19.11.12 | Archivado en Actualidad, Buenas Noticias
El presidente de Uruguay, José Mújica, es un espejo donde deben mirarse todos los políticos. Pasa por ser el presidente más pobre del mundo. Su salario mensual es de unos 10.000 euros. Él vive con alrededor de mil. El resto lo destina a obras de caridad. Se niega a tener chófer. Su coche está valorado en 300 euros y no utiliza el oficial.
En la conferencia de jefes de Estado de Mercosur, de que fue el anfitrión, le preguntaron cómo podía vivir un jefe de Estado con tan poco dinero. Contestó: “Mi mujer me plancha las camisas como lo ha hecho durante toda la vida”. Ella nunca se tiñe el pelo ni viste a la moda. Se sacaba la vida como propietario de una granja de unos 170.000 euros de valor.
En la conferencia de jefes de Estado de Mercosur, de que fue el anfitrión, le preguntaron cómo podía vivir un jefe de Estado con tan poco dinero. Contestó: “Mi mujer me plancha las camisas como lo ha hecho durante toda la vida”. Ella nunca se tiñe el pelo ni viste a la moda. Se sacaba la vida como propietario de una granja de unos 170.000 euros de valor.
En “Las confesiones del presidente "más pobre del mundo" decía:
"No me disfrazo de presidente y sigo siendo como era",
Y asegura:
"No me disfrazo de presidente y sigo siendo como era",
Y asegura:
"Para vivir preciso dos o tres piecitas, una cocina, lo elemental (que) yo con mi compañera lo arreglamos en un momentito (...) Si tengo pocas cosas, necesito poco para sostenerlas(...) Por lo tanto, mi tiempo de trabajo que dedico es el mínimo. ¿Y para qué me queda tiempo? Para gastarlo en las cosas que a mí me gustan. En ese momento creo que soy libre", indicó.
En la crónica se destaca la forma de vida austera del primer mandatario y su estilo descontracturado. "No tengo religión, pero soy casi panteísta: admiro la naturaleza (...) La admiro casi como quien admira la magia", indicó.
En la nota se indica que la imagen de Mujica, "no encaja necesariamente con la de un jefe de Estado del siglo XXI". Como ejemplos enumera que no utiliza Twitter ni correo electrónico y en su tiempo libre se dedica a cultivar flores y hortalizas.
Durante la entrevista, Mujica se refirió a sus años en la prisión: "Esos años de soledad fueron probablemente los que más me enseñaron. Estuve siete años sin leer un libro", recuerda. "Tuve que repensarlo todo y aprender a galopar hacia adentro por momentos, para no volverme loco"
Fuente: http://blogs.periodistadigital.com/secularizados.php/2012/11/19/el-presidente-de-uruguay-jose-mujica-esp