La caída de Paysandú y el sacrificio de Leandro Gómez y sus hombres consolidaron la soberanía y el territorio de nuestro país. Paysandú cayó el 2 de enero de 1865, luego de un mes de sitio por las fuerzas combinadas del Brasil y de Venancio Flores. La pérdida de la única posición que le quedaba al norte del río Negro al gobierno legal de Montevideo, encabezado por Atanasio Aguirre, fue una decisiva derrota militar. Poco después, el 20 de febrero se firmó en las afueras de Montevideo, la Paz de la Unión y se instaló el Gobierno Provisorio encabezado por el general Flores.
A la noticia de la pérdida se sumaron las versiones acerca de las atrocidades cometidas por las fuerzas de Flores. El representante de la Gran Bretaña en Montevideo escribió al Foreign Office para informar que, "inmediatamente después de la toma de la ciudad, el general Leandro Gómez, el oficial al mando de la ciudad, fue aprehendido, junto con tres oficiales de la guarnición, y fusilado por orden, creo, de uno de los oficiales del General Flores". Y luego recordó una frase de Shakespeare para describir la muerte de Gómez: "Nada en su vida le honró tanto como el modo de dejarla". Un gran homenaje, especialmente viniendo de un severo crítico del comandante oriental. La frase también subrayaba el carácter épico, por encima de las divisas, de la defensa de Paysandú.
El origen directo de lo sucedido fue la autodenominada "Revolución Libertadora", encabezada por Venancio Flores, contra el gobierno constitucional del Bernardo Prudencio Berro. El levantamiento del jefe colorado tuvo el apoyo de sectores influyentes de los liberales porteños y de los caudillos riograndenses. En julio de 1864, el Encargado de Negocios de Francia advirtió a su gobierno que desde "las Cordilleras hasta la embocadura del Plata y hasta Río de Janeiro, todo este continente bien pudiera pues verse envuelto en la lucha que ha provocado la empresa revolucionaria de Flores sostenida por las pasiones argentinas y las codicias brasileñas". Tuvo razón. Lo que comenzó como una guerra civil en el Uruguay, liberó tensiones latentes, algunas de muy larga data, en toda la región que la envolvieron en un conflicto cruento y destructivo.
El presidente paraguayo, Francisco Solano López, consideró que la revolución encabezada por Flores, y el poco disimulado apoyo que le brindaban Argentina y Brasil, representaban una amenaza para el equilibrio de fuerzas en la Cuenca del Plata. Cuando sus esfuerzos para defender el gobierno legal de Montevideo resultaron infructuosos, emprendió hostilidades, primero contra el Brasil (apresamiento del vapor brasileño Marqués de Olinda, el 12 de noviembre de 1864) y luego contra la República Argentina (declaración de guerra y ataque contra Corrientes, el 13 de abril de 1865). La respuesta fue el Tratado de la Triple Alianza entre la República Argentina, el Imperio del Brasil y la República Oriental del Uruguay, suscrito el 1º de mayo. Así estalló la Guerra del Paraguay, que duraría cinco años y que dejaría devastado el territorio y la nación guaraní.
La dimensión de la tragedia es subrayada por la suerte corrida por varios de sus protagonistas. Al fusilamiento de Leandro Gómez, el 2 de enero de 1865, le siguieron los asesinatos de Venancio Flores y de Bernardo Prudencio Berro, el mismo día, el 19 de febrero de 1868; la ejecución de Antonio de las Carreras, por orden de Solano López, el 27 de septiembre de 1868; la muerte, acorralado por las fuerzas brasileñas, de López, en Cerro Corá, el 1° de marzo de 1870; y el asesinato de Justo José de Urquiza, la gran esfinge durante estos años, el 11 de abril de ese año.
El sitio y la caída de Paysandú pueden ser vistos como uno de los episodios más dramáticos de la lucha entre las divisas históricas que construyeron nuestro país. Pero, su verdadera trascendencia radica en que fueron un momento clave en el laborioso proceso de consolidación de nuestra existencia como Estado soberano y de consolidación de nuestro territorio, en aquellos momentos todavía amenazados por las apetencias de nuestros vecinos.
La caída de Paysandú -bautizada "la Heroica" desde entonces- fue una derrota militar, pero la decisión de Leandro Gómez y de sus hombres, de luchar hasta sucumbir, de sacrificarse por su patria, la convirtió en una decisiva victoria política de carácter nacional e internacional.
El País Digital
Fuente: http://www.elpais.com.uy/130102/predit-685694/editorial/%C2%A1heroica-paysandu-/