27.03.2012
El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, organismo que Uruguay preside actualmente, resolvió el envío de una misión a Medio Oriente para investigar los efectos de la política de asentamientos israelíes en territorios palestinos ocupados por Israel. La medida provocó una fuerte protesta de Israel, que decidió cortar todo tipo de vínculo con el Consejo. En diálogo con En Perspectiva, el canciller Luis Almagro dijo esta es una resolución que "Uruguay ha votado de la misma manera desde el año '98". Afirmó también que desde la cancillería se entiende que "el sistema no debe utilizarse para marcar selectivamente algunos países" e insistió en que considera "excesivo" que haya cinco resoluciones sobre Israel "cuando hay otros casos urgentes para atender el tema de derechos humanos", y señaló a Libia como un ejemplo. El canciller expresó que "Uruguay siempre va a ser un país amigo de Israel", pero "también es un país soberano" que toma decisiones "sin admitir presión de ningún lado".
EMILIANO COTELO:
La semana pasada el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas resolvió el envío de una misión a Medio Oriente para investigar los efectos de la política de asentamientos israelíes en territorios palestinos ocupados por Israel.
Uruguay, que ocupa actualmente la presidencia rotativa de ese organismo, apoyó esta decisión junto a otros 34 miembros del total de 47 países que integran el Consejo de Derechos Humanos.
La medida provocó una fuerte protesta de Israel, que ayer decidió cortar todo tipo de vínculo con el Consejo, al que considera poco objetivo y ensañado además con el gobierno de Tel Aviv.
Mientras tanto, el tema también tiene repercusiones dentro de nuestro país. La oposición criticó el voto de la delegación uruguaya sobre todo porque paralelamente Uruguay no apoyó la prolongación del mandato del relator especial para analizar la situación en Irán.
El senador Ope Pasquet, del Partido Colorado, por ejemplo, dijo que “por lo visto al Gobierno uruguayo le preocupa mucho cuál es la situación de los derechos humanos en los asentamientos israelíes pero tiene plena confianza en la teocracia autoritaria iraní”.
¿Cómo se explican estas posturas asumidas por Uruguay? Vamos a conversarlo con el doctor Luis Almagro, ministro de Relaciones Exteriores .
¿Por qué Uruguay considera que se requiere el envío de una misión a los territorios palestinos ocupados? Quiero decir, ¿nuestro país entiende que Israel está objetivamente violando los derechos humanos de los palestinos en esa zona?
LUIS ALMAGRO:
Usted sabe que la resolución sobre los asentamientos israelíes en los territorios palestinos ocupados –lo cual incluye Jerusalén oriental y el Golán sirio ocupado– es una resolución que Uruguay ha votado de la misma manera desde el año 98, o sea van dos administraciones coloradas y dos administraciones frenteamplistas que esta resolución se vota de la misma forma.
Esta vez tenía la innovación de que introducía esta “Finding Mission”, misión de investigación, lo cual también era para reafirmar de alguna manera cosas que todas las resoluciones de Naciones Unidas desde el año 67 han remarcado. O sea, no se espera que los hechos a probar sean nuevos, sino que son hechos que ya están contenidos en resoluciones que hemos votado varias veces, como ya dije, desde el año 98.
Entonces, ha sido una postura absolutamente coherente con una posición tradicional que tiene el país, como es también coherente el tema del voto con Irán. Nosotros todavía tenemos algunos temas respecto a derechos humanos en Irán que hemos planteado frontalmente y directamente a autoridades iraníes, y que forman parte de la justificación de votos del año pasado respecto a violaciones de derechos humanos que se puedan dar en ese país.
Pero desde punto de vista de nombrar un relator especial, nosotros consideramos siempre que el procedimiento debe ser incremental. En este sentido está pendiente una visita de la alta comisionada de derechos humanos a Irán. Su misión técnica ya estuvo en Irán, estuvieron removiendo condiciones que ponía el gobierno iraní y a partir de ahí comienza una nueva fase. En función del informe de la alta comisionada, podríamos ver si justifica el envío de un relator especial. Entendemos, de todas maneras, que en contextos equivalentes el relator especial sería por ejemplo más útil en Libia donde se están dando sistemáticas violaciones de derechos humanos.
Ha sido una cuestión procedimental. Vamos por el camino de que Irán aceptó una visita de la alta comisionada que ha removido las condiciones. Esa visita debería darse en el correr del presente año.
EC –¿Cómo observa usted la decisión de Israel, que ayer anunció que cortará todo vínculo con el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas?
LA – A ningún país le gusta que le digan que viola los derechos humanos, lo hemos comprobado en cualquier lado del mundo. Hubo el mismo problema respecto a Siria al arrancar este período de sesiones del Consejo. Para nosotros eso es un error, pero obviamente es una decisión soberana de Israel y ellos actuarán y decidirán conformes a su real saber y entender. Nosotros entendemos, y lo dijimos cuando asumimos la presidencia del Consejo, que esto es una cooperación de doble vía: Uruguay coopera con el sistema y el sistema coopera con Uruguay, y así para todos los países.
