La investigación revela que la presencia femenina en los Poderes Ejecutivo y Legislativo es muy baja. En el Judicial representan el 63% de los cargos, pero en la Suprema Corte actualmente es nula. Para revertir esta realidad en 2014 se dispondrá el sistema de cuotas a nivel político. El Ministerio de Desarrollo Social, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) presentaron, el miércoles 14 de marzo, el Cuaderno del Sistema de Información de Género Nº 3 sobre las posibilidades de las mujeres uruguayas en la toma de decisiones.
El documento evidencia la subrepresentación femenina en los distintos espacios políticos y de toma de decisiones.
En el Poder Ejecutivo el avance hacia la equidad de género no fue lineal. En la historia de los gabinetes ministeriales la participación de las mujeres representan un 4%. El porcentaje de participación femenina en el Parlamento alcanza el 15% y está por debajo del promedio regional 23%.
En las listas electorales a la Cámara de Representantes en 2009, las mujeres representaron el 26%, porcentaje que se reduce si se tienen en cuenta solo los tres primeros puestos.
En el Poder Judicial se registra una amplia representación femenina -63% del total de altos cargos-, sin embargo la participación en la Suprema Corte de Justicia históricamente fue muy baja y actualmente es nula.
El ámbito que ofrece mejores oportunidades para las mujeres son las alcaldías. En esta primera instancia alcanzaron un 25% de los cargos, mientras que el promedio regional es del 8%. En las Juntas Departamentales la representación no alcanza el 18%.
En otros ámbitos del Estado también se detecta la baja presencia femenina. En entes autónomos 16 altos cargos de un total de 69, empresas públicas 2 en 23 y servicios descentralizados 4 en 15.
MIDES, Inmujeres y ONU
El ministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker, destacó la importancia del instrumento, ya que con información de calidad sistematizada es posible evaluar y tomar decisiones. Según evaluó, este informe evidencia los problemas existentes en materia de desigualdad, para asumirlos y actuar.
"La mujer no llega a cargos gerenciales porque suponen una dedicación horaria a la que no pueden hacerle frente. La sociedad les impuso otro rol que debe combatirse con la corresponsabilidad entre hombres y mujeres. El Sistema Nacional de Cuidados colaborará en la reducción de la dependencia de las mujeres en el cuidado de sus hijos", indicó.
Uruguay tuvo algunos avances a finales de los 90 pero luego no continuaron, siempre hablando en el terreno de la actividad política. La Ley de Cuotas votada para el 2014 es un cambio cualitativo importante, dijo Olesker, quien llamó a tomar conciencia de que hay una desigualdad que no es natural sino generada. "Tenemos que poner un esfuerzo activo, gobernantes, ciudadanos y partidos para revertirlo", dijo.
Consultado si vería con buenos ojos que sea una mujer la candidata a la Presidencia de la República por su partido, Olesker dijo que sí. "No se trata solo de la candidatura a la Presidencia. Tenemos Argentina y Brasil, dos países que lograron que una mujer sea presidenta. Creo que es cómo se permea todo el sistema político", añadió.
La presidenta de INMUJERES, Beatriz Ramírez, ratificó la existencia de un déficit democrático en lo que respecta a la toma de decisiones por parte de las mujeres. Reconoció que a nivel laboral público y privado ocurre lo mismo. El predominio masculino es notorio y la desigualdad se percibe también en la remuneración, pese a cumplir la misma tarea.
El 22 de marzo INMUJERES firma con el MTSS un acuerdo por el que el ministerio inicia un proceso de inspección de las empresas para detectar la existencia de una brecha salarial.
Reivindicó el valor de la Ley de Cuotas, que demostró su éxito en todo el mundo, incluso en Argentina donde se registra una amplia participación parlamentaria de las mujeres.
La coordinadora residente de Naciones Unidas, Susan McDade recordó que Uruguay fue de los primeros países de la región en aprobar el voto de la mujer y fue líder en América Latina en la inclusión, pero hoy es uno de los que menos participación le da a las mujeres en la toma de decisiones.
Dijo que está comprobado a nivel global que la participación de las mujeres en las empresas las vuelve más rentables y que su personal está más satisfecho. Verificó que cuanto mayor participación a nivel legislativo tengan las mujeres, mejor es el contenido de la norma. No quiere decir que los hombres legislen mal, sino que la mujer enriquece el debate.
Fuente: http://noticias.adinet.com.uy/noticia/ver/6t1m0r
