Porto explicó que esa reducción responde a una política de la vecina nación, al igual que Brasil, en defensa de su industria, reseñó la web presidencial.
"Se fundamenta también en la sobreproducción de manufacturas asiáticas que llegan a la región y al tsunami monetario promovido por los países desarrollados", explicó el alto cargo, según la fuente.
Pese a las restricciones, el vicetitular recordó que las ventas de Uruguay a la otra nación rioplatense en 2011 aumentaron 17 por ciento y alcanzaron los 590 millones de la divisa norteamericana, máximo registro histórico.
El mercado argentino tuvo un comportamiento relativamente dinámico y pasó de ser el destino del 18 por ciento de las manufacturas totales uruguayas en 2006, al 22,5 por ciento el pasado año.
"Lo que vendemos a Argentina no se lo vendemos a otros, además tiene mayor valor agregado", afirmó el subsecretario.
El gobierno uruguayo, dijo Porto, procura crear un mecanismo que contemple las asimetrías de los Estados en materia de intercambio comercial dentro del Mercado Común del Sur (Mercosur).
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