Pongamos el ejemplo del informe de cárceles, el informe Nowak. Si Uruguay se hubiera cerrado y hubiera pensado que fue totalmente negativo, que no había nada que hacer, hubiera terminado la cooperación del sistema con Uruguay. Pero si decimos “acá puede haber algunas razones por las cuales nos están diciendo esto y tenemos que resolver estos temas”, llegamos a la conclusión de que ese intercambio es bueno y positivo para los países. Y creemos que acá, tanto Siria cuando corta cooperación con el sistema como Israel en este caso, cometen un error.
Nosotros sí entendemos, y esto es oportuno y conveniente decirlo, que cinco resoluciones sobre un mismo país implica marcar a ese país políticamente, y creemos que eso se está haciendo con Israel. Por eso el cambio de posición de Uruguay respecto al año pasado en cuanto al informe Goldstone. Nos hemos abstenido en esa resolución, que ha sido la resolución aprobada por menos cantidad de votos. Si uno ve el análisis de estas votaciones, prácticamente todas son resoluciones aprobadas por encima de 30 votos, un voto en contra y pocas abstenciones. Ese es el nivel de consenso sobre estos temas. No obstante, creemos que hay otros asuntos en la comunidad internacional que tratar. Por eso nuestra abstención en cuanto al informe Goldstone.
EC – Ahora, la reacción del gobierno de Israel ha ido más allá de cortar todo vínculo con el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. El premier Benjamin Netanyahu calificó a la comisión como “hipócrita” y dijo “allí hay una mayoría automática anti-Israel”, Agregó que el organismo debería estar avergonzado de sí mismo. Se conoció también lo que dijo el canciller Avigdor Lieberman, que fue más duro. Declaró que la respuesta incluye ese boicot al Consejo y dijo que Israel podría retirar a sus embajadores de los países que apoyaron esta resolución sobre investigación. ¿Uruguay ha tenido alguna comunicación del gobierno de Israel sobre la posibilidad de que se retire el embajador en Montevideo?
LA – No, no hemos recibido ninguna comunicación al respecto. Hay que considerar que estas son mayorías muy amplias. Si vemos como es la votación en la Asamblea General de Naciones Unidas, que se aprobó el 12 de enero del presente año, fueron 160 votos a favor, 5 abstenciones y 7 votos en contra. Es demasiado fuerte el consenso de la comunidad internacional. Si fuera por lo que se votó en la resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas, que es donde todos los países pueden expresarse... Supongo que Israel no va a retirar sus embajadores en 160 países.
Pero definitivamente nosotros lo que entendemos es que debe haber una doble vía de cooperación con el sistema y que el sistema no debe utilizarse para marcar selectivamente algunos países. Entendemos que es excesivo cinco resoluciones sobre Israel cuando hay otros casos urgentes para atender el tema de derechos humanos, como específicamente señalé a Libia.
EC – Con respecto a la reacción política acá en nuestro país, el senador Ope Pasquet del Partido Colorado dijo que “aparentemente al Gobierno uruguayo le preocupa mucho cual es la situación de los derechos humanos en los asentamientos israelíes pero tiene plena confianza en la teocracia autoritaria de Irán”. Usted ya comentó algo sobre esto pero me gustaría profundizar en el paralelismo.
LA – Es algo que no tiene mucho fundamento. Primero porque, con respecto a la resolución sobre derechos humanos en Irán, Uruguay siempre se abstuvo. Incluso en tiempos anteriores, que sí era específicamente para condenar violaciones de derechos humanos y no por un tema de un relator especial, un tema de procedimiento. Se abstuvo en los últimos treinta años, en todas las administraciones coloradas, blancas y frenteamplistas, salvo en un caso específico en 2009, cuando hubo una represión después de las elecciones. En ese caso Uruguay entendió que la resolución sobre el tema de derechos humanos en Irán debía ser apoyada. Pero en general, Uruguay en toda la historia se ha abstenido.
Pero además ni siquiera se ha marcado “esto estuvo mal”. Nosotros cuando votamos abstención el año pasado, cuando se nos daba el relator especial, hicimos referencias muy claras al tema de los problemas con el periodismo, que no puede operar libremente, las condenas de muerte de menores de edad, temas de situación de la mujer…En cada uno de estos temas marcamos estos puntos, cosa que nadie hizo antes. Es un razonamiento completamente falaz ir por ese lado. Absolutamente.
EC – Pero a ver, en Irán usted mencionó algunos ejemplos de violaciones a los derechos humanos que se conocen. Podría agregar otras: en el caso de las mujeres lapidaciones, arrestos arbitrarios de manifestantes, el problema con la libertad de expresión. Entonces, ¿por qué ustedes entienden que no están dadas las condiciones para nombrar un relator especial? ¿Por qué no lo apoyaron en su momento, por qué no se renueva ahora el mandato de ese relator?
