“URUGUAY VERTICAL”
La Fuerza Aérea Uruguaya (FAU) incorporó dos modernos radares primarios tridimensionales de fabricación española, uno fijo y otro móvil. El Coronel Mariano Rodrigo explicó que el objetivo de la adquisición es velar por la seguridad nacional, en lo referido a la detección de vuelos ilícitos, irregulares o transgresores dentro de la jurisdicción nacional, que puedan relacionarse con operaciones de narcotráfico o contrabando.
El Estado uruguayo ejerce soberanía plena y exclusiva sobre el espacio aéreo ubicado sobre él, tanto sobre tierra firme como sobre el mar territorial. Su límite superior estaría a una altitud de entre 80 a 100 Km, ya que es allí donde la atmósfera se vuelve muy tenue y no permite la sustentación de las aeronaves. En base a estos conceptos se define la existencia de un “Uruguay Vertical”, generador de riqueza y patrimonio de todos los uruguayos, que debe ser cada día custodiado.
A efectos de la Vigilancia y Control del Espacio Aéreo del “Uruguay Vertical”, la Fuerza Aérea Uruguaya diseñó el “Sistema de Vigilancia y Control del Espacio Aéreo”, implementado en fases y sujeto a los diferentes presupuestos nacionales en un proceso de continua optimización.
En este marco, se incorporaron dos modernos radares primarios tridimensionales de fabricación española, uno fijo ubicado en la localidad de Santa Clara de Olimar, departamento de Treinta y Tres y otro transportable que permite ser desplegado en diferentes locaciones dentro del territorio nacional, según lo indiquen las necesidades operativas.
Al respecto, el Coronel Mariano Rodrigo, explicó que el objetivo de esta compra, fue el cumplimiento de la misión sustantiva de velar por la seguridad nacional, en lo que refiere a la detección de vuelos ilícitos, irregulares o transgresores que violen el espacio jurisdiccional uruguayo, conforme a lo que demandan los Ministerios de Defensa e Interior y la Dirección Nacional de Aduanas, en lo relacionado al narcotráfico o contrabando. Esta adquisición complementará en un sistema integrado de detección y vigilancia, a los radares de tránsito aéreo ya existentes.
Rodrigo comentó que los nuevos radares completan el segmento terrestre del sistema de vigilancia, compuesto también por el Centro de Operaciones Aéreas donde se centraliza toda la información radar del país, una red extendida de comunicaciones aeronáuticas, comunicaciones fijas y fibra óptica de ANTEL ubicada en distintos puntos clave, para que el radar pueda interconectar sus datos con el centro de controles de Montevideo. Asimismo, añadió que en lo referente al segmento aéreo, se prevé comprar a futuro, aviones interceptores que cuenten con radares a bordo para detectar blancos en vuelo.
Antes de incorporar estos sensores radar, la capacidad de vigilancia y control del Espacio Aéreo era limitada y sólo se contaba con los radares de control de tránsito aéreo civil instalados en Carrasco y Durazno, más el radar de Ezeiza de la República Argentina.
Hasta ese momento se dependía de que la propia aeronave que sobrevolaba el territorio encendiera su equipo a bordo para responder a las interrogaciones de radar, para así poder ser detectada y, si por alguna razón dicha aeronave no quería ser ubicada, la capacidad de detección se reducía aún más.
La información radar obtenida por los nuevos sensores se deriva directamente al Centro de Operaciones Aéreas y de allí compartida con el Control de Tránsito Aéreo civil en Carrasco. La información radar de los sensores de control de tránsito es enviada al Centro de Operaciones Aéreas desde el Centro de Control de Tránsito Aéreo Civil, junto con la información de planes de vuelo.
Entre las principales características de estos radares se destaca su practicidad, basada en un diseño de fácil mantenimiento; que posee múltiples modos de operación: largo alcance hasta 180 MN; medio alcance hasta 120 MN y corto alcance hasta 60 MN.
Tiene capacidad de detección y seguimiento de 100 aeronaves simultáneas. Cuenta con tres medios de transmisión de datos: Fibra Óptica, GPRS y HF. Posee protección contra interferencias electromagnéticas. Cuenta con un equipo de autocomprobación de funcionamiento incorporado y cumple las normas ANSI respecto a los niveles de radiación no ionizante.