susan McDade, se mantienen firmes.

Canadiense de nacimiento, economista de profesión, McDade es, desde enero de 2010, la coordinadora residente de las Naciones Unidas en Uruguay; algo así como la "número uno" de la ONU en este país. Muy consustanciada con estos temas, ella asegura que el nivel del mar subirá y que los años venideros traerán una serie de eventos extremos difíciles de pronosticar. Y agrega que, pese a que el aporte uruguayo al calentamiento global y a su combate es insignificante, siempre hay algo que se pueda hacer, por poco resultado que dé.

Hoy, 5 de junio, es el Día Mundial del Medio Ambiente. Así lo ha establecido la ONU desde 1972, que dedica esta jornada a informar y a sensibilizar a la opinión pública. Aquí, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), del que McDade también es representante residente en Uruguay, invierte "entre tres y cuatro millones de dólares al año" en distintos programas en este campo. Estos proyectos, en los que suelen intervenir más de una de las agencias de la ONU y más de un organismo estatal o ministerio, incluyen títulos directos, pomposos, esperanzadores, barrocos y/o crípticos: Desarrollo de instrumentos para el monitoreo ambiental y territorial, Integrando el medio ambiente en los procesos nacionales de desarrollo, Iniciativa pobreza y medio ambiente, Fortalecimiento del proceso de implementación del Sistema Nacional de Áreas Protegidas en Uruguay, Programa de energía eólica en Uruguay, Producción de electricidad a partir de biomasa, y otros. "También hay un programa sobre el manejo de zonas costeras, para evitar la pérdida de ecosistemas, y otro programa binacional con Argentina sobre el manejo de aguas internacionales", agrega.


- ¿Qué es lo que se prevé para Uruguay?

- Hay consenso en la comunidad científica mundial sobre que el nivel del mar va a subir. Ciudades costeras como Montevideo lo van a sufrir. Y eso es una amenaza a la infraestructura vial existente como la rambla. También sabemos que va a cambiar la distribución y la frecuencia de lluvias; eso va a generar una gran incertidumbre en la agricultura y más aquí, donde ésta depende mucho de la lluvia. Se esperan ciclos extremos de sequías e inundaciones, y no se puede prever cuándo se daría cada uno de esos fenómenos.

- ¿Qué medidas debería tomar el país?

- Una debería ser una planificación más racional del uso de los acuíferos. Es que aquí mucha del agua que se consume es subterránea, y si aumenta el nivel del mar, crecerá la concentración de sal. También habrá que utilizar más vías de circulación que no sean costeras. Es que también hay incertidumbre sobre la posibilidad de que se desarrollen eventos climáticos más extremos.

- ¿Cómo cuáles? ¿Tsunamis, por ejemplo?

- No hay ninguna indicación sobre posibles tsunamis en esta zona (N. de R. La entrevista se realizó luego de que este diario informara que un tsunami estuvo cerca de las costas uruguayas en 2006), pero ciclones y huracanes sí. Es más, hay evidencia de que están bajando por el (océano) Atlántico desde zonas tropicales.

Algo qué hacer. Hay periplos vitales que parecen marcar un destino. Cuando tenía 16 años, la adolescente Susan obtuvo una beca para hacer el bachillerato en el Colegio Internacional Lester B. Person, en Victoria, en su Canadá natal. Su compañera de cuarto, recuerda hoy, era una uruguaya, Adriana de León. "Ella ahora vive acá, en Montevideo, todavía es mi amiga. Y yo decidí estudiar español por su influencia". Giros de la vida, McDade y sus dos hijos son hoy vecinos de Malvín; y su castellano -ayudado por un período trabajando en Cuba- es casi perfecto.

El Día Mundial del Medio Ambiente 2011 está dedicado a los bosques naturales que, como señala McDade, "Uruguay no se caracteriza por tener". Aún así, rescata como positivos los esfuerzos que se están haciendo "para la creación de bosques artificiales". A su criterio, esto es una moneda de dos caras: "Permiten una mejor captación de carbono, pero no sirven como hábitat para la fauna autóctona".

