Creyentes y curiosos se dirigían a algunas playas de Uruguay este jueves para celebrar el Día de la Reina del Mar, Yemanjá o Iemanjá, en el culto afro-americano de la Umbanda.
En un país de mayoría cristiana, los ritos a esta deidad atraen la atención popular cada 2 de febrero, especialmente en Montevideo, y los principales espacios de la prensa y televisión.
La diosa de esta religión sincrética, originaria de Brasil, conjuga elementos del catolicismo, los orixás africanos y las religiones indígenas de América.
Los cultos comienzan por la mañana y se multiplican cuando cae el sol, seguidos con atención por miles de personas que observan en la orilla la salida de botes con ofrendas.
A cargo de los ritos están los "paes" (sacerdotes) y "maes" (sacerdotisas), que elevan plegarias y peticiones de amor, trabajo y salud a Yemanjá, de imagen similar a la católica Virgen María. lPara Andrade, esta masificación es "positiva" al alinearse con el "espíritu de integración" de la diosa, según declaró hoy al portal periodístico Montevideo.com.
También constituye una oportunidad para divulgar el cuidado "por la naturaleza y el agua, algo que nació con los nativos africanos pero es igual de necesario en la actualidad", subrayó.
El culto tendrá esta noche la presencia de la intendenta interina de Montevideo, Sara Rivero, quien anunció en su agenda oficial su asistencia a la playa Ramírez, centro de la actividad.
Durante largo tiempo, la umbanda estuvo relegada a los barrios periféricos de Montevideo pero en las últimas décadas del siglo pasado empezó a tomar visibilidad y respeto en la sociedad. Los ritos abiertos se popularizaron en las playas y comenzaron a ser frecuentados por personas de clases sociales media y alta.
Muchos creen que la connotación negativa que arrastraba surge de los orígenes humildes de la religión, creada por los negros esclavos provenientes de Africa hace 500 años.
Los esclavos preservaron sus dioses camuflados en los íconos católicos porque los "amos", formados en la civilización europea, consideraban su religiosidad como inferior. A la divinidad del mar, que se viste de azul y blanco, se le ofrendan flores blancas, velas celestes, miel, merengues y sandía, su fruta preferida.
Si bien un 58% de la población uruguaya se declara como católica, la Umbanda se observa con curiosidad y respeto.
El Estado uruguayo no tiene religión oficial desde 1919. Antropólogos califican la celebración de Yemanjá como la fiesta popular más grande del país y calculan en unos 500.000 los asistentes, en un país de 3,4 millones de habitantes.
Las ofrendas en el Río de la Plata, con características de mar, se realizan hasta el amanecer, cuando los fieles se mezclan con quienes llegan a la playa en busca de sol y baños de inmersión.
La fiesta fue declarada de interés ministerial por las secretarías de Estado de Turismo y de Educación y Cultura.
El municipio capitalino implementa un servicio especial de limpieza para recoger las innumerables ofrendas, especialmente velas, que quedan esparcidas en la arena. En esta edición, por primera vez, la intendencia logró el compromiso de agrupaciones umbandistas en las tareas de limpieza de la zona.
Sin embargo, la mae Andrade discrepó con esa medida por entender que la recolección de las dádivas va "en contra del culto".
"Después de hacer la ofrenda no podemos volver al lugar por una semana", explicó la religiosa, y argumentó que "nos parece menos correcto tocar las ofrendas hechas por otros".(Xinhua)
03/02/2012