El concepto de los diezmilpesistas fue introducido en la agenda por el Instituto Cuesta Duarte, del PIT-CNT, en 2011. Sin embargo, su definición es compleja y su cuantificación también. Hoy unos 614.000 trabajadores estarían en esa situación que el siguiente informe ayuda a comprender.
Publicado el: 16 de julio de 2012 a las 19:32
Por: Redacción 180
Una de las principales conclusiones del Instituto Cuesta Duarte es que en 2011 hubo menos diezmilpesistas que en 2010. De los 813.000 de 2010, que representaban el 52,6% de los trabajadores, se pasó a 614.000, que representan un 40% de los trabajadores.
Sin embargo, esta conclusión no tiene en cuenta los efectos de la inflación, y saca del “diezmilpesismo” a mucha gente por efecto de ajuste de salarios por inflación. Si se toma en cuenta este efecto, se obtiene como conclusión que los diezmilpesistas de 2011 fueron 744.000 y no 614.000, lo que representa un 48,5% de los trabajadores. Entonces el salto hacia abajo pasa de 200.000 personas a una caída más modesta de 70.000 personas que ya no son diezmilpesistas.
Qué implica ser diezmilpesista
El concepto de diezmilpesistas se instaló en 2011 a partir del Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT. La simplificación de esta idea sostiene que diezmilpesista es aquel que gana menos de 10.000 pesos en su trabajo, y así lo simplificaron algunas notas de prensa: el titular “Cuatro de cada 10 uruguayos gana menos de $10.000 al mes” recorrió casi toda la prensa uruguaya.
Sin embargo, es importante tener en cuenta algunas aclaraciones.
Los considerados diezmilpesistas por este estudio del Cuesta Duarte son los que ganan por hora menos de lo que ganaría una persona con una semana laboral de 40 horas y 10.000 pesos de sueldo líquido. Este valor es cercano a los 60 pesos por hora y habilita a que queden dentro personas que ganan, por ejemplo, 15.000 pesos o más al mes, y deja afuera personas que ganan 4.000 pesos.
Por otra parte, para considerar a una persona como diezmilpesista el Cuesta Duarte sólo toma el trabajo principal, por lo que el pluriempleo no está contemplado a pesar de ser un hecho frecuente en el mercado laboral uruguayo.
Por otro lado, tampoco toma en cuenta los ingresos por hogar, que pueden ser altísimos: uno de los integrantes del hogar puede tener ingresos muy altos mientras el otro complementa con menos de 10.000.
De hecho, No toquen nada explicó en 2011 con la ayuda de los economistas del Cuesta Duarte que un 4% de los diezmilpesistas estaba en el quinto quintil (el 20% de mayores ingresos de la población), por lo que se deduce que unos 65.000 diezmilpesistas pertenecen a hogares con ingresos superiores a los 16.000 pesos per capita (en un hogar con una pareja y dos hijos, son 64.000 pesos líquidos de ingresos mensuales).
Por lo tanto, no todas las personas que ganan menos de 60 pesos la hora están en situaciones de ingresos bajos o pobreza. Existen ingresos no salariales que a veces compensan o son la parte fundamental de los ingresos de una persona que tiene un trabajo por afición y acepta por él una baja remuneración.
Esto deja claro que hacer una traducción lineal de “tantos diezmilpesistas es igual a tantos cientos de miles de trabajadores uruguayos sumergidos” no es exacto.
Más allá de estas aclaraciones, se puede reconocer que el concepto de diezmilpesistas sirve para graficar de forma bastante aproximada la situación de una porción de la población que se acerca a la mitad de los ocupados que gana menos de 60 pesos la hora.
Pero también vale prestar atención a los agujeros y a las complejidades de esa bandera que se agita, donde caen situaciones que nada tienen que ver con salarios sumergidos y refieren a miles de casos ubicados en el quintil de ingresos más altos de la población.
Distribución de los salarios
El nuevo informe del Instituto Cuesta Duarte también construye franjas que dan la idea de cómo están distribuidos los ingresos salariales en la sociedad. Bajo esta mirada, la franja inmediatamente superior a la de los diezmilpesistas fue establecida entre un mínimo de 10.000 y un máximo de 14.000 pesos.
Si se toman esos 14.000 pesos como límite, la cantidad de trabajadores que queda por debajo son 905.000, es decir, un 57% del total. Con esto se puede decir que seis de cada diez trabajadores uruguayos gana menos de 14.000 pesos, y que de los cuatro restantes tres ganan entre 14.000 y 30.000 pesos y uno gana entre 30.000 y 50.000. Además, los trabajadores que ganan más de 50.000 pesos son uno de cada 20.
Por otra parte, el informe muestra cómo la informalidad está concentrada en los niveles inferiores de salario: hay unos 425.000 trabajadores no registrados en la seguridad social y casi el 80% de ellos gana menos de 14.000 pesos líquidos.
Otros apuntes:
Género: mientras que los hombres diezmilpesistas son un 35% del total de ocupados, las diezmilpesistas son el 40% del total de mujeres ocupadas.
Edad: el 63% de los menores de 25 años que trabajan son diezmilpesistas.
Geografía: los salarios más altos se concentran en la capital.
Educación: La educación marca una gran diferencia: el 53% de quienes solo terminaron primaria es diezmilpesista, mientras que el 56% de los que terminaron la universidad ganan más de 30.000 pesos.
Sectores: los más sumergidos son agricultura, ganadería y pesca, comercio, restaurantes y hoteles y los establecimientos financieros. En la construcción solo el 30% son diezmilpesistas y el 45% gana más de 14.000 pesos (es una distribución similar en franjas a la de Transporte y Comunicaciones).
El informe del Cuesta Duarte también evalúa el impacto del aumento de 25% del salario mínimo y el efecto de la prioridad que dio el gobierno al aumento de los salarios sumergidos en la pasada ronda de negociación en los Consejos de Salarios. Las conclusiones destacan el 2011 como el año en el que hubo aumentos más significativos en los salarios más sumergidos.
Informe de Ricardo Leiva para No toquen nada (Océano FM).
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