Una triste paradoja: este país está muy lejos de ser un estado emisor de grandes cantidades de gases invernadero (como lo son Estados Unidos, la Unión Europea con Alemania y Gran Bretaña a la cabeza, China, Rusia, Japón o India). En un listado de la ONU fechado en 2007, Uruguay se encontraba en un risible puesto 111° en un ranking de contaminantes. Así y todo, irremediablemente sufrirá las consecuencias.

-¿Hay algo que pueda hacer Uruguay para combatir el cambio climático? Da la impresión de que no mucho.

- Es cierto que Uruguay no es un gran contribuyente de gases de efectos de invernadero. Pero muchas veces las emisiones provienen del uso no eficiente de la energía en el sector residencial. Acá influyen muchas cosas, que las aperturas sean más herméticas, que haya mejores instalaciones en las casas, cerramientos, el sistema de ventilación; cómo se construyen los hogares, en suma.


-¿Y en lo relativo a la generación de energía?

-En esos términos, el gobierno está tratando de apelar a fuentes de energía renovable para tratar de disminuir el uso de los combustibles fósiles. Esto tiene un doble beneficio: baja la emisión de gases de efecto invernadero y se disminuye la vulnerabilidad a los precios de las importaciones. Pero el planteo original es cierto: no importa lo que haga Uruguay como país, el efecto del cambio climático está ocurriendo y va a ocurrir porque países mucho más grandes son mucho más determinantes.

Vocación. Egresada de la Universidad de Ontario, McDade pagó sus estudios superiores trabajando "como salvavidas e instructora de nado". Esa vocación de servicio, dice, fue la que la llevó a la ONU, luego de hacer una maestría en Desarrollo en Holanda. Como funcionaria del organismo, estuvo en Guatemala, Nueva York, Beijing y La Habana. "Yo tenía mucho interés en temas internacionales, en la justicia social, en por qué hay tanta diferencia entre los países. Creo que mucha gente que trabaja acá (en Naciones Unidas) lo hace porque está convencida de que el mundo puede ser un lugar mejor".
Sus dos hijos, Peter (7) y Emma (5), ya tienen el "che" y el "tá" en su vocabulario. Susan lleva con orgullo su condición de madre soltera. "Hay muchos solteros y divorciados en la ONU. Es un trabajo muy difícil para una pareja porque uno está cambiando de destino cada cuatro años". No lo dice en tono de queja.

Estos días, previos y posteriores al 5 de junio, conceptos "medio ambiente", "cambio climático" o "calentamiento global" son los más escuchados y repetidos en Naciones Unidas. Como evento extra, el organismo está copatrocinando un ciclo de cine con temática ambiental, del jueves 10 al viernes 17, en el complejo Hoyts Alfabeta. Pero no solo de ecosistemas vive la ONU. Esta sede maneja anualmente 40 millones de dólares en inversión de programas en Uruguay. Hay 14 agencias del organismo instaladas en el país y otras tantas cooperando desde el exterior. "Acá, que hay un gobierno que está dispuesto a distribuir recursos, el papel de la ONU no es financiar programas contra la pobreza sino ayudar a las autoridades y las instituciones en el diseño de políticas públicas, de abrir espacios de diálogo, de traer experiencias de otros países que han enfrentado problemas similares y acercar expertos en los distintos campos, como cultura o educación".

-Otro estudio de la ONU, divulgado en 2009, señala que los grandes perjudicados por el calentamiento global son los pobladores de bajos recursos, en especial las mujeres. ¿Eso también lo nota acá?



- Eso se da principalmente en los países pobres, en cualquier lugar donde las mujeres trabajen cargando leña y agua. Acá no se nota tanto por lo extendido de la electricidad. Lo que sí se nota es que hombres y mujeres que trabajan en el sector agrícola, o en actividades de subsistencia, serán los más afectados. El cambio climático ataca con más dureza a quienes dependen de la tierra, y como Uruguay está altamente urbanizado, afectará menos.



-Finalmente, ¿qué calificación le pondría a Uruguay en materia del cuidado medioambiental?



