Playas.
Día Internacional de Limpieza convocó a 1.500 personas en toda la costa
LETICIA COSTA DELGADO
Unos 1.500 voluntarios se sumaron ayer en Uruguay al Día Internacional de Limpieza de Costas. Armados de bolsas negras y naranjas recogieron 6.500 kilos de basura entre los que hubo botellas, latas, anzuelos y hasta prendas de vestir.
"Si no limpiamos vamos a quedar como en una película que yo vi; la gente tiraba tanta mugre que después se iba para el espacio y todo quedaba sucio", dice muy consustanciado Agustín, de 10 años. Y remata "eso no puede pasar".
Agustín fue uno de los 1.500 voluntarios que se arrimaron a la playa de su departamento para participar de la 4ª edición del Día Internacional de Limpieza de Costas en Uruguay, una iniciativa que se realiza en todo el mundo desde 1986 (ayer hubo 100 países participando).
El pequeño fue a la playa Pocitos con su hermana Macarena (9 años) y su madre Ana. "La edad de la mamá no importa ¿no?", bromea y explica que le resulta importante participar de este tipo de actividades con niños para que "aprendan desde chicos". Además, tiene la esperanza de que los que pasean por la rambla vean a los voluntarios. "Capaz que si nos ven juntando toman conciencia y cuando van a tirar algo se acuerdan y no lo tiran. Es indignante ver que los mismos que disfrutan son los que dejan cualquier cosa".
Identificados con remera y sombrero blancos, unos 150 voluntarios recorrieron la playa Pocitos y recolectaron 250 kilos de basura. Iban en grupos o en pareja y alguna persona descansando en la arena se sumó espontáneamente a la tarea.
Ana María se vino desde Treinta y Tres. En la mañana participó de una correcaminata organizada para concientizar por la prevención del cáncer de mama y sobre mediodía (la actividad fue de 10:30 a 12:30) se unió al equipo de voluntarios.
"Es importante hacer estas cosas. Estamos destruyendo todo, tratemos de salvar un poco para que los hijos de nuestros nietos tengan una ciudad donde se pueda vivir", dice con un guante de nylon en la mano y la bolsa en la otra. Viene con frecuencia a Montevideo porque es donde vive su hija. "Es una lástima que con las playas tan lindas que tiene la ciudad casi ni se puede venir", comenta.
En el Interior la actividad se realizó en Colonia, San José, Montevideo, Canelones, Maldonado y Rocha. El departamento con más adhesiones, de acuerdo a datos preliminares, fue Canelones.
En la costa canaria hubo 500 voluntarios que recorrieron El Pinar, Solymar, Lagomar, San José de Carrasco, Shangrilá y Jaureguiberry. En Colonia, unas 100 personas limpiaron la playa Oreja de Negro.
La actividad fue organizada por el Programa Eco Plata, que nuclea a diferentes ministerios y desarrolla tareas de gestión de playas. Esta fue apoyada por el Ministerio de Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente.
Lo que los uruguayos tiran donde no deben
En los cuatro años que se ha realizado el Día Internacional de Limpieza de Playas en Uruguay se han encontrado todo tipo de objetos. Lo más sorprendente, cuenta Cristina Quintas, una de las coordinadoras de la actividad en Montevideo, fue una dentadura postiza hallada en el Buceo.
Cada año los voluntarios recorren las playas con una planilla en la que los residuos son enumerados en distintas categorías. A medida que van encontrando objetos cada uno debe anotar qué encontró, cuánto y de qué tipo.
"Todo eso después se manda a Ocean Conservancy que son los que organizan la actividad a nivel mundial y ellos realizan un informe con todo lo que se encontró en todo el mundo", comenta Quintas.
Si bien la información recogida ayer aún no ha sido sistematizada, hubo objetos que una vez más se despegaron de la lista en cantidad de unidades. Bolsas de papel y de nylon, botellas de bebidas, tapas, pajitas y preservativos fueron hallados por doquier.
Además hubo latas, camisas y prendas de vestir, zapatos, encendedores y dispositivos para abrir envases. Los pescadores también dejan su estela: líneas de pesca, anzuelos y cuerdas aparecieron enumerados en las listas de los voluntarios montevideanos.
"Algunas cosas las trae el mar", dice pensativa otra de las coordinadoras. "Si esto es así acá en la orilla imaginate lo que debe ser adentro, en el océano", reflexiona.
El País Digital