Cero medalla
Ochenta y cuatro años para una decepción, parece demasiado tiempo para el deporte rey de los uruguayos, el fútbol, que esperó desde 1928 para ilusionarse con su tercer oro olímpico y se fue de Londres-2012 por la puerta de atrás, pulverizando su única opción de medalla.
La disciplina que dio al país sudamericano los únicos dos oros de su historia olímpica, en las lejanas citas de París-1924 y Amsterdam-1928, hizo naufragar el sueño charrúa en la primera fase de la justa londinense, superado por el anfitrión y por Senegal.
El equipo del maestro Oscar Tabárez no funcionó como tal y a la ausencia de juego colectivo se sumaron las fallas defensivas y de sus individualidades, en especial de dos consagrados artilleros a los que se le mojó la pólvora, Luis Suárez, del Liverpool inglés, y Edinson Cavani, del italiano Nápoles.
“No pudimos consolidar nuestro juego en todo el torneo y es por eso que estamos enojados. Les pedimos a estos jugadores (Suárez y Cavani) que se unieran al equipo porque son goleadores, pero necesitan ocasiones para anotar. No es sólo culpa de ellos”, los excusó el seleccionador nacional.
Las expectativas eran aún mayores en el Río de la Plata a la luz de los excelentes resultados cosechados en los últimos años por Tabárez, quien guió a la Celeste al título de la Copa América Argentina-2011 y a las semifinales del Mundial de Sudáfrica-2010.
La frustración de los gladiadores hizo pasar casi inadvertida la participación uruguaya en los demás deportes, donde los milagros faltaron a la cita y los resultados estuvieron acordes al nivel exhibido por sus atletas.
Alejandro Foglia se convirtió en el navegante solitario que escapó de la monotonía, con un octavo puesto en la clase Láser de vela, que le hizo merecedor de un diploma olímpico, en la mejor actuación de Uruguay en estos Juegos.
“Competir con rivales grandes y disfrutarlo es un momento único. Ahora estoy ahí, todavía no me he hecho a la idea de que significa ser el octavo mejor del mundo. Para Uruguay esto es un éxito”, destacó Foglia tras la regata final.
Su hermana Andrea, terminó en el lugar 38 en la clase Laser Radial, quedando por encima de tres competidoras.
Deborah Rodríguez, batió el récord de su país de 400 metros vallas con un tiempo de 57.04 y ocupó el puesto 28 entre 41 participantes.
En la misma especialidad masculina, Andrés Silva terminó antepenúltimo, solo superando el tiempo del representante de Comores.
Los remeros Rodolfo Collazo y Emiliano Dumestre finalizaron en la decimosexta posición en el doble par peso ligero, siendo el segundo mejor bote latinoamericano, detrás de Cuba que ocupó la décima plaza.
Juan Romero cayó en la ronda de dieciseisavos de final de la categoría de -90 kilogramos de judo frente al surcoreano Song Dae-Nam, a la postre el campeón.
Jorge Soto abandonó por una caída la prueba de ciclismo en ruta y Rudi Lausarot finalizó en la última posición en la competencia de Rifle de Aire a 10 metros.
Finalmente en natación, Inés Remersaro culminó en el lugar 43 entre 45 competidoras en 100 metros espalda y Gabriel Melconián en la posición 35 entre 50 nadadores en 100 metros libres.
Presente en todas las citas desde 1924 hasta la fecha, a excepción de Moscú-1980, Uruguay congeló en 10 medallas su palmarés de los Juegos Olímpicos, enaltecido por dos preseas doradas que añoran viejas hazañas de sus futbolistas.
El 20 de setiembre de 2000 en Sídney, el pabellón uruguayo se izó por última vez en un podio olímpico para honrar la medalla de plata obtenida por el ciclista Milton Wynants, en la prueba por puntos.