AGRO - INFORME
La delegación de criadores que participó en el 16° Congreso, en Canadá, recibió elogios por sus logros en genética y otros aspectos del sistema productivo, pero también un fuerte apoyo político de sus pares
Desde los genes a la economía y la política, el 16º Congreso Mundial Hereford marcó un antes y un después para la raza en Uruguay. Lo más visible, fueron los logros que el Hereford y todo el sector cárnico uruguayo obtuvo en el plano político. Uruguay será sede del 17º Congreso Mundial Hereford, en Punta del Este, en marzo de 2016. Un año que ya se sabe será muy especial para el sector cárnico porque el país también será sede en esa primavera del congreso mundial de la Oficina Permanente Internacional de la Carne (OPIC), en octubre.
Ese logro era bastante esperado. Menos certeza había que se lograra el otro logro tan importante para Uruguay, que el actual presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), José Bonica, fuera nombrado secretario del Consejo Mundial Hereford. Se sabía que había otros candidatos. Pero las presentaciones previas, y el prestigio y buen relacionamiento que Bonica tiene con criadores de todo el mundo, llevaron a una votación contundente a favor del candidato uruguayo.
Menos visible tal vez pero igualmente importante fue el trabajo técnico. Dentro del mismo algunos objetivos son permanentes. El esfuerzo por aumentar la eficiencia en sus diversas manifestaciones, lograr una mejora en la adaptación de cada biotipo a los distintos ambientes, mejorar la calidad de la carne. En un tiempo de altos costos de la alimentación, con récord en el precio del maíz durante la propia realización del congreso, los estudios sobre eficiencia de conversión por kilo de alimento consumido captaron la atención.
¿Qué secuencias genómicas se relacionan con este indicador? ¿Cómo acelerar la mejora genética sobre este indicador? ¿Cómo relacionar el aumento de peso por unidad de alimento consumido en animales que están a campo, en los que es imposible determinar con exactitud cuánto pasto consumieron? Esa fue una línea de trabajo sobre la que se discutió y que seguirá en la agenda del Hereford de todo el mundo.
Pura genética
Fue un congreso centrado en la genómica aplicada al mejoramiento animal. Por eso, la exposición del genetista neozelandés Dorian Garrick captó la atención. Una de las mayores autoridades en genética ganadera en el mundo, Garrick hizo una puesta al día de las nuevas técnicas de secuenciación de ADN. Aunque neozelandés, trabaja actualmente en EEUU y coordina las bases de datos de genomas de Hereford en el mundo.
Consultado tras su presentación sobre el futuro de la genética, se mostró cauteloso: no cree que la decodificación de los genomas llegue en forma exhaustiva en el corto plazo. Tampoco espera cambios radicales en las formas de producir carne: “la ganadería, con cría basada en campo natural y con pasturas sembradas y algo de grano va a continuar como la forma más eficiente de producir carne en el mundo, independientemente de adónde nos lleve la genómica”, opina Garrick.
Para el Hereford uruguayo y para la genética ganadera en general este es el momento de avanzar sobre la base de la herramienta de la Diferencia Esperada de Progenie (DEP o EPD en inglés), el gran instrumento de mejoramiento que se generalizó a fines del siglo pasado. Se sabe que cruzar la información que generan esos registros con la del ADN de los animales permitirá una exactitud y velocidad mucho mayor en el mejoramiento.
Por otro lado, la comparación a nivel americano de los DEP a nivel continental es otro de los ámbitos en los que Uruguay no solo trabaja activamente sino que también en esto logró en el congreso un explícito reconocimiento mundial. Es la cabaña que proporcionalmente maneja más cantidad de información. Y de las conversaciones entre los criadores, el director del Programa de Carne y Lana del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Fabio Montossi, y el gerente técnico de la raza, Daniel de Mattos, quedó clara la idea de acelerar procesos.
Detrás de los dos grandes logros políticos del Hereford y Uruguay está el dato evidente de la alta proporción que la raza tiene en el rodeo uruguayo. Pero otros datos importantes impresionaron a los concurrentes al congreso y seguramente pesaron para este salto del posicionamiento de Uruguay.
Prestigio y trabajo
Este salto adelante en el posicionamiento de la carne uruguaya tiene base en el trabajo que la raza ha venido haciendo. Garrick destacó durante su presentación la alta proporción de reproductores de los que se tiene precisa información genética (400 del rodeo de élite, lo que constituye la mayor proporción en el mundo). Y lo hizo mostrando fotos del centro de pruebas de Kiyú para regocijo de la delegación uruguaya. Y en una era en la que la información es literalmente valor, al Hereford uruguayo se lo ve con un enorme potencial de agregar valor, dentro y fuera de fronteras. La conjunción de un país pequeño, con trazabilidad y cajas negras, es una ventaja formidable, opinó Garrick.
“La posibilidad de manejar en forma coordinada la información genética con la trazabilidad y las cajas negras abre para Uruguay una posibilidad muy importante”, coincidió José Bonica.
A partir del congreso viene para el Hereford uruguayo una etapa de trabajo, no solo para empezar a organizar un congreso que traerá a cientos de productores de todo el mundo, sino por el lanzamiento de índices económicos de mejoramiento. La parte técnica está prácticamente ajustada y definida en conjunto con INIA. Se modelizan los sistemas de producción, y se engarza esa información con la información genética para estimar con la mayor precisión posible cuánto dinero aporta cada material genético al sistema.
