Las aguas termales surgen del área de reserva de acuíferos (Guaraní y San Gregorio) y además de su temperatura se valoran las propiedades terapéuticas. Hay seis complejos termales, tres en Salto y tres en Paysandú.
Las más antiguas son las del Arapey, de donde emergió, el 6 de enero de 1941, el primer chorro de agua termal, mientras el Instituto Geológico Geográfico perforaba los suelos en busca de petróleo; están a 80 kilómetros al noreste de Salto. Junto al río Daymán, en el límite con el departamento de Paysandú y a diez kilómetros de la capital salteña, están las Termas de Daymán, creadas en 1957. Las piletas de ambas instalaciones son de la intendencia; junto a ellas está el Aquamanía, parque acuático privado. Las Termas de Salto Grande se encuentran a unos pocos kilómetros al norte de la capital del departamento (próximo al lago de la represa de Salto Grande), son privadas y forman parte de los servicios del Hotel Horacio Quiroga; dentro del predio está el parque acuático que también lleva el nombre del escritor salteño.
En Paysandú se encuentran las Termas de Guaviyú, ubicadas sobre la ruta 3 al norte del departamento, entre medio de palmeras yatay, y son elegidas por muchos en esta época del año por ser las de aguas más frías. A 82 kilómetros al este de Paysandú están las Termas de Almirón, que son las únicas de agua salada del país (se nutren del acuífero San Gregorio), datan de comienzos de 1980 y al igual que las de Guaviyú son de propiedad y gestión de la intendencia. Ambas tienen zonas de camping y las reservas hoteleras están completas hasta abril en Guaviyú y hasta fines de febrero en Almirón. Próximo al río Daymán, pero del lado de Paysandú, están las Termas de San Nicanor.
Valoraciones
Antes la temporada estival era temporada baja para las termas, pero ahora la concurrencia en esta época del año se aproxima a la temporada alta. Eduardo Torres, director de Turismo de la Intendencia de Salto, explicó que las termas tuvieron en promedio 80% de ocupación en enero y estiman lo mismo para febrero, con una ocupación total en Carnaval (como ocurre también en Semana de Turismo). "Está volviendo a ser una temporada fuerte lo que se denominaba temporada baja" dijo Torres, quien señaló que en el pasado la gente de las proximidades elegía a las termas como destino turístico, pero que en un momento se reorientó hacia la costa sur, y ahora volvió a Salto "pero con mucha más fuerza". Al respecto destacó la conveniencia de descuentos impulsados por el sector privado para recuperar el público, y el trabajo conjunto entre públicos y privados.
Por su parte, Andrés Zanatta, presidente de la Comisión de Turismo del Centro Comercial e Industrial de Salto, comentó que la capacidad hotelera privada tiene 95% de ocupación en torno a las termas del Daymán y del Arapey, "creo que estamos cerca de 20% más que en el verano del año pasado, tanto en ocupación como en facturación", agregó. Zanatta opinó que "desde 2003 o 2004 se ha empezado a quebrar el mito de que el destino termas era únicamente para invierno y para personas de tercera edad, y también valoró el trabajo conjunto de la intendencia y el sector privado. Consideró que "la pata municipal es una pata más, porque la intendencia tiene emprendimientos turísticos propios, o sea que es un operador más y se acopla a nuestras promociones y actividades" y destacó, asimismo, el apoyo logístico para actividades deportivas y otros eventos impulsados por privados.
El Ministerio de Turismo y Deporte también ha promovido en los últimos años el sector termal, y a mediados de enero desarrolló en Punta del Este la presentación "Destino Termas 2012", que por segundo año consecutivo difunde en la península los atractivos de ese destino.
Zanatta mencionó que hoy se tiene en las termas "una estacionalidad de nueve a diez meses" y que tienen por delante el desafío de "quebrarla y llegar a tener 12 meses al año de temporada alta", puesto que mayo, junio y noviembre son todavía "meses un poco flojos".
Amanda Muñoz
La Diaria Montevideo, Uruguay