537 en 2011
La tasa de suicidios en Uruguay se ubica en 16,6
autoeliminaciones cada 100.000 habitantes, según datos
difundidos por el gobierno.
Viernes 07 de septiembre de 2012 | 11:56
Estas cifras ubican a Uruguay en el primer lugar del índice latinoamericano de autoeliminaciones junto a Cuba, aseguró Hebert Tenenbaum, director del programa de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública.
Tenenbaum explicó que el gobierno se ha propuesto “atacar la problemática con diferentes medidas, pero la cuestión del “porqué” sigue irresuelta, según difundió ayer BBC Mundo de Colombia.
A pesar de que Uruguay ha registrado un importante crecimiento económico, aparece en los primeros lugares del índice latinoamericano de desarrollo humano de las Naciones Unidas, las cifras de autoeliminación son muy elevadas. Uruguay figuró como el país más próspero de la región en un ranking difundido este año por Legatum Institute, una organización independiente con residencia en Londres.
Sin embargo, a pesar de la bonanza económica y los bajos índices de desempleo, “los 537 suicidios que se registraron 2011 mantuvieron estable el fenómeno”.
En el informe del gobierno se establece que “los principales grupos de riesgo son las personas mayores de 65 años y los adolescentes. En Uruguay se matan más hombres que mujeres, más habitantes del interior del país que de la capital, y el método utilizado por la mayoría es el ahorcamiento”.
Depresivos
Tenembaum expresó al medio de prensa colombiano que las estadísticas señalan que el problema ocurre sobre todo en “zonas rurales o menos urbanizadas, lo que sugiere que el aislamiento, la soledad y la depresión están vinculados”.
“Siempre se ha dicho que el uruguayo es depresivo. Seguramente hay una asociación entre depresión no tratada y suicidio”, aseveró el especialista.
Asimismo, afirmó que “la tasa muy alta entre los uruguayos de más edad apunta a una falta de sostén social y familiar en un país donde la proporción de mayores de 65 ha crecido hasta 14% de la población”.
En virtud de que el gobierno desconoce las cifras de intentos de suicidios en el país, ha comenzado a trabajar en la redacción de un decreto que “obligue a los médicos a llevar un registro de estos casos para facilitar el seguimiento”.