DIEGO PÉREZ
Ahí está, sentado en el banco de suplentes, con la pelota en la mano. Alrededor, unos 40.000 uruguayos disfrutando por él. Sí, porque puede sonar injusto para el "Cacha", para el "Ruso", pero el estadio Centenario latió y vibró por Luis Suárez.
Tenía que ser el dueño del equipo por la ausencia de Forlán y vaya si lo fue, aún jugando a media máquina. Y no es una locura esa afirmación; en los primeros minutos pidió asistencia a un lado de la cancha porque sintió una molestia que no lo dejó en todo el partido. Administró su fuerza, su físico; pero igual no dio tregua. Fue a todas, fue contra todos, contra cualquiera de rojo que se le cruzara.
Hizo cuatro goles. El travesaño le impidió el quinto. Y fabricó al menos seis jugadas más de peligro; unas las definió él mismo y en otras hizo "delivery" de situaciones de gol, aunque nadie más podía marcar. Era la noche de Suárez. Esa noche soñada. Mágica. Inolvidable.
Suárez se ganó varias ovaciones (¡la primera a los 17 minutos, con el partido 0-0!), pero la más especial duró 60 segundos. Fue entre el minuto 31 y el 32 del segundo tiempo, instantes después de hacerle la seña a Tabárez, clara, esperada, de sentirse en el momento exacto de salir de la cancha. Lo vino a saludar Abreu. Después Cavani, Eguren y alguno más. Se desvió unos metros en su camino y estrechó la mano de Baldassi, un árbitro con el que tuvo más de un encuentro y desencuentro a lo largo de la noche.
Y hasta Tabárez lo abrazó antes de sentarse en el banco de suplentes a recibir los "primeros auxilios" de la sanidad. Alrededor, ya estaba desatada una fiesta de color celeste. Suárez la armó desarmando cada intento de frenarlo de los chilenos. Ahora ya no son solo los paraguayos y los peruanos los que sueñan -o tienen pesadillas- con él, como después de la Copa América. Los chilenos también. Y Suárez amenaza con ir por más, sin mirar los colores que tiene enfrente.
El salteño es el jugador más desequilibrante de una selección americana. A esta altura nadie lo puede siquiera dudar. Fue la figura del Uruguay campeón de América. Es el goleador de las Eliminatorias. Es de los que no solo triunfa por allá, del otro lado del Atlántico.
Suárez sigue dando que hablar. Es cierto, puede sonar injusto con otros, pero hoy el "Pistolero" mantiene a Uruguay en un lugar de privilegio.
Saltaron con el "Salta" Todos saltaron: "¡Hay que saltar, hay que saltar... el que no salta, no va al Mundial!", sonó bien fuerte en el Centenario después que Suárez convirtió el cuarto gol, con un remate cruzado, de primera, desde el borde del área. Suárez abrió su abanico y anotó de todas las formas, haciendo vibrar a 40.000 hinchas que cada vez van más celeste al estadio.
"¡Dale campeón!" Los clásicos: Durante la mayor parte del primer tiempo, la hinchada cantó poco. Alentó, sí, pero contenida por los nervios de la paridad -y de las situaciones desaprovechadas para abrir el marcador-, hasta que Suárez la mandó a guardar. En el segundo tiempo, hubo afloje de tensión. "¡Volveremos, volveremos, volveremos otra vez, volveremos a ser campeones, como la primera vez!", sonó fuerte. Y luego nació el "¡Dale campeón! ¡Dale campeón!" que todos merecían.
Embriagados de alegría Atendidos: La hinchada de Uruguay disfrutó del segundo tiempo, sobre todo a partir del momento en que la terna arbitral argentina dio marcha atrás y anuló el descuento de Chile. La hinchada visitante se hizo sentir en el primer tiempo, pero luego fue "atendida" por los celestes: "¡un minuto de silencio, para Chile que está muerto!" y "¡vivís en pedo, la p... que te parió!" fueron los cánticos que sufrieron. La hinchada celeste terminó al ritmo de "ole" el partido y solo la pantalla del estadio se apiadó de los chilenos en el segundo tiempo, ya que en la misma se leyó, por cuatro minutos y diez segundos, que Uruguay y Chile empataban 0 a 0. La realidad era otra; era de gran fiesta celeste.
El País Deportivo
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Suarez y triunfo de Uruguay en la prensa internacional
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Luis Suárez: "La gente merecía esta alegría"
"El equipo goleó de la mejor forma. ¿Los cuatro goles? No importa quien los haga. La cuestión es que aseguren la victoria" dijo Luis Suárez, con simpleza, como en la cancha donde brilló con cuatro goles en una noche inolvidable. El goleador de la era Tabárez deslumbró.
"El equipo goleó de la mejor forma. Nos propusimos ganar y lo hicimos. ¿Los cuatro goles? No es lo más importante quién los haga, la cuestión es que aseguren la victoria. La gente merecía esta alegría. Se lo dedico a mi señora que cumplió años ayer (jueves) y a mi hija" expresó Luis Suárez con simpleza, en el contacto con Jorge Muñoz, periodista de Tenfield (transmisión de VTV), en la cancha del Estadio Centenario. Ovacionado por los 45.000 espectadores cuando salió a los 76', dueño del reconocimiento más conmovedor. La simpleza conmovió tanto como su increíble producción. Ejecutor de la formidable ofensiva y artífice del sello inalterable de la Celeste del Maestro Tabárez, su solidez colectiva. ¡Cuatro goles en el 4:0 a Chile, inolvidable, en las eliminatorias!. Explotó su condición letal, la misma que asombra en la Premier de Inglaterra con el Liverpool. El mundo se rinde a sus pies. Está en el selecto lugar de los elegidos.
Es el goleador de la era del Maestro Tabárez con 25 goles. Ausente Diego Forlán, asistente de lujo y en la cumbre de los gritos Celestes en la historia, se encargó del liderazgo en el ataque voraz.
"La camiseta nueva empezó de la mejor manera. El grupo jugó gran partido. Les dimos una alegría a todos los uruguayos. Estuvimos muy ordenados" recalcó Egidio Arévalo Ríos, formidable en el mediocampo de Uruguay. Relevante en recuperación y asociado a la ofensiva como en la acción del primer gol. "No dejamos a Chile organizarse. Robamos muchas pelotas cuando presionamos arriba. Tata (González) fue impresionante. Lo de Luis (Suárez) es increíble. El camino es muy largo" explicó cargado de humildad en sus palabras, sello característico de la Selección.
DIEGO PEREZ: "UNA NOCHE PARA DISFRUTAR"
"Uruguay dominó y los goles, naturalmente, estabilizaron el control del partido. Sentí una molestia en el gemelo pero terminé bien" contó Alvaro González, trascendente en el compacto mediocampo.
"Planificamos la agresividad en la mitad de la cancha y se logró. Le cortamos el circuito a Chile. Seguimos el ejemplo de Argentina, miramos las imágenes y lo aplicamos. Generamos jugadas de gol y Luis (Suárez) fue espectacular. Una noche para disfrutar. Fue redondo" cerró Diego "Ruso" Pérez, otro "león" de la Celeste que brilló.
DE SCARONE, AMBROIS A SUAREZ
Luis Suárez escribió un capítulo para la historia. Cuatro goles con la Celeste para la página eterna como Javier Ambrois a Ecuador en la Copa América 1957 en Lima (Perú). Héctor "Mago" Scarone convirtió 5 a Bolivia en la Copa América 1926. Los tres unidos también por la camiseta de Nacional.