Uruguay produce la menor cantidad de ingenieros de la región y el déficit ante la creciente demanda de profesionales en el país, pero también desde el exterior, puede frenar inversiones y conspirar contra el desarrollo industrial y productivo.
En 2011 egresaron de las distintas universidades donde las carreras están habilitadas alrededor de 400 ingenieros, de los cuales el 18% son civiles, igual porcentaje son eléctricos, 10% mecánicos, 12% químicos, 6% especializados en alimentos, 1% en naval y el 37% en computación.
Las cifras reflejan que en Uruguay se forma un ingeniero cada 8.000 habitantes. Se trata de un número inferior a lo que registra la región.
En Argentina se forma un ingeniero cada 6.700 habitantes y en Brasil cada 6.000. Más lejos estamos de Chile y México, por ejemplo, donde se recibe anualmente 1 ingeniero cada 4.500 habitantes. La situación es peor frente a lo que sucede en Alemania o Francia donde el indicador es 1 cada 2.300, o ante China, que produce un ingeniero cada dos mil habitantes. El ejemplo de Corea es emblemático e inalcanzable: un ingeniero cada 625 habitantes
El Ing. Marcelo Erlich, presidente de la Asociación de Ingenieros del Uruguay, dijo a El País que la carrera de ingeniería, en cualquiera de sus ramas, no resulta atractiva para los jóvenes y eso explica, en buena medida, el bajo número de egresados.
Por lo general, las carreras de ingeniería son extensas (llevan de cuatro a seis años y con un doctorado se extienden a ocho años) y muy exigentes, difíciles de compatibilizar con un trabajo simultáneo.
"Falta promoción de la carrera. En Uruguay son muy pocos los que se inclinan por seguirla y eso se puede atribuir a las dificultades que tiene la enseñanza de matemáticas y física. Los jóvenes lo ven como algo difícil, aburrido, y no les gusta. Si no tenés una habilidad innata para ellas no existen incentivos, en Uruguay hay escuelitas de fútbol pero no de matemática y física donde los niños, jugando, puedan fortalecer sus capacidades", indicó.
Afirmó que en el Ciclo Básico no existen los estímulos a la hora de enseñar esas materias. "La ingeniería es clave en el desarrollo de un país. Los ingenieros se requieren en proyectos viales, hídricos, energéticos, informáticos, etc. La falta de personal técnico capacitado también es un freno para las inversiones", afirmó Erlich.
Mientras que en el país el nivel de desempleo se sitúa en el entorno del 6 %, el sostenido crecimiento de la industria informática, más la demanda de ingenieros en telecomunicaciones, mecánicos, eléctricos y químicos hace que la brecha con la oferta de profesionales sea cada vez mayor. Aún en sectores en pleno desarrollo como el forestal y en otros incipientes como el minero, no existe oferta local para satisfacer la demanda.
El crecimiento sostenido que ha tenido Uruguay y la región en los últimos años, con fuerte inversiones en diversas áreas de infraestructura, ha incrementado la demanda de profesionales de la ingeniería en todos los países y se espera que ello continúe debido a las obras proyectadas para satisfacer las necesidades energéticas, en infraestructura vial y los proyectos de alta tecnología.
Dado que los países vecinos no han logrado tampoco resolver esta brecha, y si bien no hay uniformidad en cuanto a las posibilidades de libre circulación de ingenieros entre los países, las carencias de profesionales, fundamentalmente en Argentina (se estima un déficit anual del 50%), y en Brasil, donde se habla de un déficit de 60 mil ingenieros (vinculado a las próximas Olimpíadas, hace que Uruguay vea incrementado su problema.
"No hay una cifra definida sobre la demanda de ingenieros porque la misma es muy dispersa, pero hoy muchas empresas, al no encontrar profesionales en el mercado, contratan a estudiantes en el último año de la carrera; incluso muchas prefieren captarlos en niveles inferiores de la carrera y los estimulan a terminarla para contratarlos una vez que egresan", explicó Erlich.
"El gobierno promoverá la minería a cielo abierto y si no se forman ingenieros los tendrán que traer de Argentina, Chile y Bolivia. En el caso de la celulosa hay dos plantas industriales proyectadas y en esa área la demanda es muy fuerte. La Asociación de Ingenieros del Uruguay recibe permanente demanda de expertos.
Erlich explicó que en determinado momento Montes del Plata, que instala una planta de celulosa en Conchillas, pidió 150 ingenieros y fue difícil cubrir todos esos puestos.
BRASIL ACAPARA LA DEMANDA
Las millonarias obras de infraestructura que realiza Brasil para el Mundial de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, sumado al fuerte crecimiento de su economía en las más diversas áreas, llevan a que ese país capte un enorme número de ingenieros, dado que por año tiene un déficit de 60.000 profesionales de la ingeniería. Para retenerlos debe pagar muy buenos salarios.
"Hay ingenieros españoles trabajando en Brasil. Es un país que paga muy buenos salarios y captará buena parte de la mano de obras capacitada de la región", indicó Marcelo Erlich, presidente de la Asociación de Ingenieros del Uruguay (AIU). Consideró que en Uruguay la colegiación de la profesión es una prioridad.
"Es necesario establecer ciertos requerimientos para que un ingeniero se instale a trabajar en nuestro país. Hay un proyecto de ley elaborado, nosotros en la Asociación nos estamos manejando con acuerdos bilaterales de forma de que quienes lleguen cumplan determinadas normas y también se pueda privilegiar el trabajo de los ingenieros nacionales", señaló.
Dado que aún no se ha aprobado la colegiación en Uruguay para todas las profesiones -excepto en el caso de los médicos- la Asociación de Ingenieros se encuentra trabajando en acuerdos bilaterales que permitan ordenar la circulación de ingenieros por lo menos a nivel regional.
La AIU, que nuclea a 1.200 ingenieros, equivalente al 20% de los que se desempeñan en Uruguay, tiene una bolsa de trabajo en la que canaliza la demanda del sector privado, local y extranjeros, por profesionales uruguayos.
El País Digital