El Fondo Monetario Internacional (FMI) destaca las “favorables” perspectivas económicas de Uruguay, en virtud de que para 2013 se prevé un crecimiento del 3,5%, al tiempo que advierte que el “desafío inmediato es la inflación”.
Domingo 04 de noviembre de 2012 | 9:54
El FMI publicó este viernes la revisión anual del país en la que destaca “las perspectivas económicas favorables de Uruguay”, que crecerá del 3,5 % registrado en 2012 a 4 % en 2013. El estudio tomó como base los resultados obtenidos por una misión que lideró Ulric Erickson von Allmen, jefe de de División del Departamento del Hemisferio Occidental del organismo
En el informe también se realza el “espectacular crecimiento económico de Uruguay desde la crisis de 2002, producto de la aplicación de políticas macroeconómicas prudentes combinadas con importantes reformas institucionales y factores externos favorables, lo que ha producido mejoras significativas en el nivel de bienestar”.
El organismo internacional, destaca la “acertada gestión de la deuda parte del gobierno, que ha reducido significativamente los factores de vulnerabilidad”. Al tiempo asegura que tanto el Banco Central del Uruguay (BCU) como los bancos locales cuentan con “posiciones sólidas en activos externos netos”.
También destaca que “los tenues vínculos entre el sector real y un sistema financiero pequeño, la solidez de los bancos y la ausencia aparente de burbujas mitigarían los efectos de shocks exógenos en la economía uruguaya”.
Desafío: inflación
No obstante, el FMI advierte que Uruguay tiene un “desafío inmediato” el cual es la inflación. Estima que la misma superará el rango meta y que se establecerá en 7,9%, por encima del fijado por el gobierno que era entre 4 % y 6 %.
“El desafío macroeconómico inmediato consiste en abordar la tasa de inflación que supera el nivel fijado como meta en un contexto de fuertes entradas de capital y riesgos elevados para las perspectivas de la economía”, explica el FMI.
El incremento se debe, según el organismo, “al aumento en los alimentos y los salarios y a una política monetaria no suficientemente restrictiva”.
Uno de los aspectos identificados como un riesgo es el “crecimiento excesivo de los salarios en los próximos años” lo que podría acarrear “complicaciones”, ya que “elevaría el consumo privado, alimentaría la inflación y propiciaría una mayor apreciación real, y la consiguiente pérdida de competitividad a la larga perjudicaría las exportaciones y el crecimiento, incrementando el riesgo de un aterrizaje brusco”.