- No es tema de calificación. Lo que sí puedo decir es que en emisión de carbono, de gases de efecto de invernadero, Uruguay tiene un volumen mucho menos significativo en comparación con sus vecinos, lo que lo coloca (sic) muy bien. Además, una de las fuentes de mayor emisión de estos gases es el metano que producen las vacas. Y es muy poco lo que podemos hacer para que esto disminuya (sonríe).



Debilidades y fortalezas desde una óptica extranjera

A poco tiempo de llegar al país, a la coordinadora residente de la ONU Susan McDade, con pasado en China y Cuba, le sorprendió positivamente la gran cultura cívica de la población. "Cualquier vecino te puede decir qué es lo que se está votando en el Parlamento".



Pero también le llamó la atención sentir que esa misma población se percibe más cercana a Europa que a América Latina. "Eso tiene su lado positivo porque es un testimonio de la inmigración, de la cultura recibida, de la educación. Pero es negativo en cuestiones de inserción económica, porque el mercado… definitivamente Uruguay está en América del Sur".



-A su criterio, ¿cuáles son las grandes debilidades de este país?



-Una es la situación demográfica, la población está envejeciendo y no existe un sistema para dar cuidado a los ancianos. Otro tema es la muy escasa graduación en secundaria (N. de R. Según datos oficiales, el 48,1% de los mayores de 15 años no terminó el ciclo básico liceal), que representa una amenaza para el futuro. Y otra cosa que merece más atención es una política migratoria; acá no hay una definición clara, un balance de quien está y quién se va; el gobierno necesita tener un perfil más activo en saber qué migración quiere y necesita.



-Y por el contrario, ¿cuáles diría que son sus fortalezas?



-Noto un fuerte sentido de solidaridad, un nacionalismo positivo. La economía es moderna, y eso se demostró en cómo ha podido recuperarse de la crisis financiera. Y lo otro son las políticas públicas de recaudación y redistribución: Uruguay es el país más equitativo de América Latina; claro que éste es el continente menos equitativo de todos.



"Muchas veces las emisiones provienen del uso no eficiente de energía en las residencias".



Primera visita de Ban Ki-moon al país

El surcoreano Ban Ki-moon, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, visitará Uruguay por primera vez este mes. Su arribo será en la tarde del 14 y para el día siguiente está previsto que se reúna con las principales autoridades nacionales, con el Presidente José Mujica a la cabeza.



"Será una visita breve, de algo más de un día. El objetivo del secretario será tener reuniones con el Presidente, los parlamentarios y el canciller, más que nada. Pero también tenemos un interés en reconocer la contribución de Uruguay en la integración de las Fuerzas de Paz de la ONU y que el secretario conozca cómo trabaja la oficina en el país", señala Susan McDade, jefa de la delegación local de Naciones Unidas.



El país hoy aporta unos 2.000 "cascos azules", desplegados en Congo, Haití y el Sinaí. La funcionaria canadiense destaca efusivamente su actuación. "Uruguay es, en términos per cápita, el contribuyente más grande de todos los países miembros (de la ONU) a estas misiones. También tienen una notoria buena fama en el trato con la gente local, con su accesibilidad".



De acuerdo con McDade, el abanico de temas que se toca en estos encuentros cumbre incluye: tropas de paz, derechos humanos, desarrollo, desarme y lo relativo al Consejo de Seguridad.



DD.HH. También este mes, Uruguay asumirá la presidencia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, por el período 2011-2012.



Recientemente, dos temas referidos a ese campo no dejaron bien parado al país. Uno fue el conocido como el "Informe Nowak" (por Manfred Nowak, relator de los Derechos Humanos de la ONU), sobre el desastroso estado de las cárceles uruguayas y la situación de los reclusos, en 2009. El otro fue el reciente fracaso de la Ley Interpretativa a la Ley de Caducidad. El pasado lunes, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navy Pillay, lamentó en Ginebra esa resolución parlamentaria.



"El informe de Nowak fue muy malo, pero tengo que decir que este gobierno ha hecho un esfuerzo desde que asumió. El reciente cierre de `las latas` (del Penal de Libertad) es un ejemplo", puntualiza McDade. Diplomática al fin, sobre el otro tema evita pronunciarse.



Fuente:  http://www.elpais.com.uy/suplemento/ds/extremos-climaticos-a-futuro/sds_570751_110605.html