“Cuando se coteja la información que se maneja en cada país, se tiene la sensación que Uruguay está delante de otros países, incluso Canadá”, opinó Héctor Bonomi, cabañero y gerente del programa genético de carne de Gensur.
Los mercados cárnicos
Durante el congreso, las miradas al mercado internacional de la carne confirmaron un marco favorable. Robert Meijer, presidente de Canada beef inc y ex directivo de Cargill, comentó tendencias importantes para Urugauy. La producción de Europa cae fuerte y a pesar de los problemas económicos, en una mirada de mediano plazo, las importaciones aumentarán en forma destacada. La demanda va a crecer 9% en los países OCDE y 20% en los no OCDE en los próximos 20 años.
Según el analista, al 2020, la Unión Europea va a crecer en sus importaciones en 652 mil toneladas por un descenso de 600 mil toneladas en la producción, y Rusia en 92 mil toneladas. Y el Mercosur seguirá creciendo. Las exportaciones de Brasil crecerán en 379 mil (a una tasa menor que en esta década), Argentina en 200 mil supuestamente en recuperación y Uruguay en 100 mil. Australia también crecerá en 210 mil.
En síntesis, un marco internacional favorable, pero exigente; un marco de cambio tecnológico muy fuerte con base en la genética molecular y el manejo de bases de datos capaces de correlacionar secuencias de ADN con resultados económicos prediales y con eficiencia efectiva de los animales.
El congreso marcó el comienzo de la era post EPD. Esos registros seguirán siendo la base para tomar decisiones en genética. Los pedigríes también seguirán, incluso revalorizados como fuentes de información. Pero el secuenciado de genomas será en estos próximos años la herramienta que los complementará.
Vendrán novedades importantes en términos de índices económicos de selección y genómica. Pero antes de que eso llegue, en estos fríos días de julio, la Hereford tiene sobradas razones para festejar.
Su presencia trascendió Canadá y se hizo global. Y con ella toda la carne uruguaya subió nuevos escalones en su posicionamiento, algo que trasciende los límites de cualquier raza.
Y de paso, viajan a Uruguay algunas enseñanzas respecto a una sociedad y un agro que funcionan en base a la simpleza y pocas reglas de juego, pero claras y bien cumplidas.
Los jóvenes.
Los criadores de Hereford de Uruguay organizaron un congreso mundial en 1980, que muchos memoriosos de la raza en el mundo consideran de los mejores.Aunque ya hace mucho tiempo de ello, el promedio de edad de los criadores Hereford presentes en el congreso realizado esta semana en Canadá es alto. Y justamente en eso la delegación uruguaya hizo un notorio contraste: fue la que tuvo más jóvenes. Es un tema que preocupa. Robert Balog, consignatario de ganado, comentó que la mayoría de los productores tiene más de 60 años de edad y que solo 8% de los ganaderos canadienses tiene menos de 35 años. La delegación uruguaya tuvo varios representantes de menos de 30 años y su menor promedio de edad se destacó. Entre ellos, quien tuvo la responsabilidad de describir la situación del Hereford desde la perspectiva de los jóvenes, Guzmán Alfonso, pasó con gran solvencia el desafío de exponer en inglés ante cientos de personas.
Similitudes y diferencias en la realidad productiva de Canadá.
El 16° Congreso Mundial de Hereford no tuvo solo las actividades académicas y gremiales. También permitió a los concurrentes visitar la imponente fiesta cowboy de Calgary, denominada la Estampida, que cumplió 100 años. Tuvo los clásicos concursos de calidad ganadera en pista donde los criadores uruguayos cotejaron la calidad de los ganados canadienses.
Y tuvo actividades de campo. Las visitas a Remitall West y Harvie ranching, cabañas de renombre mundial dentro de la raza Hereford, permitió observar a sistemas de producción y comercialización diferentes a los de Uruguay. Pasturas exuberantes, ganados mayores en muchos casos a los que se manejan en Uruguay, instalaciones espectaculares en la propia cabaña para exhibir y vender a los animales.
En ciertos aspectos, mirar esos sistemas parece mostrar algo de lo que vendrá para Uruguay. No solo en materia genética, por el destaque de las empresas visitadas. También por factores domésticos de manejo.
En Canadá, las empresas agropecuarias no tienen mano de obra externa. Las familias trabajan y resuelven todo. Trabajan también los niños, lo que provoca un contraste muy grande con Uruguay, donde la imposibilidad de que menores de edad puedan andar a caballo causa una molestia notoria entre los productores.
En Canadá todos participan de las actividades. Y no solo trabajan en el predio. En la exposición, con similitudes a la Expo Prado, la familia que presenta a un reproductor se encarga de todo: la alimentación, la preparación y… la juntada de la bosta que el animal produce. No hay empleados para ninguna de las tareas.
Los patrones comunes entre la ganadería canadiense y la de Uruguay son varios. El desafío de la mano de obra cada vez más escasa o inexistente, se suma al de la competencia agrícola. El amarillo de las flores de canola predomina en el paisaje de Alberta, complementado por cebada y trigo en tercer lugar.
Por eso la carrera por la eficiencia se vuelve imperiosa. Tanto por las oportunidades que abre una fuerte baja en el costo de secuenciación del ADN como por la amenaza que representa perder pie en la carrera de la eficiencia ante los rubros alternativos.
Los ganaderos canadienses se quejan tanto como los uruguayos por la suba de costos y el poco margen que dejan las empresas en relación al valor de la tierra.