LA – Se lo acabo de explicar. Nosotros entendemos que las medidas deben ser incrementales y que deben partir de una visita de la alta comisionada de derechos humanos, como está prevista para Irán. A partir de esa visita y ese informe de la alta comisionada de derechos humanos podemos pasar a la siguiente fase, que es un relator especial, y luego, a las medidas que correspondan de acuerdo al informe que corresponda. Ese es el procedimiento lógico. Uruguay no se pone en el camino de la resolución porque entiende que el papel de los relatores especiales es fundamental. Además, la resolución con respecto a Irán se aprueba con muy poco margen, se aprobó por 22 votos. Si uno suma abstenciones y votos en contra, son mayores. De todas maneras, Uruguay no se va a oponer a esa resolución, pero sí se va a abstener y va a dejar que la comunidad internacional decida sobre este punto. Uruguay no se opondrá, pero entiende hay otros procedimientos, otras instancias anteriores que no se han cumplido.
EC – La pregunta a partir de las críticas que hace el senador Ope Pasquet va también a propósito del posicionamiento regional. No se entiende por qué Uruguay vota a favor estas resoluciones contra Israel y en cambio nos abstenemos cuando se vota el envío de un relator especial a Irán. Dijo Pasquet que “esa resolución sobre Irán sí fue votada a favor por varios países sudamericanos”. “Si el criterio era votar con la región debimos votar esa resolución sobre Irán”, agregó.
LA – Ningún país sudamericano votó en contra de la resolución de los asentamientos israelíes en los territorios palestinos ocupados. Todos votaron a favor de esta resolución.
En el caso de la resolución sobre Irán, ahí hay una división en el GRULAC (Grupo de Países Latinoamericanos y del Caribe). Hay países que votan a favor, otros que votan en contra y otros que se abstienen, como Uruguay.
Lo hemos hablado en la última sesión del Consejo, que asistí a una reunión con otros ministros de Derechos Humanos. Verdaderamente no es necesario un consenso del GRULAC en este punto. Cada miembro puede decidir qué es lo que considera que hay que hacer en función de sus condiciones, sus características y de cómo valora ética y políticamente el asunto en cuestión. Eso es lo que le ha dado una fuerza especial al GRULAC, la independencia de criterios de sus miembros y la profundidad en el análisis para estos casos.
EC – También se cuestiona la compañía que tuvo Uruguay al abstenerse en el envío de este relator especial a Irán. se habla de que Uruguay termina votando junto a una larga lista de dictaduras, repaso cuales fueron las abstenciones: Angola, Burkina Faso, Camerún, Congo, Ibuti, Ecuador, India, Indonesia, Jordania, Kikiristan, Kuwait, Libia, Malasia, Mauricio, Nigeria, Filipinas, Arabia Saudita, Tailandia y Uganda. ¿De esto qué dice?
LA – Y también votos en contra de otros países muy importantes. Usted ve en esa lista…
EC - …Votaron en contra Bangladesh, China, Cuba, Katar y Rusia…
LA – Con el sistema de algunos estaremos más de acuerdo, con otros absolutamente en desacuerdo. Ahí hay de todo, definitivamente. No es un tema en el que podamos decir que todos estos países que se abstuvieron –que son unos cuantos, más de 17– están descalificados.
EC – Para terminar, ¿cómo pueden repercutir estas posiciones que ha adoptado Uruguay en el Consejo de los Derechos Humanos en las relaciones con Israel y también con Estados Unidos, que es el principal aliado de Israel?
LA –Nosotros esto ya lo tenemos trabajado. Hemos tenido el reconocimiento de Estados Unidos específicamente en el trabajo general de la presidencia del Consejo de Derechos Humanos y de la delegación de Uruguay. Hemos tenido el reconocimiento expreso por escrito en la toma de posiciones respecto a algunas resoluciones.
En cuanto a Israel, es suya la decisión soberana de seguir cooperando con el sistema o de no continuar haciéndolo. Nosotros obviamente recomendaríamos otra cosa, marcando estos puntos que consideramos fundamentales a la hora de una valoración objetiva del caso. Estimamos que el hecho de pensar que hay 160 países que están conspirando contra uno es un poco excesivo. Y el Consejo de Derechos Humanos simplemente refleja ese promedio del mundo. Ahí no hay una lectura rápida de países, está prácticamente la comunidad internacional y están, por lo tanto, países que son verdaderamente amigos de Israel, como lo es Uruguay, que desde el año ‘98 siempre ha votado esta resolución a favor. Uruguay siempre va a ser un país amigo de Israel. Uruguay cree que puede marcar algunos puntos, por ejemplo un cambio de votación en el tema Goldstone, pero Uruguay también es un país soberano y estas decisiones las toma independientemente y sin admitir ninguna presión de ningún lado.
Fuente: http://www.espectador.com/1v4_contenido.php?id=235759&sts=1